CORTO V: AU MODERNO

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"Cuando Giyū se emborracha..."

•~•

La lluvia caía fuerte.

Los relámpagos y rayos iluminaban por completo la noche y el interior del apartamento.

Todo estaba oscuro, uno de los estruendosos rayos pareció haber estropeado algún cableado porque ahora no había electricidad.

Obanai estaba debajo de las sábanas, sentado en el sillón con sus rodillas a la altura del pecho y pies sobre el cuero del mueble. Estaba un poco preocupado.

La razón por la que no fue a dormir antes de que toda esta tormenta se desatara era la ausencia de otro habitante en el lugar.

¿Dónde estaba Giyū?

Supuestamente trabajando.

Pero no tiene sentido que su trabajo dure hasta la 1 de la madrugada, ¿O si?

Un relámpago se escuchó y alumbró todo el departamento, Obanai dió un pequeño salto y se acostó haciéndose bolita en el sillón.

Quiere estar con Tomioka, por estúpido se mal acostumbró y ahora no puede dormir sin él.

Su cena aún está en el microondas y Obanai no ha comido esperándolo, definitivamente se sentía como esas esposas sin ningún otro quehacer que no sea limpiar o esperar al marido.

Incluso cuando escucha el sonido de las llaves abrir la entrada deja de hacer lo que esta haciendo para ver al hombre en la puerta.

Espera, ¿Eso no eran los perros?

Cómo sea, Tomioka está aquí y es lo único que importa.

Se ve cansado, con los hombros caídos y ojos rojos, alumbraba el pasillo con la linterna del celular. Cuando el mayor vió a Obanai sus ojos ya no estaban tan decaídos, sus labios tuvieron una sonrisa.

—¡Obaaa~!

La voz estaba arrastrada, también dió pasos torpes cuando se acercó a Iguro. Lo abrazó e intento cargarlo, pero solo consiguió casi dejar caer el celular.

—Giyū, tú... ¿E-estas tomado?

Olía a cerveza y prácticamente se tambaleaba en sus brazos, Obanai tenía que sostenerlo para que no se cayera.

—Uhh... Sí, solo un poco, ¡P-pero fue culpa de mi jefe! Invitó a todos en la oficina a unas barras, no supe como negarme. No te enfades.

Iguro no gasto energía en regañarlo. Era tarde, pelear con un Giyū borracho era inútil y además, sabe que Tomioka es muy malo para negarse a las personas.

—Esta bien.

Lo iba a llevar a la habitación pero Tomioka no cooperaba.

—Giyū, camina.

—No quiero.

—Te voy a dejar caer si no caminas.

—¿Me cargas?

—Vas a dormir en el suelo si no cooperas.

—¿Me cargas?

—... Bien.

Obanai no tenía el corazón para dejarlo dormir en el suelo y tampoco tenía la paciencia de convencerlo de caminar. Con más esfuerzo de lo esperado pudo cargarlo al estilo nupcial, era algo incómodo porque Tomioka se sentía demasiado pesado y no estaba acostumbrado.

Quien lo cargaba era Tomioka y no era seguido, pero Iguro no va a molestarse. El menor tenía la suficiente fuerza para cargarlo.

Tropezandose y casi cediendo a la gravedad que los obligaba a caer al piso Obanai pudo llegar a la habitación, tirando sin cuidado a Tomioka a la cama.

°-Cortitos De Amor-°GiyuOba°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora