sistema tecnológico en la actualidad ( 1 - 398 )

cap 377 y 378

Capitulo 377
Widowmakers Gonna Widowmake

"¿Cuánto falta para el límite?" preguntó el capitán del Heidrek mientras observaba el ataque que se aproximaba.

“Quince segundos, señor”, respondió el oficial de comunicaciones.

"Si no se rinden antes del..."

El oficial de comunicaciones interrumpió al capitán. “Señal de la bandera, señor. El almirante Gutiérrez envía: 'hundan al grupo de ataque del portaaviones USS Carl Vinson. Buena suerte y buena caza, caballeros'”.

"Bueno, no decepcionemos al almirante, ¿vale? Heidrek, por favor limpia el cielo" ordenó el capitán.

[Sí, señor. Limpieza del cielo en proceso], respondió la IA de la nave, y luego emitió una breve alerta de maniobra. [Prepárense para maniobras en 3... 2... 1. Maniobras.]

El Heidrek giraba sobre el océano como un trompo, lo que le permitía dirigir sus tormentas de metal de proa y popa hacia los aviones y las municiones que se acercaban. Si bien solo había dos de ellos, en comparación con los cientos de opciones de defensa aérea de la flota de reacción edeniana, mucho más grande, también estaban siendo atacados por muchos menos atacantes.

En cuestión de segundos, se levantó una pared de fuego de interceptación de las tormentas de metal, junto con docenas de munición antiaérea frangible dirigida individualmente desde los cañones principales configurados para detonación de proximidad. ¿Su objetivo? Los veinte F/A-18 Super Hornet que se estaban acercando y ya habían disparado su complemento completo de misiles en apoyo de los misiles de crucero lanzados por VLS enviados por el grupo de portaaviones estadounidense.

Por muy ágiles que fueran los aviones, no pudieron esquivar ni distraer a los torpes proyectiles frangibles, y en poco tiempo cayeron del cielo con un aspecto muy parecido al de un queso suizo. No solo los aviones, sino también los misiles de crucero y los misiles aire-tierra fueron aplastados como si una palma gigante los hubiera barrido como si fueran una pequeña nube de molestos mosquitos.

En cuestión de diez segundos, la ola de misiles y los aviones habían sido destruidos, ninguno de ellos capaz de acercarse a menos de dos kilómetros del aparentemente minúsculo EV Heidrek.

[El cielo está limpio, capitán] informó la IA del barco.

"Muy bien, gracias Heidrek" respondió el capitán. Se volvió hacia su oficial de armas y le ordenó: "Dicen que los cielos despejados van acompañados de mares tranquilos. Limpiemos un poco de la basura del océano, ¿de acuerdo? Disparen para causar efecto, paralicen la flota enemiga."

"Disparando para causar efecto, apuntando a los motores y a las armas, sí, señor" repitió el oficial de armas.

Se volvió hacia su consola y, con la ayuda de la IA de la nave (que, gracias al arduo trabajo de Nova a lo largo de los años, había completado planos de cada nave oceánica actualmente en uso), trazó un plan de disparo para paralizar por completo al grupo de portaaviones enemigo.

Treinta segundos después, presionó el Gran Botón Rojo en su consola y los cañones del Heidrek hablaron con ira una vez más. El sonido de un proyectil tras otro rompiendo la barrera del sonido al salir del cañón de los cañones resonó por la zona, siguiendo detrás de los propios proyectiles. Los siete destructores y tres cruceros con misiles guiados que se alejaban frenéticamente unos de otros mientras intentaban recargar rápidamente sus sistemas de lanzamiento fueron los primeros en ser alcanzados por rondas penetradoras dirigidas a sus motores, y quedaron inmovilizados en el agua. Solo podían funcionar con sistemas de respaldo y necesitarían ser remolcados a un dique seco para su reacondicionamiento y reparación completos si alguna vez volvían a entrar en servicio.