eighteen๑

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Cuando Louis abrió esa enorme puerta, probablemente Harry esperaba ver un avión pasar junto a un auto, muchas personas con bolsas de compras y hablando por teléfono, pero lo único que vio fue una calle medio vacía y unas escaleras grises que daban a la banqueta.

—Oh...

—¿Qué ocurre?

—Pensé que vería un avión y a gente paseando perros o a un bebé en una carreola.

Louis sonrió.

—Debes usar menos ese celular, gatito.

Louis tomó la mano del más pequeño y bajaron juntos. Harry miró a ambos lados; el primer coche pasó por su lado, saltó un poquito al sentir el aire que dejó tras de sí y luego miró al cielo. Podía ver algunos edificios muy altos, y en la otra esquina había una señora con una carreola.

—Este es el mundo, gatito. A veces puede ser de lo más común; algún día verás las calles llenas y otras veces estarán vacías, los coches a veces son muy rápidos y ruidosos, las personas pueden ser amables o no, pero al final así es el mundo. Vas a vivir aquí ahora, y estoy seguro de que te va a gustar, te lo prometo.

—Okay, Lou.

Harry sonrió y apretó más fuerte la mano del castaño. Así fue como se dirigieron al auto. Louis le explicó a Harry para qué servía cada cosa que el rizado preguntó.

—¿Y esa palanca?

—Sólo la uso para poner reversa y neutro, pero antes la usaban para cambiar velocidades.

—¿El volante puede girar hasta mil veces?

—No exactamente...

—¿Si aprietas el acelerador despacito, entonces el coche va despacito?

—Algo así.

—¿Las ventanas siempre se van a abrir cuando yo quiera?

—Para eso sirve el botón, sí.

—¿Ese arbolito hace que huela todo a canela?

—Sí, es un aromatizante.

—¿Si cuelgo un bombón, todo va a oler a bombones?

—No funciona así, pero podemos intentarlo.

El camino fue muy tranquilo, con Harry viendo por la ventana y señalando cada cosa que reconocía, como las tiendas de zapatos o ropa. Incluso preguntó cómo funcionaban las gasolineras, y Louis no supo qué responder, más que decir que ahí recargabas gasolina para que el auto funcionara. Harry entendió como que el auto debía "comer" para arrancar. A Louis le bastó con eso.

Cuando llegaron al centro comercial, Harry quería bajarse del auto ya, pero cuando intentó abrir la puerta no pudo hacerlo. Frunció el ceño al ver que Louis ya había bajado, y por un segundo se sintió atrapado. Ahora que miraba mejor, el coche es bastante pequeño, y no le ayuda estar solo y detenido. Por suerte, Louis abrió la puerta, haciendo que el rizado saltara fuera del asiento.

—No me gusta quedarme dentro y solo; siento que no puedo respirar...

Harry se pegó al costado de Louis y bajó la cabeza.

—Lo siento, amor. Puse el seguro para niños, pero lo quitaré para que puedas abrir tú la próxima vez. Dejaré que bajes primero, ¿sí? ¿Qué pasó? ¿Te sofocaste?

—Es un lugar pequeño; me sentí un poquito atrapado. Es feo.

Louis acarició los rizos del pequeño para calmarlo mientras le daba caricias en la espalda tibia.

♡ smol cutie kitten ♡Where stories live. Discover now