16.

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TaeHyung sonríe grande cuando entra al gimnasio, ha podido pasar desapercibido entre el ruido del saco siendo golpeado y la concentración de JeonGguk en golpear. Los amigos de este sí perciben la presencia del beta, pero le permiten sorprenderlo regresando a sus tareas; MinGyu levanta pesas y YuGyeom sigue estirando, después de un arduo día de clases a penas a llegado al gimnasio.

Jadeante, sudado, un poco agitado, le recuerda a la noche anterior y TaeHyung se maldice por ser tan calenturiento, ¿Qué sucede con él? Se distrae en regañarse y es así como el sorprendido es él, cuando encuentra al alfa caminando hacia su dirección.

—Hyung, pensé que hoy saldrías más tarde—Toma la bebida energética que es extendida hacia él.

—No sé si más energía quepa en tu cuerpo, cielo, pero escuché por ahí que es tu favorita—Juguetea TaeHyung, JeonGguk ríe, blanqueado los ojos.

—La viste en mi refri, mentiroso—TaeHyung alza los hombros, como restando importancia.

—Pero sé que te gusta.

JeonGguk da un trago y después tapa la botella.
—Pensaba pasar por ti para ir a comer algo, ¿Qué dices?

—Mm, no lo sé...—Desvía la mirada, en un intento de parecer titubeante, regresando después la mirada al alfa y sonriendo para él—Para ti siempre es un sí, Koo. Lo sabes.

JeonGguk se acerca más al beta, en busca de más contacto y, si tiene suerte, un beso pequeño.

Y aparentemente la suerte no está de su lado ese día, porque uno de sus amigos finge de manera terrible una tos. Blanquea los ojos y retrocede un paso.

—¿Quién es el idiota que se está ahogando?

—¡Hey!—Reprocha el idiota que fingía ahogarse; es decir, MinGyu—Lo siento, JeonGguk. No todos tenemos el privilegio de que nuestro novio nos traiga algo para tomar y tenemos la tristeza de ahogarnos sin una gota de agua.

—Eres un dramático, MinGyu.

—Sí, además ¿Qué novio?, si a ti te gustan las chicas—YuGyoem entra a la discusión, únicamente por su deseo de discutir y molestar.

—¿Quién te dijo?—Pregunta el interrogado, aparentemente sorprendido.

—¿O te gustan los chicos?—YuGyeom continúa su interrogatorio.

—¿Qué te importa?—Finalmente se hace el molesto, mirando hacia lo que anteriormente hacía, ignorando a sus dos amigos.

TaeHyung, que observa todo en silencio, llama la atención de su alfa.

—Bueno, hoy yo no tengo práctica, puedo esperarte a que termines tu rutina, no me molesta verte en acción, guapo—Dice bajo, pero no lo suficiente como para que MinGyu alce ambas cejas y se dirija a él con tono cómplice y risueño.

—Caliente, ¿verdad?—Y la burbuja se rompe; TaeHyung se queda sin palabras, viendo al alfa y después al pelinegro frente a él, que ya no le mira, en su lugar está reprendido a su amigo con la mirada.

—Dios, MinGyu, necesito enseñarte a no ser un imprudente—YuGyeom deja el ejercicio en segundo plano, en su lugar camina hasta el alto chico y le empuja con una mano por la espalda alta.

—Honesto, querrás decir.

—Vamos, idiota. Tengo sed, y si tu novio no te trae agua, este buen alfa amigo va a comprarte una.

YuGyeom cabecea en dirección de la pareja y sale del gimnasio en compañía de su amigo.

—Lo siento—Es lo primero que JeonGguk dice en cuanto sus miradas se encuentran.

—Bueno, tiene razón, solo es honesto. Te ves muy caliente entrenando, lo sabes, ¿verdad?—.

—¿Más caliente que cuando me tuviste debajo de ti?—Juega con uno de los botones de la camisa ajena, sin darse cuenta que lo ha atraído a sí.

Bueno, esa comparación definitivamente TaeHyung no se la esperaba, sonríe ladino aún así, mirando más del cuerpo del menor, que viste esta playera de compresión color negro, ajustada a su perfecta, detallada y caliente figura y un short un poco corto que muestran sus bonitas piernas.

—No me tientes, alfita—JeonGguk sonríe grande, tirando más de la tela blanca de la camisa de TaeHyung, así rozando sus bocas.

—Yo no estoy tratando de hacer nada.—Dice, sus narices rozándose en un beso esquimal, en el que JeonGguk mira hacia abajo, sin saber que su mirada brilla en la súplica de un beso.

—¿Ah, no?—Arquea una ceja, tomando la cintura ajena entre sus manos.

JeonGguk hace un sonido de negación, mirándolo a los ojos con coquetería y diversión.

—Nop.

—Pues de todas maneras ya me tentaste, mi amor—Y enseguida le planta un beso brusco y demandante.

JeonGguk retrocede, siendo la presa del depredador en el que se convierte el beta cuando se calientan de esta manera. Pelean por el mando, aunque ambos saben que TaeHyung lo tiene, JeonGguk es un juguetón de primera, sonriendo entre las mordidas y succiones de sus bocas.

—Mmh—JeonGguk intenta detener, posando sus manos en el pecho ajeno en un intento de crear una distancia—Hyung, los chicos van a venir...

—¿Y qué?, Si MinGyu piensa que entrenando eres caliente, que se espere a que te vea con los ojitos brillosos y las mejillas sonrojadas y en cómo todo tu bonito rostro me dice "cógeme"—.

—Tae...—Gruñe tierno, dándole un suave empujón.

Kim ríe, y retrocede.

—Sigue entrenando, amor. Te espero.

Y da un par de pasos hacia atrás, al final encuentra cómodo el piso que en realidad está tapizado con un material esponjoso y se recarga contra la pared, tomando su teléfono y pasando el rato en alguna red social, aunque ocasionalmente tomando fotos y uno que otro video del alfa entrenando.

Sí, caliente.

YuGyeom no regresa con MinGyu, JeonGguk sabe que seguro fueron a la cafetería por algo para comer, mira al rubio que está más que perdido en el teléfono y comienza a guardar sus cosas.

—¿Te apetece comer en mi casa?—Invita.

TaeHyung le mira de pies a cabeza, mordiéndose sutilmente el labio inferior.

—¿Cuál es el menú?—Arquea una ceja.

—¡Hyung!—Reprende, entendiendo el doble sentido, sintiéndolo también, por la mirada que le proporciona el beta—Me refería a pasar por comida e ir a mi departamento para ver pelis o algo. La verdad me da pereza ducharme aquí, prefiero hacerlo en casa, aquí no funciona el agua caliente—Inconscientemente pucherea.

—Mierda, JeonGguk. De verdad quiero comerte.

Las mejillas se le coloran y tira del brazo de su mayor, ayudándolo a levantarse.

—Veré si te doy postre después de la comida—Le da un beso casto y después retrocede para enredar su cabello en un desordenado moño.

—Tan lindo, mi alfita.

Y se deja hacer cuando TaeHyung le abraza por la espalda y le reparte besos en las mejillas mientras caminan en pasos torpes y lentos.



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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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