51- Obito

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Mí hermano estalla en el asiento trasero.
Sus insultos se elevan a medida que las notificaciones saltan en su pantalla personal.

—Algo paso en casa. Perdí toda la conexión con los servidores del Almacén.
No puedo acceder a las cámaras. —  Se pasa ambas manos por el rostro y por la cabeza, tirando del cabello en el proceso. — ¡Ahhrg! ¡Me cago en todos los dioses! ¿¡Qué diablos pasa!?— Luego gruñe y arroja el portátil a un lado, sobre el asiento.

—Llama a Itachi ahora. Tenemos que saber que sucedió. — Gruñe Mad desde el volante.

—No puede ser bueno. — Murmuró. Sabiendo que mí otro hermano jamás nos dejaría solos en una misión. El enlace con nuestro hogar, nos facilita que él pueda anticipar los movimientos de nuestro enemigo.

Siento como Shisui suspira.
Todo esto nos tiene al límite. Saber que Saku esta en peligro no ayuda a calmarnos.
Ya quiero ponerle mis manos encima a ese jodido imbécil que se atrevió a tomar a nuestra chica.
Nadie se mete con mí familia y sale impune.

Shisui cuelga el teléfono y lo arroja junto con el ordenador.
—Ataco nuestra casa.
¡El bastardo espero a que saliéramos para cargarse nuestra puta casa! — Suelta rabioso.

—¿Ita? — Cuestionó de inmediato. Sé que está a salvo, ya que respondió al llamado de nuestro hermano, aún así, necesito que me lo confirmé.

—Bien, está ileso. Cabreado, y al parecer, lidiando con los oficiales de policía y los bomberos de la cuidad.

—¿¡Qué mierda!?

—Llama a Asuma, dile que se ocupe. — Sugiere Mad. Es una buena idea, nos ayudará a salir del paso con la policía local.

Llamó enseguida.
El agente Sarutobi me asegura que se ocupará personalmente. Es un alivio que tenga una deuda de vida con nosotros. Él y su familia. No nos aprovechamos de eso, pero nos alegra saber que contamos con él en estos casos.

—Nos acercamos al punto de encuentro y estamos ciegos. — señaló lo obvio. Sin el apoyo técnico de Itachi controlando las cámaras y todo a nuestro paso, estamos solos.

—Pase lo que pasé, no se saldrán con la suya, ni Urushi ni su jodido hermano. — Sentencia mí hermano y mí primo gruñe en conformidad.

El ordenador de Shisui recibe una serie de notificaciones y lo agarra sorprendido. Luego empieza a reír mientras Madara y yo lo vemos a través del espejo retrovisor.

—¿Y bien?— digo, esperando que se explique.

—Nuestro inteligente hermano saco su viejo ordenador.

—No puedo creer que ese vejestorio aún funcione.

— Solo importa que nos salvó el culo. — Afirma Mad.

— Lo tiene que usar enchufado, la batería está muy gastada, y está resoplando por lo lento que es, pero al menos pudo acceder a las cámaras. ¡Dioses! Siento como si el alma me volviera al cuerpo.

—Vamos, no puedes estar diciendo eso. Nos metíamos en la selva sin cámaras. — Reclamo entre risas.

—No te burles, me he acostumbrado a tener ventajas. Trabajo más relajado. — Suspira.
Madara ríe, y de golpe toda la tensión que teníamos nos abandona un poco.

Es cierto que hacer las misiones o cualquier trabajo con ojos en la espalda es algo que nos ayuda, pero siento que nos hemos vuelto unos flojos. Me guardo mí pensamiento, estos bastardos son capaces de dejarme solo la próxima vez que tengamos algún trabajo, solo por mencionarlo, flojo o no, también disfruto de trabajar más relajado que cuando estábamos de servicio.

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora