Salvatore ⸻ ❝Riverducción❞

26

—¿Y qué opinas?— Dijo al salir envuelta en una toalla junto a su ropa interior.

—Yo creo que hiciste bien— Respondió Sabi, acostándose junto con el tazón de palomitas—. ¿No será en México?

—Sí— Quitó la toalla de su cabello para dejarlo suelto—. En Guadalajara.

—¡Oh!— Siguió comiendo—. Entonces le diré a Roier para acompañarte. Obviamente iremos a verte otra vez Samantha, no me veas así.

Samy negó con una sonrisa para colocarse su pijama que ya estaba extendida en su cama, para después dirigirse a su tocador para colocarse un poco de crema corporal.

—¿Entonces, Félix también peleará esa misma noche? Eso es increíble, la parejita va a boxear.

Samy rió un poco por el tono en que su amiga había dicho aquello, girándose para llegar hasta la cama y sentarse a lado de ella. Sabi se acostó a la par mientras veía el techo, perdiéndose un poco en los pensamientos internos.

—¿Osvaldo no te ha dicho nada?— Preguntó de repente, asombrando a Samantha.

—Sí, me dijo que espera verla la pelea por la televisión. También me animó cuando pasó la primera... ¿Contigo ha hablado?— Sabi negó rápidamente.

—Hasta crees que va a hablar conmigo. Claro que no, y si Sebastián se entera que me habló no quiero pensar que le puede decir.

Aunque era cierto que no había sido culpa de Osvaldo el haberse enamorado de Sabi, Sebastián lo había sentido como una traición por parte de su mejor amigo. La última discusión que ambos habían tenido había sido con jamás volverse a hablar cómo antes.

—Entiendo... Bueno, estaré feliz de que vayan— Le sonrió para cambiar el entorno—. ¿Llevarás alguna cartulina?— Bromeó con ella.

—Obviamente que sí. Samantha a mí no me des ideas porque las cumplo, claro que sí. Seré la más feliz de verte boxear.

—Seguro, Roier va más por ver a Félix que a mí.

Sabio rió por el comentario que Samantha le había dicho, recordando la admiración que su novio tenía por aquel boxeador.

—A veces creo que está enamorado...— Sabi miró de reojo a Samantha, quién había bromeado con ese comentario, golpeándola levemente en el brazo—. ¡Oye!

—Ya no lo dejaré ir a las peleas.

Samy comenzó a reír un poco más fuerte—. Pendeja.

—Ya pasaron dos meses de qué te lo ofrecieron, ¿Te sientes más preparada mentalmente? Te faltan tres.

—Un poco— Tomó una de las latas de refresco en la mesita de noche—. Si Félix se entera que estoy comiendo esto... Me mata.

—Un secreto que está a salvo conmigo— Sabi tomó la otra—. Una vez no hace daño. ¿Van a ir Juan y Ari a verte? Bueno... es una pelea más... profesional, tú primera pelea así. Eso es de admirar, por algo se lo ofrecieron.

—Yo creo... La verdad no lo sé porque no pueden llevar a Erick. Quizás si consiguen dejarlo otra vez con sus abuelos.

—Estoy emocionada por ver eso, me imagino que ellos igual— La miró—. Es raro estar sin ti en la universidad pero ve... Mínimo estoy con Sebastián.

—Mínimo...— Aguantó la risa.

Sabi la miró mal.

—Idiota.

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—¿Te sientes mal?— Preguntó Félix al colocarse a su costado.