Isekai - John Steinbeck x Dazai

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–¿Dónde estoy? –abrió los ojos, un poco desconcertado. Estaba acostado en una cama al lado de la ventana y apenas despertó, pudo notar que nunca había estado en aquel lugar

–Señorita Osamu, si está despierta es hora de que baje a desayunar –habló una voz de mujer madura a través de la puerta de la habitación y Dazai no estaba completamente seguro de qué responder

Tocaron la puerta con fuerza esta vez y volvieron a llamar.

–AH, sí en un momento bajo –trató de hablar tranquilamente y oyó pasos afuera del cuarto

La habitación estaba decorada de forma monótona y antigua, la estructura era completamente de madera y el color de las paredes era celeste desgastado. Parecía una casa humilde. Se asomó por la ventana y vio a tres hombres labrando los campos.

–Espera –la mujer lo había llamado "señorita". Fue cuando se dio cuenta de que portaba un camisón de esos de época y tenía tanto miedo que simplemente agarró su puño y se golpeó la entrepierna... pues el dolor era tan cabrón que ganas de llorar le dieron, pero al menos descubrió que seguía siendo hombre

Todo en su guardarropa o lo que creyó que era suyo, eran vestidos largos y anticuados. Se puso uno y se peinó un poco el cabello. Tenía que descubrir qué demonios estaba ocurriendo ahí.

Bajó por las escaleras y llegó hasta el comedor donde se encontró a muchas personas.

–A tiempo para desayunar –habló una mujer madura, cree que fue la misma que lo buscó al cuarto– hoy hay jugo de naranjas recién hecho y pay de manzana

Se sentó en un asiento libre al final de la mesa aún extrañado por el comportamiento de las personas. Trató de recapitular qué hizo antes para llegar a ese punto.

–Estaba cayendo –pensó– las investigaciones del que sería mi último caso estaban completas y luego de desaparecer un par de días tomé la decisión de suicidarme por fin. Dejé una carta a Atsushi-kun dejando en sus manos mi trabajo antes de partir pero... no recuerdo precisamente todo lo ocurrido después de eso –la cabeza le dolía al recordar– no comprendo dónde estoy –vuelve a la duda inicial

–¡John! Por poco no alcanzan a desayunar ustedes tres –regañó la mujer a los hombres que habían estado trabajado la tierra momentos antes y que acababan de ingresar a la casa. El nombrado sólo se limpió el sudor de la cara cuando cruzó la puerta. Miró a Dazai y sonrió cálidamente, mientras el castaño se ponía pálido al reconocerlo

–Buenos días, amor –acercó su rostro a Dazai y el moreno entró en pánico aún más

–¡Qué hijo tan tonto tengo! ¿esos modales te he enseñado? –interrumpió sus intenciones– vete a lavar, no querrás que tu esposa se ensucie de tierra

–¿Esposa? –se preguntó Dazai

–Sí, sí

Los momentos siguientes Dazai estuvo paralizado apenas dando tragos a su jugo tratando de analizar la situación, la respuesta llegó repentinamente a él cuando John se sentó a su lado.

–Los elfos oscuros volvieron a destruir todo –dijo lamentándose– padre y yo hemos sembrado brotes nuevos para llevar a vender al mercado cuando den frutos

–Esa maldita familia de elfos, no nos dejan en paz –un hombre mayor habló enfurecido

–¿Por qué no llaman a los druidas para que los detenga y logren sanar los cultivos? –preguntó otra persona de la mesa

Sin duda era una gran familia compartiendo ideas y comida viviendo de manera humilde en aquella casa.

–Tal vez sea hora –la conversación siguió así hasta el final. En ese rato Dazai descubrió que en el posible caso de que haya muerto, quizá la vida lo volvió a castigar reviviéndolo en un isekai como la esposa de John Steinbeck ¡quería gritar del horror!

DAZAI X MULTISHIPERWhere stories live. Discover now