Capítulo 40

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Lisa había terminado de vestir a la pelinaranja, quien parecía estar muchísimo más perezosa de lo normal, así que ella tuvo que hacer básicamente todo, para evitar otro lloriqueo por parte de la omega, no quería que volviera a sentirse mal por cosas tan pequeñas e insignificantes. 

ㅡ¿Quieres comer algo antes de irnos?ㅡpreguntó la alfa, acariciando suavemente las mejillas de la pelinaranjaㅡEstaremos fuera un largo tiempo, así que es mejor que tengas algo en el estómago, porque la comida de la calle no te va a gustar. ㅡsusurró, fijándose en los ojos adormilados de la pelinaranja. 

No obtuvo respuesta, Jennie solo la miraba con ojos casi cerrados. 

ㅡAmor, te estoy hablando. ㅡdijo suavemente, pellizcando suavemente la mejilla de la pelinaranjaㅡDespierta, no puedes dormir ahora, mi amor. 

Suspiró rendida cuando la pelinaranja no respondió, así que decidió ir a la cocina para preparar algunos sándwiches para el camino, pues sabía que a mitad del camino la pelinaranja pediría algo de comer, así que debía estar preparada para aquellos caprichos. 

ㅡHey. ㅡdijo una vez volvió, sonriendo levemente al ver como la omega se había puesto una de sus sudaderasㅡ¿Estás calentita ahí?ㅡpreguntó, metiendo los trastes con tapa en una mochila pequeña. 

ㅡMhm. ㅡtarareo la menor, soltando un bajo ronroneo cuando la alfa la tomó en sus brazos. 

ㅡTe voy a llevar hasta el auto, pequeña princesa. ㅡsusurró, dejando un suave beso en la nariz sonrojada de la pelinaranjaㅡTú disfruta tu momento, yo me encargo del resto. ㅡsusurró, dejando otro beso pero ahora en la mejilla afiebradaㅡMi amor, tienes fiebre. ㅡsuspiró. 

Decidió no darle alguna pastilla a la pelinaranja, hasta averiguar que remedio podría ayudarle a calmar sus síntomas de cambio hormonal, el consejo de lobos sabría que hacer para hacerla sentir mejor. 

Una vez en el auto, la pelinegra fue a traer la comida que llevarían, además algo de agua embotellada por si la pelinaranja tenía sed, una vez estuvo todo listo subió al auto. Se aseguró que la omega estuviera cómoda atrás, luego de poner variedad de almohadas a su alrededor y algunas cobijas. 

ㅡ¿Estás cómoda?ㅡpreguntó la pelinegra. Supo que lo estaba cuando no recibió una respuesta, la pelinaranja volvió a caer dormida. 

Al menos así podría manejar sin preocuparse, así que lo hizo. 

Comenzó a avanzar por las calles de la ciudad, soltando un largo suspiro al pensar en el sermón que le darían los del consejo de lobos, por no acercarse a ellos antes de empezar a enlazarse con su omega, la cual además era una mitad humana. Oh vaya que recibiría un regaño. 

Una vez llegó al lugar donde estarían todos aquellos alfas y omegas algo viejos, pero demasiado inteligentes y hábiles, decidió despertar con cuidado a la pelinaranja, quien se despertó a regañadientes. 

ㅡPor favor no hagas un capricho ahora, mi amor. ㅡpidió la alfaㅡVamos a entrar ¿Si? Cuando salgamos te voy a dar todos los mimos que deseas. ㅡsusurró. 

Jennie asintió, frunciendo levemente el ceño una vez entraron. 

ㅡSeñor. ㅡsaludó la alfa, haciendo una pequeña reverenciaㅡEspero no molestar con mi presencia. ㅡsusurró.

Aquel hombre mayor sonrió levemente al ver a la pelinegra, acercándose a ellaㅡ Pequeña Lisa. ㅡdijo, palmeando el hombro de la menorㅡO bueno, ya no eres pequeña. ㅡrió bajoㅡ¿Qué te trate a visitar a este viejo anciano?

Lisa rascó detrás de su cabeza, mirando al mayorㅡVenía a presentarte a mi omega... mitad humana, mitad omega, y... está empezando su cambio hormonal. ㅡdijo, sus mejillas tornándose rojas de inmediato. 

ㅡAy, luna santa. ㅡdijo el lobo mayor, haciendo una muecaㅡOkay, okay, por el momento no te voy a preguntar nada, pero sabes que el proceso hormonal de un omega no marcado, es demasiado riesgoso. 

Lisa decidió quedarse callada, solo acompañando a la pelinaranja cuando el hombre mayor comenzó a revisarla.  

ㅡ¿No tiene algún tipo de aparato médico o algo?ㅡpreguntó la pelinaranjaㅡO sacarme pruebas de sangre... así sabrá que me está pasando. 

ㅡNo funciona así, niña. ㅡrespondió el lobo mayor, sonriéndole suavementeㅡNo te sacaré sangre, pero te daré un potenciador de feromonas, así podremos saber que es lo que te está pasando. 

Jennie hizo una mueca, pero se quedó en silencio por la mirada tranquilizadora que la alfa  le dio. 

No entendía absolutamente nada, pero aún así bebió el líquido amarillento que el lobo mayor le entregó, haciendo una mueca por su sabor tan amargo. 

ㅡDebemos esperar un momento a que te haga efecto, pero antes debo hablar con tu alfa un momento. ㅡdijo el hombre, acariciando una vez el cabello de la menorㅡAhora vuelvo. 

La omega frunció levemente el ceño cuando su alfa y el otro hombre se alejaron de ella, quedándose atento a todos los movimientos de ambos, tratando de averiguar que sucedía o tratando de escuchar algo, aunque sea una palabra. 

Se volvió a recostar en su lugar una vez la pelinegra volvió, con una sonrisa forzada. 

ㅡ¿Qué pasó?ㅡpreguntó la menor. 

ㅡTraigo buenas noticias para ti. ㅡdijo la alfa.

ㅡ¿Cuál?

ㅡTe vas a poner como un oso, lo que tú querías. 

ㅡ¿A qué te refieres?ㅡpreguntó Jennie, demasiado confundida. 

ㅡTe vas a poner panzoncita. 

Secret Alpha | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora