I Love You. I Need You (ILYINY 1).

Capítulo 11: Bebés.

Venía a dejarles este capitulo, y a decirles que a esta historia le queda muy poco. Unos 3 capítulos más o menos xc

¡Pero hay segunda temporada! Shii *-* Así que mis hermosas lectoras, disfruten los últimos capítulos de esta historia de amor <3

Las amo <3 <3 <3

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Un mes, había pasado un mes desde la decisión de Natasha y Steve de tener un hijo, y ella está tan malditamente nerviosa. Sus manos están algo sudadas sobre la hoja que le diría si al fin sería madre. Steve está junto a ella, y se puede decir que está tan, o más nervioso que ella.

- Que desastre – comienza Natasha – Sam, Wanda y Visión cumpliendo misiones, y nosotros nerviosos por una prueba de embarazo – dice Natasha y abre el sobre con fuerza.

Ella muerde sus labios, y salta las dos primeras páginas, para ir directo al final.

- Natasha Rogers, etcétera, etcétera. Resultado... positivo – susurra la última palabra.

- ¡Positivo! – exclama Steve con alegría - ¡Tendremos un bebé! – grita y aferrando la cintura de Natasha, la hace girar por el aire.

Ambos comienzan a reír con fuerza y las lágrimas inundan los ojos de Natasha.

- Ya veo porque estabas tan sensible este mes – dice Steve con diversión y ternura – hola James – susurra Steve acariciando el vientre de Natasha.

- No, no, no – contraataca Natasha – Jael – dice y asiente firmemente.

- Es niño – asegura Steve.

- Niña – dice Natasha antes de plantar un fuerte beso en los labios de Steve – una pequeña Súper Soldada.

- Un pequeño súper solda... - comienza Steve, pero vuelve a ser interrumpido por un beso de Natasha.

- ¿Qué sucede aquí? – pregunta Janet con diversión – díganme que tendremos un pequeño Rogers – dice mientras toma una bolsa de papas.

- Exactamente – dice Natasha.

Ambas mujeres se sonríen con afecto, dejando claro que era una sensación que solo alguien que alguna vez estuvo embarazada puede sentir.

- ¡Pues felicitaciones! – exclama Janet con alegría – si me permiten, se lo contaré a Henry, aunque si se lo cuento, lo más seguro, es que Stark se entere en menos de lo que canta un gallo – dice y sonríe.

- No importa – dice Steve restándole importancia.

Y es que en verdad, ¿A quién le importaba? Ellos eran felices, y todos parecían serlo ahora. Todos menos una joven bruja color escarlata, la cual a pesar de estar feliz por su inminente boda, se sentía caer cada vez que escuchaba a alguien más comentar su felicidad por su reciente embarazo.

Todos estaban formando una familia, y la única manera de que ella lo hiciera, sería teniendo un poco del Suero del Súper Soldado en su cuerpo. O eso le había dicho Visión. Le dijo que la única forma sería quedar embarazada de un Súper Soldado, ¿El problema? No creían que Steve lo hiciera. "Es demasiado políticamente correcto" – repetía Wanda a Visión una y otra vez durante los primeros meses de embarazo de Natasha.

Exactamente en el quinto mes de embarazo de Natasha, el sexto de Bobby y de Ororo, el tercero de Janet, y el quien sabe cuánto de la esposa de Thor; Wanda y Visión decidieron hablar con Steve. Obviamente en secreto.

- Okey, saben, me están asustando un poco – dice Steve – si querían matarme tuvieron muchísimas oportunidades para hacerlo – dice y rasca su nuca.

- Steve, hay algo muy importante de lo que queremos hablarte – comienza Wanda.

- ¿Importante peligroso o importante leve? – pregunta Steve y se sienta en una silla de la amplia cocina.

- Te necesitamos – dice Visión – como bien sabes, Wanda y yo no podemos tener hijos. Solo podríamos con Suero del Súper Soldado...

Steve abre los ojos con sorpresa, y los tres conocen bien el rumbo de la conversación.

- ¿Todo bien? – pregunta Natasha.

- De maravilla – responde Steve y acaricia el abultado vientre de su esposa – te dije que sería James – asegura Steve con orgullo.

- Todos tendrán varones – dice Natasha con frustración – me hubiera gustado ver a una niña corretear por la cede – dice y apoya su cabeza en las piernas de Steve.

- Bueno, James, Francis, Azari y Henry serán el club de Los Vengadores del Futuro – dice Steve con diversión.

- ¿Lo imaginas? –pregunta Natasha – apuesto a que será idéntico a ti – asegura y posa sus manos sobre su vientre – solo cuatro meses más – dice con diversión.

- Cuatro meses, seguro pasarán volando – dice Steve y coloca sus manos sobre las de Natasha – Tony encontró algo – murmura.

- ¿Qué? – pregunta Natasha alarmada y se sienta en la cama observando a Steve con profundidad.

- Encontró la ubicación del manejo de los robots – comienza Steve – es una misión muy importante.

- Y te irás dejándome el corazón en la garganta ¿Verdad? – pregunta Natasha, y otra vez las hormonas alteradas le juegan una mala pasada haciéndola llorar.

- Sabes que es mi deber – dice Steve con un poco de autoridad marcada en su voz.

- Yo lo sé, mi mente lo sabe... tu hijo y mi corazón no lo hacen – dice Natasha y se aferra a su almohada.

- Lo siento – dice Steve con voz sigilosa – sabes que los amo, pero es mi responsabilidad. No volví del hielo para quedarme de brazos cruzados viendo a los demás romperse la espalda con el trabajo duro – dice Steve levantándose – sabes que no lo hago para herirte, por favor Natasha, el bebé y tú son lo más hermoso que tengo. Jamás los dañaría – asegura y deposita un beso en la frente de su esposa, antes de desaparecer por la puerta del baño.

Natasha está nerviosa, más que nerviosa está enojada. No puede siquiera hacerse a la idea de poder perder a Steve, no ahora, no cuando por fin pueden ser felices. De alguna manera siempre supo que sería así, que siempre estarían al borde de perder su vida. Pero ella quería morir junto a él, junto a su soldado, el no tan indefenso muchacho de Brooklyn.

El ruido de la puerta del baño abriéndose trae a Natasha a la realidad, y se levanta de la cama, saltando directo hacia los brazos de Steve.

- No quiero perderte – murmura entre lágrimas – te amo, te amo tanto. James te ama, no queremos perderte –dice y acaricia las mejillas del soldado.

- Los amo más que a todo – dice Steve entre susurros posando sus manos en el vientre de Natasha – jamás querría dejarlos – dice y comienza a sentir el picor de las lágrimas agrupándose en sus ojos – pero tengo que irme. No ahora, pero cuando la misión se preste, debo hacerlo – dice Steve y se aferra a la cintura de Natasha.

- Debes – susurra Natasha y deposita un beso en los labios de Steve – pero mientras tanto, no me sueltes – dice y las lágrimas de Steve también se hacen presente.

- Nunca los soltaré – dice Steve, y sella la promesa con un suave pero profundo beso. Cargado de amor.

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Las amo <3 <3 <3

Xoxo <3