Capítulo 1

6K 379 25
                                    

17 años después

Stiles daba saltitos en la cama del sucio y destartalado motel donde sus hermanos y él acababan de alojarse, la verdad esque está era su vida, desde siempre. Tras el asesinato de su madre, toda la familia se había dedicado exclusivamente a perseguir y destruir todo tipo de criaturas malignas, bueno toda la familia no, mientras que Dean y Sam habían sido entrenados como guerreros implacables, él había sido excluido casi completamente de la "misión", solo se le dejaba participar recopilando información, que por otra parte había que añadir que era todo un experto en este arte. Apesar de sus indudables ganas de entrar en acción tampoco podía culpar a sus hermanos por apartarle de la caza, no era un joven muy atlético, era delgado y tenía un cuerpo definido, pero era un completo desatre en cualquier deporte. Apesar de su hiperactividad su familia había conseguido tenerle controlado la mayor parte del tiempo, como en ese momento en el que dos pares de ojos le miraban molestos, ante esto el joven les lanzo a sus hermanos una gran sonrisa inocente.

-Stiles, Sammy y yo vamos al pueblo...no te muevas de aquí- añadió finalmente Dean mientras asentia con suficiencia en dirección a Sam, quien le miro divertido. Una vez hubieron salido de la pequeña habitación se dirigieron al aparcamiento donde se encontraba el Impala-Hola bebé, ya estamos aquí-afirmo con cariño el cazador acariciando el volante del automóvil - ¿Qué?-pregunto molesto a su hermano que le miraba con incredulidad desde el asiento del copiloto

-Dean, hemos estado separados del coche 30 minutos ¿no crees que estás exagerado?

-No le hagas caso- susurro el mayor al coche, mientras arrancaba- Sabes que nuestro hermanito va a escaparse en cuanto nos vayamos ¿no?

-No lo creo- contesto un sonriente Sam mostrando las llaves del jeep de Stiles

-Eso no va a gustarle nada- con una carcajada común los hermanos se alejaron del motel en dirección a la comisaría del pequeño pueblo para investigar los extraños sucesos que los habían llevado hasta allí

.....................................................

Al entrar en la comisaría los dos hermanos se toparon de frente con el sheriff Donovan que les miro sorprendido y un poco confuso. Ante esto los Winchester se dispusieron a identificarse

-Buenos días señor, soy el agente Colter y este el agente Harris- informó enseñando su identificación del FBI, una falsificación, por supuesto, pero Sammy podía hacer milagros. El motivo por el que se hacían pasar por agentes del gobierno era muy sencillo, ninguna autoridad les proporcionaría la información que requerían como simples civiles, por ello, interpretaban a lo largo del año un sinfín de personajes distintos: Agentes del FBI, periodistas, curas, Rangers, etc, en definitiva, lo que hiciese falta para conseguir lo que necesitaban

-Buenas agentes, soy el sheriff Donovan-dijo estrechando la mano de los dos hombres trajeados- No les esperaba hasta dentro de un par de días, hoy mismo acabo de informar a sus oficinas

-Bueno, ya sabe, se acercan las elecciones y los de arriba quieren dar buena imagen- Comento Dean con su característica sonrisa de medio lado

-Si no le importa sheriff, nos gustaría ver a las víctimas- Añadió Sam

-Claro, por supuesto, ahora mismo iba al depósito, siganme caballeros

Los hermanos observaban perplejos los restos de las tres mujeres asesinadas, dejando de lado la atrocidad que estaba viendo no parecería un caso para ellos si no fuese por la desaparición de los bebés que aquellas mujeres portaban en su vientre. Sacudiendo la cabeza el mayor comenzo con el interrogatorio al forense

- Entonces, las heridas fueron realizadas por un arma blanca, ¿verdad?

-Sí, debido a los desgarrones que produjo en la piel, yo diría que fue un cuchillo mal afilado, probablemente muy viejo a juzgar por las partículas que se han desprendido de este

-Sheriff ¿podría hablarnos un poco de las víctimas?- Pregunto Sam

-Todas eran mujeres jóvenes, entre 25 a 30, todas ellas embarazadas y lo único que tenían en común era el trayecto que tomaban para ir a trabajar. Verán, prácticamente se podría decir que eran como la noche y el día, la primera mujer era camarera de un local familiar llamado Tedd's restaurant, la segunda era profesora de matemáticas en el instituto público del pueblo y la tercera era una abogada de gran prestigio en la comunidad

- La profesora Smith- dijo Dean mirando de reojo a su hermano- ¿estaba casada?

-Sí, con un buen hombre, Gavin Smith- contestó el sheriff cogiendo los distintos informes- Es raro, parece que era la única que estaba casada

-¿Podría facilitarnos la dirección del señor Smith?- pidió Sam

.....................................................

Como habían predicho sus hermanos lo primero que hizo el castaño, una vez los perdio de vista, fue buscar las llaves de su destartalado, aunque querido, jeep, y resoplo molesto cuando no las encontró por ninguna parte, sentandose frente al ordenador de su hermano inició sesión y buscó información y horarios de autobuses. Al comprobar que en cinco minutos pasaba uno bastante cerca del motel agarro su chaqueta y corrió de forma descuidada hasta la parada, una vez en ella subió al autobus, que acababa de llegar. Todavía jadeante, se sento en uno de los asientos traseros y reflexionó sobre lo que sabía del caso, se había encontrado el cadáver de tres mujeres embarazadas a las que se les había extraido el feto, lo más extraño del caso era que solo se había encontrado el hígado de los bebés no natos, y ni rastro del resto de los cuerpos. Había sido un poco imprudente irse así del motel, pero durante la investigación preliminar del caso descubrió que una de las víctimas era profesora, y mientras sus hermanos estuviesen ocupados con el sheriff y el forense, él podría avanzar en la investigación.

Una vez llego a su destino, Stiles se bajo del autobús y camino con cierta premura hacía la casa de la profesora, según los registros del ayuntamiento estaba casada con un abogado laboralista llamado Gavin Smith, se agito nervioso y llamó a la puerta, la verdad es que no tenía demasiada experiencia interrogando, siempre que lo hacía era en secreto y en muy contadas ocasiones. El hombre que le abrió la puerta tendría unos treinta años, aunque debido a su mal aspecto en general, parecía envejecido. Al ver al joven se acomodo la bata que llevaba puesta y le miró interrogante

-Hola señor Smith, me llamo Steve Daniels y era alumno de la señorita Smith- mintió de forma convincente el castaño

-Oh, por supuesto, pasa- invitó el afligido hombre. Le guió al salón y le indicó que tomase asiento- ¿Querrías algo de beber? Creo que todavía tengo algún refresco, a April le encantaban- susurró nostálgico

-No gracias, no se preocupe- declinó la oferta- Verá no quisiera molestarle, me he pasado para presentarle mis respetos- al ver que el hombre solo asentía con cansancio prosiguió- Era una profesora excelente y muy simpática, pero...bueno, no se muy bien como decirlo- suspiró- Últimamente la notaba rara, como si estuviera asustada.....posiblemente no fuera nada... no sé...

-Bueno, la verdad, yo también lo noté, aunque no le di demasiada importancia- Al percatarse que tenía la completa atención del chico continuó- Un par de días antes de su....muerte me comentó que se había topado con una anciana que le dio escalofríos

-¿Y eso?

-Supongo que por su apariencia, no sé, April me dijo que no paraba de preguntarla por el bebé, no sería tan raro si no fuese por como la describió, como una bruja- aclaro al ver la curiosidad reflejada en el rostro de Stiles

-¿Cómo una bruja?

-Sí, ya sabes, con harapos antiguos, muy vieja, escuálida...

La conversación fue interrumpida por el sonido del timbre, Gavin se disculpo con el joven y fue a abrir la puerta. Stiles desde su sitio se encogió un poco al oír la conversación que se estaba manteniendo en la puerta, buscó una salida con la mirada, pero antes de poder hacer ni el más mínimo movimiento,  aparecieron por la puerta sus dos hermanos mayores vestidos de federales, con cara de enfado, por parte del mayor, y de cansancio por parte del pequeño.

Los WinchesterWhere stories live. Discover now