CAPITULO 48

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PRESENTIMIENTOS

Michael

Escucho un teléfono sonar a lo lejos, siento que alguien me sacude, no comprendo porque no respetan el descanso de los demás. Abro un ojo y veo a mi abuelo, frunjo el cejo ¿En donde estoy?

—Mike... ¿me escuchas hijo? —me dice con una voz muy suave.

—¿Abuelo? —es lo único que logro decir.

—Parece que tu cerebro sigue dormido. —me sonríe, me muestra mi teléfono— no ha parado de sonar, parace muy importante.

El abuelo se levanta, me entrega el teléfono, me siento, reviso las llamadas, tengo 15 llamadas perdidas de Elías. Le devuelvo la llamada.

—¿Donde estás que no contestas? 

—En mi casa —vostezo— ¿Qué pasa? ¿Por qué me has llamado tantas veces?

—Mike... pasó algo grave —escucho el ruido de carros de fonfo— no sé que mierda pasó... pero hay un lío tremendo...

—¿Que lío? —se me quitó el sueño al escuchar que algo grave pasó. 

—Veamonos en mi casa, ven rápido.

Me cuelga dejandome preocupado, debió de ser algo muy grave para que Elías esté así, pero ¿Qué?

Me levanto, me meto al baño, necesito quitarme esta fatiga que tengo, ya veo porque los cambian a los chicos en poco tiempo, esto es muy estresante, muy cansado, no comprendo como los demás pueden ir todos los días y seguir como si nada, yo no doy más.

Salgo del baño, me visto rápido, me calzo y bajo las escaleras, tomo mi chaqueta, mis llaves para irme.

—¡Hey! jovencito ¿A donde vas? —me detiene el abuelo.

—Abuelo tengo que irme... tengo que ayudar en in inventario... y...

Me señala la cocina con el dedo indice.

—Primero a desayunar, luego te vas a hacer tu inventario.

Tomo aire por la boca, me encamino a la cocina, no lograré nada contradiciendo al abuelo, no me dejará salir sin desayunar. Así que me siento y desayuno lo más rápido posible, prometiéndole que vendré para almorzar juntos.

Tomo un taxi, estoy muy intrigado por la llamada de Elías, viene a mi mente las palabras del guardaespalda, la chica, pero ¿Quién es la chica?

Llego al edificio donde vive Elías. 

—¿Qué pasó? —es lo primero que digo cuando me abre lapuerta.

Me hala para que entre. Cierra la puerta cuando ya estoy adentro. 

—Mike... hoy estábamos en la recepción esperando nuestro turno para ir al gimnasio —camina de un lado para otro— el Administrador estaba hablando por teléfono, estaba muy enojado

—Te fue a buscar la chica sexy —me cambie el tema Elías.

—Elías por favor, enfócate. 

—Lo siento... no sé que pasó la noche anterior... —se rasca la frente— el administrador estaba muy enojado, y la persona con quien estaba conversando le gritaba, no entendí lo que le dijo, pero cuando se termino la llamada, el hombre de negro, respiraba profundo.

—Elías... —le digo cuando se queda callado.

—Tomo su teléfono y lo reventó contra el piso —imita los movimientos que hizo el hombre de negro— lo hizo pedazos... estaba iracundo... —se sienta a mi lado— se le acerco el supervisor, yo creo que la cosa es tan grave, porque el hombre de negro perdió la compostura, el control... lo cogió con sus dos manos del cuello...

EXTORSIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora