《 CAPÍTULO. 10 》

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Hoseok.

Largo un suspiro al sentir el fuerte apretón en mi polla seguido del calor que acaricia el tronco hasta llegar a la punta hinchada y rojiza, el deseo consume mi cuerpo avivando el fuego que quema por dentro y me arrastra poco a poco al infierno.

Una gota de sudor se desliza por el lateral de mi rostro hasta perderse en la almohada, respiro con pesades, gimo cuando acelero el vaivén en mi polla persiguiendo con desesperación la tan ansiada liberación.

No tengo idea que demonios sucede conmigo pero tengo las hormonas alborotadas igual que mí libido, no dejo de estar cachondo aunque sacie mis ganas siempre que lo deseo con la verga de mi marido.

Joder. De solo pensar en él ya me dieron ganas.

Jungkook se fue esta madrugada a solucionar un problema en uno de los laboratorios en Itaewon, por lo que no pude sacear mis ganas matutinas como lo he venido haciendo las mañanas al despertar y eso me tiene de un humor de perros.

Joder.

Acelero el vaivén bajando y subiendo la mano por el tronco manteniendo la presión exacta, arrastro la mano libre por mi abdomen hasta llegar a mi pecho dónde pellizco mis sensibles pezones, tiro de la protuberancia arrancando gemido tras gemido de mis labios.

Bufo cuando mi mano se cansa y no me da lo que tanto anhelo, cierro los ojos imaginando los dedos de mi marido en lugar de los míos, sus manos grandes y venosas acariciando con detalle mi cuerpo, deteniendose en esos lugares sensibles que solo él conoce y en los que suele mostrar adoración.

Su lengua jugando con mis pezones mientras se encarga de dejar sus marcas en mi piel, sus dientes mordisqueando mi cuello y mandíbula, su polla gorda y venosa estirando deliciosamente mi interior dejándo una sensación de plenitud a su paso.

Gimo al sentir un delicioso escalofrio recorrer mi espina dorsal, mi polla se sacude mientras acelero el ritmo que me tiene jadeando y gimiendo.

Quiero más, necesito mas.

Nada es suficiente. Ni las jaladas a mi polla mucho menos los dedos que entran fácilmente en mi culo exigente.

*¿Ese maldito plástico te hace sentir esto Hoseok?*

Gruñe con voz ronca, una de sus manos rodea mi cuello ejerciendo una fuerte presión que detiene la entrada de oxígeno a mis pulmones, lejos de asustarme o molestarme mi cuerpo parece ansiar más de aquel toque.

Detiene sus embestidas trazando círculos con sus caderas sin dejar de golpear ese punto dentro de mi que me tiene casi al borde del orgasmo.

Mi abdomen se contrae cuando el calor aviva el fuego en mi cuerpo y su polla continúa hundiéndose en mi culo, su otra mano se mantiene fija ahora en mi cintura que se sacude ante cada brutal embestida.

*¿Te pone a gemir como perra mientras pides más y más de mi?*

Escucho su voz en mi cabeza con ese ronquido sensual que me lleva a lubricar a horrores, gimoteo ladeando el rostro contra la almohada mientras consigo aspirar su perfume, lo quiero a él. Lo necesito a él.

*Detesto no sentir la estreches de tus paredes axficiando mi verga cada vez que embisto tu delicioso culo*.

Mis dedos ni siquiera alcanzan a tocar ese punto en mi interior, sin embargo, la exitación es tanta que poco a poco el orgasmo se va construyendo.

Jungkook me encontró jodiendome con un dildo la noche anterior porque tuvo que salir de emergencia dejándome vestido y alborotado, obviamente se enfureció al verme de ese modo y debo confesar que me encantó el castigo.

ERES MIO_ JUNGHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora