Capítulo 25

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Las vacaciones terminaron.

Ese domingo el tren de Hogwarts llegaría por la tarde y podría reunirse con sus amigos nuevamente. Por lo poco que sabía, Pansy se quedó en la casa de Theo durante la última semana, harta de que sus padres le hicieran comentarios pasivo-agresivos; Blaise se reunió con Weasley un par de veces a lo largo de esas tres semanas, y Theo estuvo solo en casa todas las vacaciones hasta que Pansy llegó, su padre se había ido de viaje a Tailandia. Estaba entusiasmado por ver a sus amigos. Realmente, extrañaba pasar tiempo con ellos, además quería enseñarles la canción que él y Enzo habían compuesto.

Por otra parte, desde Navidad, Potter le siguió mandando cartas cada día. Los temas de conversación no eran profundos ni daban muestra de nada más que una amistad, se preguntaban cómo había ido el día, sus regalos o la música, entre otras cosas parecidas. Era relajante poder hablar así sin sentir emociones, aromas o instintos. Eran solo dos personas conversando sobre las banalidades de la vida.

Durante esa mañana, él y Lorenzo hicieron lo que siempre hacía, desayunaron juntos, salieron a dar una vuelta y terminaron en el lago negro, patinando. Berkshire había logrado un gran avance durante esas semanas y ahora se movía con mucha más confianza sobre el hielo. Draco cada vez le enseñaba trucos más y más complicados, pero a Enzo no le constaban tanto porque tenía una condición física muy buena y talento.

No supo en qué momento pasó tanto tiempo, pero poco a poco fue notando la presencia de más estudiantes en los alrededores.

—Parece que ya llegó el tren— dijo, acercándose a Lorenzo para darle una mano y ayudarle a levantarse. Se había caído al intentar dar un salto de vals.

—¿Quieres ir a buscar a tus amigos?—preguntó mientras se levantaba y retomaba el equilibrio.

—Sí, pero, vamos juntos. —Sonrió.

Lorenzo le había contado que después de ser catalogado como beta, sus amigos de Slytherin se habían alejado, aludiendo a que no se podían juntar con betas, que los avergonzaba y otras tantas tonterías más. A Draco le dolió pensar en eso. ¿Y si Theo o Blaise se hubieran alejado de él por ser omega? Mattheo lo había hecho y aún le dolía.

—No quiero ser entrometido— comentó mientras se alejaba de él para intentar de nuevo el salto.

—No seas estúpido, a ellos no les importa— dijo, cruzado de brazos mientras lo veía dar el salto, logrando aterrizar con éxito. — Eso salió muy bien, pero mantén el abdomen fuerte, si no te vas a volver a caer.

Lorenzo se destensó y se acercó a él.

—Seguro que tienen mucho que hablar, estando ahí será incómodo para ellos. Soy tu amigo, no de ellos.

—Eso puede cambiar rápido.

—Otro día. Ve tú con ellos, luego hablamos.

Draco lo observó haciendo un puchero. No le gustaba la idea de dejarlo solo para irse con sus amigos. Pero, de cierta manera, el beta tenía razón. Lorenzo era su amigo, no de Pansy, Blaise y Theodore. Meterlo de golpe en el grupo sería incómodo para todos, más cuando llevaban tiempo sin verse. Suspiró.

—Bien—dijo resignado—. Pero, no creas que te vas a librar de mí.

—Qué alegría— contestó sarcástico.

Draco rodó los ojos y sonrió. Ya tendría mucho tiempo para ir metiéndolo poco a poco en su grupo de amigos. En algún momento, sería uno más de ellos.

—Draco— dijo de repente Lorenzo, señalando con el dedo hacia el borde del lago—. Creo que alguien quiere hablar contigo— continuó con una sonrisa traviesa.

I wanna bewitch you [Harco]Where stories live. Discover now