XXXVII✨

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Después de haber pasado toda la mañana y parte de la tarde junto a Shawn, decidimos que ya era hora de partir hacia al aeropuerto.

Los nervios comenzaban a apoderarse de mi, y lo peor de todo era que tenía miedo.

En tan sólo un par de minutos, estábamos entrando al lugar para encontrarnos con los chicos.

Casi de inmediato logramos divisarlos, todos corrieron hacia nosotros, mas no fue para abrazar a Shawn, sino a mi.

—¡Eh!, pedazos de imbéciles —reclamó—. Más les vale soltar a mi novia en los próximos cinco segundos si no quieren ser asesinados de la peor forma posible.

—Aw, mi pequeñín, ¡te has puesto celoso! —se burló, Cameron.

Todos rieron y se separaron de mi para ir hacia Shawn.

—¿Estás bien? —Miré hacia el lado, Nash me sonreía en modo de consuelo.

—Eso creo —respondí, insegura—. Es... difícil, Nashty.

—Ven aquí —me abrazó por los hombros.

—Grier, te estoy viendo —interrumpió, Shawn.

—Hermano, tendrás que dejar esos celos o Nina te dejará a ti.

—Es cierto —corroboro, Carter.

—No es así —intervine—. Basta, no molesten a mi novio.

Shawn les enseñó el dedo del medio mientras se acercaba para besarme.

—Son asquerosamente dulces —habló, Matt.

—Bien, dejen a los tórtolos en paz —pidió, Nash.

Los vi de alejarse hasta la maquina de golosinas, para así dejarnos solos.

Shawn se sentó, para luego dejarme sobre su regazo. Acomode mi cabeza en su pecho, sientiendo su agradable aroma, mientras él acariciaba mi espalda lentamente.

—Joder, me harás tanta falta —susurró, besando mi cabeza varias veces.

—Tu a mi más.

—Quizás no debería irme —dijo, dejándome totalmente sorprendida.

Me separe de él de inmediato, para mirarlo fijamente a los ojos.

—Shawn, mírame —obedeció—. Esto es lo que llevas esperando desde hace años, es por lo que tanto te has esforzado, ¡es tu sueño!, ¿te das cuenta de eso?

—No quiero dejarte —replicó.

—Shawn, no puedes perder una oportunidad como ésta —me levanté—. Mucho menos por mi.

—¿De qué me serviría cumplir mi sueño? Si eso significa perderte.

—Shawn, yo estaré aquí. Estaré aquí cuando vuelvas. Voy a esperarte todo el tiempo que sea necesario, porque te quiero. Te quiero como no he querido, ni voy a querer, nunca a alguien más.

Pude ver en sus hermosos y brillantes ojos que él sentía lo mismo, y que además creía en mi. Creía en mi y en mis palabras.

Se acercó para besarme, y no demore en corresponderle.

(...)

—Pasajeros del vuelo número trece, estén listos para embarcar en veinte minutos —avisó, una voz por un parlante.

Me abracé a Shawn, fuertemente, sin querer dejarlo ir.

Me tragué las ganas de llorar que se habían hecho presentes desde hace varios minutos, mientras los chicos comenzaban a despedirse de mi.

Ya casi me había despedido de todos, sólo faltaban Cameron y Nash.

—Voy a extrañarte mucho —Cameron me levantó por unos segundos—. Cuídate, ¿sí?

—Lo haré si tú lo haces, Cam —sonreí.

Besó mi mejilla para luego unirse a los demás chicos, que ya estaban por abordar.

—¡Pequeña! —exclamó, abrazándome fuertemente—. Dios, te extrañaré un mundo.

—Yo también a ti, Nash —le correspondi—. Cuídense mucho, porque juro que si algo les pasa...

—Todo estará bien —aseguró, sonriendo—. Nos comportaremos de la mejor forma, tranquila.

—Eso espero.

—Cuidaré de Shawn por ti —susurró, en mi oído.

Volvió a abrzarme, esta vez más brevemente. Segundos después, se unió al grupo.

Me quedé frente a Shawn, incapaz de pronunciar alguna palabra.

Me abrazó por varios minutos, depositando besos y caricias en mi cabello.

—Cuídate mucho, ¿quieres? —pidió—. Volveré antes de lo que piensas, lo prometo.

—Me vas a hacer una falta inmensa —admití.

—Tu a mi mucha más.

Tomó mi rostro entre sus manos, y me miró fijamente.

—Más te vale no hacerme llorar —advertí, sonriendo.

Sonrió de lado. —El tiempo pasará volando, ya verás, bebé.

—Shawn, no quiero molestarlos, en serio, pero tenemos que irnos —interrumpió, Jack G.

Me besó cortamente para luego separarnos.

—Estaremos juntos nuevamente mucho antes de lo que imaginas —se alejó lentamente.

Una vez que avanzó unos pasos, no pude evitar recordar un detalle.

—¡Shawn, espera! —grité, avanzando hacia él.

Me quité una de mis pulseras —mi favorita— y la deslicé por su muñeca. Sabiendo lo mucho que significaba para mi, se negó a recibirla, mas no pudo contra mi gran determinación.

—Es tuya —le repetí—. De verdad quiero que la tengas, Shawn.

—Ven aquí, preciosa —no dudé en corresponder el abrazo que estaba ofreciéndome.

—Shawn, tenemos que irnos.

—Hermano, déjalos un segundo más —dijo, Nash, dirigiéndose a Jack G.

Shawn se limitó a gestionar un "gracias", para luego volver a fijar su vista en mi. Me sonrió, para luego darme un, muy apretado, abrazo.

—No quiero que estés triste —dijo, sin soltarme—. Ya verás, cuando vuelva todo será igual que siempre.

Asentí.

—Te llamaré todas las noches, lo prometo —agregó, sin dejar de sonreír.

—Sé que lo harás.

No pude contener más algunas lágrimas que fueron resbalando lentamente por mis mejillas. Él las limpió con su pulgar, para luego posar su mano en mi mejilla.

Nos mantuvimos por unos segundos sólo mirándonos uno a los ojos del otro, hasta que sin pensarlo dos veces lo acerqué a mi.

El beso continuó, haciéndose cada vez más apasionado pero manteniendo la dulzura que naturalmente había en cada vez que nuestros labios se unían. Hasta que tuvimos que separarnos por falta de aíre.

—Eres mi vida. Nunca lo olvides.

Dicho esto, besó mis labios cortamente, para luego partir junto a los chicos.

Todavía no subía al avión, pero ya comenzaba a extrañarlo...

Strings; memories never die✨ ➳s.mWhere stories live. Discover now