I Love You. I Need You (ILYINY 1).

Capítulo 9: El regalo del amor.

Esto es raro xD bueno, les quise dejar un pequeño regalo. Es un capítulo muy especial y baboseado de amor. Hay Lemon, así que lo leen bajo su responsabilidad xD

¡Por favor lean la nota final!

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La cede está en completo silencio, Steve y Natasha ríen despacio, y se besas por millonésima vez en el día. Nadie tenía idea sobre lo que ellos habían hecho, nadie tenía idea sobre lo que están por hacer ahora mismo.

Natasha suspira sobre los labios de Steve y él toma el rostro de ella entre sus manos.

- Te amo – murmura y vuelve a besarla.

- Te amo – contesta ella, y tomándolo por la corbata lo arrastra al interior de la habitación de ambos.

Natasha empuja a Steve sobre la cama, y se sienta sobre él. Sus labios viajan por la boca del soldado, descienden por su barbilla, y se detienen en su cuello, adonde ella produce un suave suspiro. Steve sujeta las caderas de Natasha con nerviosismo, y lentamente recorre las piernas de la espía.

- Hoy vamos a hacer el amor – susurra Natasha en el oído de Steve.

Steve jadea en respuesta, y Natasha aprovecha para volver a besarlo con intensidad. Ella se deshace de la molesta corbata de Steve, y comienza a desabrochar su camisa. Steve, con sus mejillas algo sonrojadas, baja el cierre del corto y blanco vestido de Natasha. Ambos quedan al descubierto de la cadera para arriba.

- Sabía que debajo de esa cara de niño bueno, había un cuerpo todavía más bueno – dice Natasha con diversión, y sus manos viaja sobre el abdomen de Steve.

Los ojos de Steve se encienden con deseo, si bien no era la primera vez que sentía ese deseo, era la primera vez que lo sentía con tal intensidad. Como si su corazón fuera a salirse de su pecho, como si fuera capaz de todo por Natasha.

- Relájate – murmura Natasha, y comienza a desabrochar el pantalón de Steve.

Hablaba la voz de la experiencia, pues Natasha, a diferencia de Steve, tenía muy claro todos los pasos a seguir. Así que viendo la incertidumbre de Steve, deslizó su vestido a través de sus brazos, y lo tiró a algún lugar de la habitación. Steve se relame los labios y suspira. No quería ponerse aún más nervioso, pero de alguna manera sentía que Natasha esperaba que él tomara el control en algún momento. Y eso es lo que hizo, colocó la espalada de Natasha contra la cama, y se deshizo de los últimos rastros de ropa de ambos.

- No me observes así Steve – dice Natasha con voz entrecortada – no vas a hacerme daño, nunca lo harías – dice y se aferra al cuello del soldado.

Sus labios se unen, en el mismo instante que lo hacen sus cuerpos. Así, se amaron durante toda la noche.

Los primeros rayos de sol golpean con fuerza el interior de la habitación, y Natasha ronronea sobre el pecho de Steve, y Steve responde con un suave gruñido. Como lo más primitivo, como si fueran animales.

- Buenos días – murmura Steve.

- Muy buenos, me atrevo a decir – dice Natasha con diversión.

- De mis mejores días – asegura Steve.

Natasha sonríe ampliamente, y se separa de Steve. Con paso decidido toma algo de ropa, y se dirige hacia el baño de la habitación.

- Voy a bañarme – comienza – y no me molestaría compartir la bañera – asegura.

Steve sonríe, y tomando algo de ropa, desaparece junto con Natasha, por la puerta del baño.