Los Winchester

Capítulo 9

Después de salir de la cafetería, Stiles, buscó a la chica que tanta impresión le había causado. Realmente no sabía muy bien a donde ir, el instituto era laberíntico con tantos pasillos entrecruzados, tampoco ayudada las constantes interrupciones de compañeros que se interponian en su camino. Dándose por vencido decidió bajar a los vestuarios, ya que tendría que quedarse a entrenar después de las clases

- Cas- llamó al ángel. Estaba en el vestuario masculino, que se encontraba totalmente vacío, paseandose nervioso por este

- ¿Sí?- preguntó una voz a su espalda- ¿Qué tal las clases?

- Mal- dijo un poco molesto- Perdona, Cas- se disculpó al ver la cara de incomprensión de su amigo- Voy a quedarme después de las clases, resulta que estoy en el equipo de Lacross...... No digas nada- advirtió alzando un dedo en la dirección del serafín- Y necesito ropa de deporte, no te lo pediría, pero como me has traído tú- se excusó, no quería abusar de la amistad del pelinegro ya sería una molestia para un ser tan poderoso como él hacer de niñera

- Aquí- dijo para desaparecer- Tienes- añadió al reaparecer segundos después tendiendole un chandal y encima unas deportivas

- Gracias- dijo con una sonrisa sincera- ¿Cómo vais? Ya sabes con lo de Lucifer....- preguntó interesado

- Parece que ha secuestrado a un pueblo entero- soltó Castiel sincero- Y creemos que tiene intenciones de sacrificar a los habitantes

- Cas....Ya hemos hablado del filtro- recordó divertido el joven, para una persona tan sarcástica como él era difícil tratar con alguien que entendía todo de forma tan literal

- Bueno- tengo que volver a las clases- Adiós- se despidió cuando vio a su compañero desaparecer- Ahora toca.....- susurró en voz alta mientras inspeccionaba su horario- Matemáticas, muy útiles para calcular la propina en los restaurantes- habló no muy convencido mientras salía de la estancia y buscaba el aula en el segundo piso- Aunque yo ya se calcularla.....

-Stiles- llamó Lydia- ¿No entras?- preguntó al ver como el joven se había quedado a un lado de la entrada y no se decidía a entrar

- ¿Y perderme una asignatura tan interesante y entretenida? -preguntó sarcástico- Eso no puede permitirse- dijo entrando por fin a la clase y sentandose lo más lejos posible de la pizarra, que no fue muy lejos, para su desgracia. Nada más sacar su cuaderno la profesora entro en la clase y antes de que cerrase la puerta se interpuso Malia, que con una disculpa entró y se sentó en su sitio dedicándole una mirada mortal al joven, que estaba sentado detrás de ella

- Bien chicos, el otro día dejamos explicadas las ecuaciones trigonométricas- dijo la mujer mientras escribía unos ejercicios en la pizarra- Bien....Malia y ¿Stiles?- al ver el asentimiento del joven continuó- salgan a resolver estás dos ecuaciones. Vamos Malia- animó al ver la cara de pánico de la chica

-Coseno de 26 más 180 grados- susurró el cazador con una sonrisa amistosa a su compañera tras haber finalizado su ejercicio y ver lo perdida que estaba, por lo que recibió una mirada de agradecimiento de Malia antes de sentarse en su sitio a esperar a que la clase terminara

Stiles se dirigió, por fin, a la salida del colegio, tras las clases había ido al entrenamiento, que había sido una auténtica tortura y prefería no recordar.....Nunca. Con gesto de molestia recordó que no tenía su Jeep, mirando a su alrededor comprobó que todavía había mucha gente, así que fue tranquilamente hacía el bosque que estaba enfrente de la escuela, para llamar a Castiel. Una vez se adentro en el lugar empezó a oir unas piasadas tras él, con unos reflejos que desconocía se agachó justo a tiempo, para esquivar lo que se había avalanzado sobre él, un hombre lobo, que con agilidad evitó caerse y se giro hacía él

- Parece que el cachorro tiene reflejos- gruño- Será más divertido matarte- sentenció con una gran sonrisa

- No te creas- negó mientras retrocedía poco ha poco y buscaba con la mirada algo que le sirviese para defenderse- Mi coordinación deja mucho que desear......

- ¿Sabías que un cazador mató a toda mi familia?- preguntó el hombre buscando una oportunidad para avalanzarze sobre su presa- Paerece justo que yo mate a cada cazador que encuentre...o a su familia- rugió lanzándose a por él

Sin esperar más, el joven giro sobre si mismo, esquivando a su atacante y corrió devuelta al aparcamiento. Una vez en él, sin detenerse, buscó algo que pudiese ayudarlo, al no ver nada se adentro en el instituto y troto por los pasillos intentando encontrar algún aula abierta. Entrando en lo que parecía el laboratorio de Química buscó entre las distintas sustancias algo inflamable. Su cerebro le decía que pidiese ayuda, pero sus instintos le empujaban a defenderse. Con cuidado de no hacer ruido salió al pasillo y derramó el alcohol formando un gran círculo, se deshizo de la botella y se seguro de que el mechero que encontró en el laboratorio funcionase. Apunto de un ataque de nervios apunto la llama al detector de humos, que inmediatamente empezó ha ejercer su función, y golpeó una de las taquillas con fuerza, llamando la atención del hombre lobo, quien inmediatamente corrió en esa dirección y con una sonrisa lobuna fue acercándose lentamente al muchacho

- Para ser de una familia de cazadores no eres muy listo, muchacho- dijo en forma de gruñido- No será una gran pérdida para tus hermanos después de todo.....Pero ¿qué?- rugió al verse en el centro de un círculo de llamas- ¡¡¡Vuelve aquí!!!- gritó furioso intentando salir del fuego viendo como el joven salía del instituto

- Ca....- se interrumpió cuando una mano le tapo la boca, impidiendo que continuase. Al girarse vio a un hombre más alto y fornido que él, que lo miraba con los ojos de un color azul muy poco natural. Con una sonrisa nerviosa volvió a girarse para alejarse del ser, pero se congeló al oír un fuerte rugido y ver salir al hombre al que acababa de tender la trampa

- Te recomiendo que no lo hagas- dijo serio el recién llegado cuando vio que volvía a intentar pedir ayuda. Antes de que nadie pudiese impedirlo Peter volvió a lanzarse contra Stiles, quien cayó hacía atrás al intentar huir del lobo