𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫

El Bonito Cáliz Que Brilla: La cicatriz y la invitación

Después de ese capítulo, varios aprovecharon a ir al baño, mientras que los futuristas arreglaban el comedor para la comodidad de los demás. Una vez que el enorme salón quedo listo y todos estaban en su lugar, se miraron.

-Bien, ¿Quién quiere seguir la lectura?- pregunto Damián, mirando a todos

-¡Yo!- exclamó Blaise, mientras tomaba el libro y lo miraba atentamente -Capítulo dos: La cicatriz y la invitación 

Harry se hallaba acostado boca arriba, jadeando como si hubiera estado corriendo. Acababa de despertarse de un sueño muy vívido y tenía las manos sobre la cara. La antigua cicatriz con forma de rayo le ardía bajo los dedos como si alguien le hubiera aplicado un hierro al rojo vivo.

- juro que pensé que me había metido un putazo- aseguró Hadriel

-lo creo- se burló Draco

Se incorporó en la cama con una mano aún en la cicatriz de la frente y la otra buscando en la oscuridad las gafas, que estaban sobre la mesita de noche. Al ponérselas, el dormitorio se convirtió en un lugar un poco más nítido, iluminado por una leve y brumosa luz anaranjada que se filtraba por las cortinas de la ventana desde la farola de la calle.

Volvió a tocarse la cicatriz. Aún le dolía.

-¿Recuerdas cuando Blaise te pego con un matamoscas en la frente?- se burló Astoria

Antes de que Hadriel pudiera decir algo, Hermione y Hayden se comenzaron reír, haciendo que sus mejillas se volvieran rosadas de la vergüenza.

Encendió la lámpara que tenía a su lado yse levantó de la cama; cruzó el dormitorio, abrió el armario ropero y se miró en elespejo que había en el lado interno de la puerta. Un delgado muchacho de catorce años le devolvió la mirada con una expresión de desconcierto en los brillantes ojos verdes, que relucían bajo el enmarañado pelo negro.

Cada uno de los más allegados, miraron a los involucrados. Los ojos verdes de Eileen

Examinó más de cerca la cicatriz en forma de rayo del reflejo. Parecía normal, pero seguía escociéndole.

Harry intentó recordar lo que soñaba antes de despertarse.

-Me sentí como la vez en que nos drogaste, Blaise- dijo Hadriel al moreno

Había sido tan real...Aparecían dos personas a las que conocía, y otra a la que no. Se concentró todo lo que pudo, frunciendo el entrecejo, tratando de recordar...

Vislumbró la oscura imagen de una estancia en penumbra. Había una serpiente sobre una alfombra... un hombre pequeño llamado Peter y apodado Colagusano... y una voz fría y aguda... la voz de lord Voldemort. Sólo con pensarlo, Harry sintió como si un cubito de hielo se le hubiera deslizado por la garganta hasta el estómago.

Apretó los ojos con fuerza e intentó recordar qué aspecto tenía lord Voldemort, pero no pudo, porque en el momento en que la butaca giró y él, Harry, lo vio sentado en ella, el espasmo de horror lo había despertado... ¿o había sido el dolor de la cicatriz?

-Una disculpa- dijo Tom a Hadriel, quien negó con calma

¿Y quién era aquel anciano? Porque ya tenía claro que en el sueño aparecía un hombre viejo: Harry lo había visto caer al suelo. Las imágenes le llegaban de manera confusa. Se volvió a cubrir la cara con las manos e intentó representarse la estancia en penumbra, pero era tan difícil como tratar de que el agua recogida en el cuenco de las manos no se escurriera entre los dedos. Voldemort y Colagusano habían hablado sobre alguien a quien habían matado, aunque no podía recordar su nombre... y habían estado planeando un nuevo asesinato: el suyo.