Capítulo 18

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Jennie mentía si decía que no estaba incómoda en la comida, quería irse de una vez a su departamento y comer alguna sopa instantánea o algo por el estilo.

ㅡ¿Y cuántos cachorros planean tener?ㅡpreguntó la madre a mitad de la comida, mirando hacia la pelinaranja y a su hija.

Lisa hizo una mueca, apretando suavemente la mano de su omega. El no querer tener hijos era una ofensa para un alfa.

ㅡAún no lo decidimos, quizá uno. ㅡmurmuró la pelinegra, tratando de restarle importancia.

Chitthip soltó una risa burlona, señalando a la pelinaranja con el tenedorㅡ¿Solo uno? Por favor, ¿Qué clase de omega solo quiere un hijo?

La pelinegra no respondió, continuando con su comida.

Tenían nuevamente la comida en silencio hasta que Marco lo rompióㅡHija quiero que bajes conmigo a la última planta, necesito enseñarte unos tratos que firmé.

Lisa asintió sin poder negarse, no podía llevar a Jennie con ella ya que esos tratos eran privados y cualquiera podría filtrar la información y arruinarlos.

ㅡEstá bien, Jennie se quedará con ustedes y quiero que no la molesten. ㅡadvirtió a sus hermanas menores, mirando a las mismas con mirada asesina.

Las mayores parecen desinteresadas en la pelinaranja, así que eso la tranquiliza un poco, solo un poco.

ㅡ¿Escucharon niñas?ㅡpreguntó la pelinegra hacia las otras gemelas, alzando las cejasㅡNo quiero que molesten a Jennie mientras yo no estoy.

Daisy miró a su gemela, rodando los ojos antes de asentirㅡEstá bien, nosotras no le diremos nada.

Jennie hizo una mueca, apretando la mano de la pelinegraㅡLlévame contigo, por favor. ㅡpidió en voz baja.

ㅡOmega quédate aquí ¿Si? No voy a tardar y mis hermanas prometieron portarse bien. ㅡintentó sonar seria pero a la vez calmar a la chica, apretando su muslo por debajo de la mesa.

Pero no sé sentía en confianza para hablar con la familia de la pelinegra, se podía sentir su mala vibra y por alguna razón sentía náuseas al oler el peculiar aroma que emanaba toda la familia.

Su interior rogaba quedarse en silencio y convivir con la familia de su alfa, no entendía que pasaba pero no tenía otra opción, iba a soportar una más, solo una más.

Al terminar la comida, las sirvientas ayudaron a recoger la mesa para que éstas pudiesen ir a la sala.

Y Marco junto con Lisa fueron a la planta baja.

Jennie las siguió pues la pelinegra le dijo que era más seguro que se quedara con sus hermanas y madre, los sirvientes y guardias eran alfas y omegas.

Y quizá ellas eran buenas o algo por el estilo, trató de justificarlo aunque no estaba bien.

ㅡAhora que mi hija no está, quiero hablar contigo. ㅡdijo la mujer pelinaranja con una sonrisa fingida, cruzando una de sus piernas sobre la otra.

Jennie carraspeo incómoda, mirando sus uñasㅡUm, ¿De qué trata?

La pelinaranja pensó unos segundos, tratando de sonar lo más suave posibleㅡTú no puedes ser la omega destinada de mi hija.

La menor pareció confundida, mordiendo su labio inferiorㅡ¿No? ¿Y por qué no?

ㅡEs obvio, tú no eres una omega sumisa y eres rebelde. ㅡrespondió tajante, alzando las cejasㅡLo que siente mi hija por ti es atracción física, porque estoy segura que su loba no es estúpida para elegir a una omega rebelde como tú.

ㅡPues no lo sé señora, solo sé que su hija se metió en mi casa fingiendo sobre un perro husky negro. Yo no quise meterme en esta mierda con personas abusivas como ustedes, quiero a Lisa pero no por eso tengo que soportar a toda su familia. El cortejo es entre ella y yo, porque no estoy de acuerdo que tenga que meter a toda su familia en un asunto de pareja. ㅡrespondió la pelinaranja, frunciendo levemente su nariz.

La pelinegra le había advertido que responderle mal a una alfa era una ofensa demasiado grande y lo comprobó.

Un fuerte gruñido se escapó de los labios de la mujer y las cuatro niñas menores la miraron unos segundos antes de volver a su madre.

Jennie sintió como todo su interior se encogía, como algo rogaba el pedir perdón hacia las alfas antes de que ésta le hiciera daño.

Un chillido salió involuntariamente de los labios de la chica de pelo naranjo, sorprendiendo a todas, hasta a ella. Jamás había escuchado un sonido así pero éste fue involuntario y se sintió tan bien, su interior rogando que lo hiciera de nuevo.

Soltó uno nuevo, otra vez siendo involuntario, en pocos momentos pudo sentir como unos brazos la protegieron con fuerza, susurrando palabras para tranquilizarla.

ㅡYa, ya, ya. ㅡdijo varias veces, tratando de tranquilizar a la menorㅡAlfa está aquí, alfa te protegerá, vamos a casa.

Jennie pudo sentir como una parte interior ronroneó gustosa al tener a la alfa abrazandola con fuerza, llenandola con su aroma. 

Secret Alpha | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora