XX✨

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Shawn's POV.

—¡Shawn!— grito, Olivia seguramente, a mis espaldas.

La ignore, y nisiquiera me moleste en darme la vuelta para asegurarme de que fuese ella. La única voz que quería escuchar ahora, era la de Nina...

—¡Shawn!, ¿acaso no me escuchas?— preguntó, tomándome el brazo.

—Ahora no— dije, sin mirarle.

—¡Me debes una explicación, o siquiera una disculpa!— exclamó, parándose frente a mi.

—¡Ahora no, Olivia joder!— grité, perdiendo la paciencia.

—¿Qué mierda pasa contigo, Shawn?— preguntó, dándome un empujón.

La hice a un lado, y continué mi camino.

Busqué a Nina por toda la casa, sin dar con ella en ningún lugar. A lo lejos divisé a Taylor con los chicos, y decidí ir a preguntarle, se fue con él, así que debía saber en donde estaba.

—Hermano, ¿sabés dónde está Nina?— le pregunté, preocupado.

—No estoy muy seguro de que este allí— respondió, haciendo una pausa—, pero hace unos veinte minutos, o quizá media hora, iba a la piscina.

—Gracias.

Comencé a moverme con dificultad por la casa, empujando a todo aquél que se interpusiera en mi camino.

En cuanto llegue la vi, di un gran suspiro de alivio. Estaba bien, y eso era lo único que me importaba.

Me acerqué a ella, al punto de que mi respiración chocaba contra su cuello, y noté que se encontraba con los ojos cerrados. Se veía tan tranquila, tan relajada, tan... hermosa.

—¿Se puede saber por qué contestaste mi teléfono?— pregunté, susurrando en su oído.

Se mantuvo en silencio por varios minutos, hasta que por fin decidió hablar.

—¿Se puede saber por qué me engañaste?— contraataco, dejándome sin palabras por unos segundos.

Joder, golpe bajo.

—Yo no te engañe— respondí, a pesar de saber que, de cierta forma y sin quererlo, lo había hecho.

Rió sin ánimos.

—Sabes perfectamente que lo hiciste, Shawn— replicó, aún sin mirarme—. Pero la estúpida fui yo, al creer en tus mentiras.

—Mírame— pedí, tomando suavemente su mentón—. Mírame, Nina.

Abrió los ojos, esos ojos de un tono azul profundo e intenso, encontrándose de inmediato con los míos.

—Nada— dije, sin dejar de mirarla fijamente—, absolutamente nada de lo que te dije fue una mentira.

Resopló, y luego desvió la mirada.

—No te creo.

Dolía. Dolía que no me creyera.

Jamás había sentido algo por Olivia, y sabía perfectamente que jamás lo haría; por la sencilla razón de que estoy totalmente loco por la chica que está sentada a mi lado.

La verdad está frente a sus ojos, pero ella aún no lograba verla...

Tomé la botella de alcohol que se encontraba a su lado, a la cuál probablemente le quedaba menos de la mitad, y la tiré a la piscina.

—¡Hey!, estaba bebiendo eso— reclamó, cruzada de brazos.

—Ya, ahora nos vamos— dije, extendiéndole mi mano para que se levantara.

—No, yo no voy a ninguna parte contigo— replicó, fríamente.

Suspire frustrado.

—No estoy preguntándote si quieres venir— dije, levantándome del suelo—. Vendrás conmigo, y punto.

—¡No!— gritó, también levantándose—, ¡Eres un maldito mentiroso, y no quiero ir a ninguna jodida parte contigo!

—Nina, joder— suspire—. Solo vente conmigo... solo eso te pido.

Comenzó a perder el equilibrio, y esa fue la única señal que dio de estar completamente borracha. Me acerqué rápidamente para atráparla antes de que fuera a caerse. Recién ahí, fue cuando noté lo helada, y pálida que estaba. Me sentí como un verdadero imbécil por no haberme dado cuenta antes.

—Me voy con Ellie— dijo, poniéndose los tacones.

—Estando en las condiciones que estás, no vas a irte con nadie que no sea yo— dije, tomándola por la cintura.

—Dije que me voy con ella, joder.

—¿Estás loca?, para estas alturas, esa chica debe estar el doble de borracha que tú.

—La conoces muy bien, ¿eh?

Mi mandíbula se abrió levemente, sin poder creerlo, y sin poder articular una respuesta correcta.

—¿De qué hablas?

—Sé perfectamente bien toda la mierda por la que la hiciste pasar. No te hagas el idiota conmigo, Mendes.

—Se nota que no te contó la historia completa.

—¿A qué te refieres?

—Si te vienes conmigo, te lo diré.

—No puedes hacerme eso.

Reí.

—¿Quieres saber lo que paso o no?— asintió—. Entonces ya sabes lo que debes hacer.

(...)

—Quiero aclarar que te odio, y que esto no significa que ya no siga enojada contigo por ser un completo imbécil. Ahora, cuéntamelo.

—No vale la pena que te lo diga ahora, ya que seguramente mañana no recordarás nada.

Recordaría cualquier cosa que dijeras, siempre y cuando fuera algo importante claro, además no estoy tan borracha.

Reí, y ella me miró mal.

—Vale, ya que estas tan segura, ¿quieres apostar?

Alzó una ceja, y sabía perfectamente que diría que si, jamás ha podido resistirse a un desafío, por más pequeño que sea.

Asintió.

—Habla, ¿de qué se trata?— preguntó, arqueando una ceja.

—Solo te haré una pregunta, si mañana aún la recuerdas, te daré lo que quieras— respondí, sabiendo que, quizás, me estaba arriesgando demasiado.

—Trato hecho— aceptó—. Dispara.

Exhale una gran cantidad de aire, y la miré seriamente.

¿Fue una mala idea? No lo sabía. Y no lo sabría hasta el día de mañana, pero al fin y al cabo, estoy seguro que no recordará nada... es imposible que lo haga.

—¿Qué dirías si te dijese que... ya nos conocíamos?

Strings; memories never die✨ ➳s.mWhere stories live. Discover now