Ibrahim, Suleiman, Hurrem , Mahidevran, Hafsa y Selim.
Ellos son todos los que me dijeron que me amaban, que eran mis amigos, que solamente deseaban mi bien. Nadie nunca me dijo inteligente o astuta. Hatice siempre fue o la dulce ,inocente y alegre...
Consciente de la guerra que se aproxima,y deseando reunirse con su familia,el sultán Süleyman convocó a todos sus hijos y hijas,con sus nietos,nietas,yernos y nueras. Deseaba hacer una gran cena,reuniendo a todos sus vástagos. En algunas semanas,haría otra celebración,de esta vez incluyendo también a sus hermanas,sobrinos,sobrinas y cuñados.
En este momento,lo que más le encantaría era reunir a sus hijos, especialmente los dos que eran más lejanos. Pero Mihrimah rehusó la invitación,poniendo como justificación su enfermedad. Mehmet vendría con sus consortes y hijas,lo que era un alivió.
Todo fue organizado por la Haseki. Desde la comida ,hasta el entretenimiento,las acomodaciones y todo más. Ella delegó a las otras consortes tareas para ayudarla. A Ayşe le quedó la música y el baile. A Gülnihal,la comida. A Gülfem las acomodaciones y cuidado para los niños. Todo estaba listo entonces.
Como una excepción, Süleyman invito a su hermana Hatice, y solamente a ella,sin su familia. Necesitaba su apoyo también.
En el día esperado, empezaron a llegar los Şehzadesi y Sultanas. La Baş Haseki y la Baş Hatun se quedaron en el jardín para esperarlos.
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Una vez recibidos todos,se les dió el tiempo de acomodarse y descansar. La cena sería arreglada en el salón.
Antes de que cada hijo fuera a su madre todos,sin excepción,fueron hacia los aposentos de la Haseki,besar su mano y saludarla. Primero los varones. Sus nietos peleaban por abrazarla,lo que la encantó. Sus nueras se presentaron de manera adecuada.
Los hijos de Mahmud eran hermosos. El şehzade saludo a su madrasta, y le prometió un regalo. Sus consortes hicieron lo mismo.
Y fueron siguiendo los príncipes. Por la orden de nacimiento, Mehmet fue el próximo. Reluctante, pero acordándose de que no podría contrariar a su padre en el momento, besó la mano de su madrasta, y instruyó a sus consortes a hacer lo mismo . Mahidevran también se quedó encantada con las pequeñas sultanas.
- Pero que dos tesoros tiene usted, Mehmet! Dos hermosas sultanas. Que Allah les bendiga y les otorgue salud. Tengo algunos regalos listos para ellas, me permitiría darles?