Estamos destinadas a perder | Estamos destinadas a ganar

Capítulo 34

34. 10 de julio

Noah

Paso un mes exacto desde mi cumpleaños. Estamos a 10 de junio, o como yo le digo: el peor día de mi vida.

Es el peor día en la vida de Asha, de Jack, y en especial, el de papá.

El no se presentó a trabajar hoy, porque aunque eso haya ocurrido hace seis años exactos, para el todavía duele.

En cambio Jackson, el lo trata de ignorar, pero aun así el está destrozado por dentro. El tenía ocho cuando todo ocurrió, y por eso le afecto más. Actualmente tiene catorce, y le duele todavía más.

Y en cambio Asha, se deprime totalmente. Asha es muy sensible, por esa razón le afecta tanto.

Y en cambio yo, lo único que hago en el día es deprimirme por dentro, pero no por esa señora, sino por mis hermanos y mi papá, que por culpa de ella están así. Yo por esa mujer no voy a derramar ni una sola lágrima.

Ella eligió irse, y lo hizo, no se puede hacer nada al respecto.

Abandono a sus tres hijos y a su pareja, por quien sabe que. Y tampoco me interesa el porque se fue. Con que no vuelva a aparecer nunca me basta.

Hazel

-Odio los lunes. -se queja Theo mientras se sienta al lado de Saúl y le da un corto beso en los labios.

Si, ellos son novios, salieron del closet con sus familias y a los dos los aceptaron. Ahora son novios y pues toda la escuela lo sabe. Hay algunos que si los miran raro, pero al resto simplemente les da igual.

Admirable.

-¿Quien no odia los lunes? -tiro al aire mientras me tapo la cara con las manos.

-¿Y Noah? -pregunta Saúl mientras saca su cuaderno.

-Me escribió en la mañana, me preguntó cuando era la prueba de matemáticas. -responde el pelinegro.

-Es hoy. -susurro levantando mi vista.

-Si. Y no tenía ni idea, por eso me sorprendió mucho. Y también me pregunto que pasaba si faltaba a la prueba sin justificación.

-¿Y que le dijiste? -pregunta Saúl.

-La verdad. Que no la dejaran rendir la prueba después si no presenta sertificado médico o una justificación válida, no puede faltar o le colocan la nota mínima.

-¿Y que te dijo? -pregunto yo.

-Me dijo que estaba bien y que nos veíamos aca.

No respondo, me quedo en silencio. ¿Porque querría faltar?

El profesor entra a la clase cerrando la puerta detrás de el. Saco mi teléfono disimuladamente y le mando un mensaje a Noah, pero no me responde.

No te sorprendas, nunca lo hace.

Es verdad, pero a mi si me responde.

El profesor se pone a dar una instrucción, pero cuando la da la puerta se abre.