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—Noah—susurro para que se despierte

—Mm—su murmullo me hace saber que está muy cansado para levantarse

Me levanto y me tiro sobre él provocando que suelte un quejido

—Arriba—digo tocando los lunares de su espalda

— Recuérdame no volver a salir los días de clases

—Te lo recordaré

Él se vira y consigue tirarme de nuevo a la cama

—Me dijiste que querías algo a cambio de llevarme a ese lugar —digo volviendo a subirme encima de él—Que es?

—Quería sacarte una sonrisa y ya lo logré

—Enserio eso es lo que querías?— él asiente seguro y se gira para cambiar de posición

—Pero ya que lo logré ahora voy a hacerte reír

Y sin previo aviso comienza a hacerme cosquillas sin poderlo evitar suelto una carcajada por la sensación de sus manos en mis costillas, pero al intento de pararlo tiro un el reloj al piso provocando un estruendo, él se detiene y ambos nos quedamos en completo silencio

—Aly que fue ese ruido?—el grito de mi madre me hizo brincar y Noah se salió rápidamente de arriba de mí

—Nada, lo siento tiré algo al suelo—mi voz retumbó por toda el cuarto y por el silencio que se escuchó a continuación supe que había convencido a mi madre y ella había regresado a lo que estuviera haciendo

—Por poquito nos pillan por tu culpa— le reprocho

—Mi culpa, yo no me reí

—Pero hiciste que yo me riera y tirará el reloj

Siento una voz y le tapo la boca a Noah que tenía pensado hablar

—Hija baja que ya nos vamos—la voz de mi madre se escucha y me paro de golpe

—Ya bajo— grito alzando la voz lo suficiente para que piense  viene de mi habitación

Yo hago un ademán de salir pero Noah sostiene mi muñeca

—No creo que sea buena idea salir así vestida

Miro mi atuendo y me doy cuenta de que sigo llevando solo su pullover, corro a quitarlo y me pongo mi ropa tan rápido como me es posible, bajo las escaleras corriendo y me planto en la entrada de la sala

—Ya se van ?—pregunto tratando de no parecer nerviosa

—Por que estás vestida —  dice mirando mi ropa

—Que tengo?—pregunto sabiendo muy bien su respuesta

—Que te pareces a tu hermana—por desgracia la desobediencia y rebeldía de mi hermana había generado muchas peleas entre mi madre y ella y llegó el punto en que hace todo por qué yo no siga los pasos de ella

—No te preocupes me cambiaré—digo y miro la ropa con la que estaba vestida, exactamente como lo solía hacer Anyi, unos jeans negros y rotos, camiseta gris, chaqueta de cuero y botas, la verdad todo me lo había regalado ella al igual que otras prendas que no suelo usar

—Ok mi niña, nos vamos, despierta a Noah para que no vallan a llegar tarde a clases, recuerda no entrar al cuarto

—No te preocupes mamá— digo y pienso en todas las veces que he dormido con él estos días

Mis padres se despiden y salen, mi mamá tiene una historia curiosa con mi padre

Ella es así de estricta por la forma en que fue criada, un día sus padres le dijeron que se tenía que casar sin ni siquiera pedir su opinión, la relación de mis padres comenzó sin amor pero con la convivencia y el paso del tiempo se enamoraron, tuvieron dos hijas y formaron un hogar el cual han mantenido y cuidado a pesar de todo

Nos crío a nosotras bajo ese mismo régimen pero ya no son los mismos tiempo, no puede imponer algo de esa manera, primero mi hermana desobedeció y yo aunque nunca le llevaría la contraria no dejaré que haga conmigo lo que hicieron sus padres con ella

Subo a mí cuarto y me doy una ducha tibia, salgo vestida y arreglada, me asomo un poco por las escaleras para ver si Noah está en la primera planta pero no, voy hasta su cuarto y toco la puerta, al no obtener respuesta entro, desde aquí puedo escuchar la llave del lavamanos abierta por lo que deduzco que él está ahí, toco la puerta del baño y esta sede ante el toque, él está apoyando sobre la meseta con una mano, la otra la usa para lavar sus dientes, lleva solo una toalla enrollada en sus caderas lo que deja ver un pequeño tatuaje en su uve, lo había visto sin camisa pero nunca había alcanzado a ver el tatuaje, termina y se gira quedando frente a mí, sus ojos me miran cuidadosamente como si tratara de descifrar algo en los míos, da unos pasos quedando tan cerca de mí que puedo sentir su aliento que huele a menta fresca, coloca una mano en el marco de la puerta y la otra sube lento por mi brazo, estamos tan pegados que se pueden sentir ambos latidos uniéndose, él baja su mano hasta la mía y la sostiene, hace un intento de unir nuestros labios y yo echo mi cabeza un poco hacia atrás impidiendo el contacto, sus ojos se clavan en los míos y me dedica un sonrisa dándome la confianza para que me deje llevar, doy un paso pequeño y pego mis labios a los de él, el beso comenzó suave, sus labios sabían exquisitos y mi pulso se disparó al sentir el contacto de su lengua contra la mía, cada movimiento hacia que me diera un vuelco el estómago, la falta de aire hace que nos separemos un poco y él suelta un suspiro que hace que todo en mi vibre, deja caer su frente en la mía y me mira atentamente

— Aquí tienes la razón por la cual no te veo como hermana

Sonríe para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora