Capitulo 64

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Taeyong se puso la ropa lo más rápido que pudo y bajó las escaleras, luego fue a la cocina a prepararle algo de comer.

La nevera estaba repleta de ingredientes, presumiblemente todos comprados por Choi Seungyoun. Taeyong pensó para sí mismo que ninguna de estas personas conocía ningún tipo de dificultades,

¿cómo podían comer tanto dos personas? Algunos platos podrían echarse a perder en cualquier momento, al mirarlo se sintió muy contrariado.

Taeyong estaba ocupado en la cocina con el delantal puesto, era muy rápido y agudo haciendo este tipo de oficio, y en poco tiempo la casa estaba impregnada de un rico aroma.

Sin percatarse en que momento había bajado Jaehyun, parado como una estatua de piedra mientras observaba a Taeyong que estaba ocupado en la cocina. La espalda ancha, la cintura ceñida y las piernas largas con el delantal puesto, la mitad ligeramente expuesta de su cuello medio blanco, su barba desaliñada, y sobretodo aquellos movimientos hábiles y ágiles, hicieron que Jaehyun se sintiera como si hubiera sido transportado de repente hace tres años atrás.

No sabía cuántas veces se había sentado en la mesa de aquel comedor, viendo a Taeyong cocinar, oliendo el aroma que salía de la cocina, que hacía que su estómago rugiera de hambre.

Muchas veces, entraba en la cocina con impaciencia y abrazaba al hombre por la espalda, instándole a que se diera prisa, y era especialmente recompensado con la sonrisa más amable que pudiera existir.

Inconscientemente, se puso de pie y caminó paso a paso hacia la cocina como un fantasma.

La persona que tenía delante echó la cabeza hacia atrás, para su desilusión no era la cara que había imaginado. El corazón de Jaehyun tembló ferozmente y su cuerpo se derrumbó al instante.

Taeyong dijo: "Presidente Jung, siéntese ahí y espere un rato".

Jaehyun volvió a sentarse, respiró profundamente varias veces y trató de calmarse.


Realmente no sabía qué le pasaba, mientras estuviera con este Taeyong, todo su ser no podía tranquilizarse.

Al cabo de un rato, Taeyong sirvió el arroz y tres platos y una sopa, uno tras otro fueron colocados sobre la mesa.

El corazón de Jaehyun, que acababa de calmarse, volvió a latir desenfrenadamente.

El cuenco de arroz colocado a la izquierda y el tazón de sopa a la derecha, el plato de carne en el centro, las guarniciones de vegetales a ambos lados, todos alineados frente a él, la sopa en el otro extremo, la forma en que dispuso la mesa, ¡fue exactamente igual a como lo hacía él! Incluso los colores de la vajilla fueron seleccionados cuidadosamente como una réplica exacta de sus gustos.

Jaehyun temblaba mientras cogía sus palillos y tomaba un trozo de lechuga y se lo metía en la boca.

Luego golpeó violentamente sus palillos sobre la mesa, mirando ferozmente a Taeyong.

Taeyong acababa de recoger el cuenco y, se sorprendió por como lo miraba, frunció el ceño:


"¿Qué pasa? ¿No es de su agrado?" No debería ser eso posible, era todo lo que Jaehyun solía comer.

Jaehyun era cada vez más incapaz de aceptarlo.

White Lie - JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora