Capítulo 18

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Natasha sabía que tenía que hacerlo. Debía hablar con Paul si es que quería resolver el misterio que le había planteado Tara. Sin embargo, una parte de su mente se notaba reacia a tener contacto con el chico. No sabía si sería capaz de verlo a los ojos sin recordar los viejos tiempos, sin recordar que una vez lo amó y luego ese amor se esfumó.

Lo miró. Estaba almorzando con Oliver. Es lo mismo que había hecho toda esa semana. No reía, pero tampoco se veía miserable. Al parecer ya se habpia acostumbrado a la monotonía del refugio. Simplemente se dedicaba a comer su sandwich, sin percatarse que Natasha lo estaba observando.

—Entonces —dijo Daniel, interrumpiendo sus pensamientos—. Pensaba que podríamos hacer algo dentro de dos semanas.

—¿Qué? —dijo Natasha, intentando volver a la conversación.

—Las vacaciones —le recordó Alicia.

—Oh, claro —asintió Natasha.

Recordó la conversación que había tenido con los chicos antes. Al parecer el refugio se estaba preparando para las vacaciones. Natasha no había escuchado nunca acerca de las vacaciones del refugio, creía que era un internado por todo el año; pero al parecer, una vez al año Kate autorizaba a la mayoría de refugiados visitar a sus familias por una semana, y todos estaban preparándose para aquello.

—Pues no sé que harán ustedes, pero yo iré a visitar a mis padres —dijo Alicia con orgullo—. Además, no es como que me dejasen en paz si no lo hiciera.

—Que. Tan. Aburrido —enfatizó Daniel—. Natasha, dime que tú si te apuntas a hacer algo más que eso en estas vacaciones.

—De hecho estaba pensando en visitar a Celine —dijo Natasha sin darle importancia—. Sería la primera vez que la vería desde que le solté la bomba, y creo que tiene que acostumbrarse a una hija que puede hacer volar cualquier cosa por los aires.

—Genial. Lo que significa que tendré que quedarme aquí solo una vez más.

—Liss y Oliver se quedarán —le recordó Alicia.

—Claro, pasaré mucho tiempo con ellos. Seguro que será divertidísimo conversar mientras tienen sexo salvaje al frente mío.

—No creo que tengan sexo salvaje —dijo Natasha. No entendía por qué Daniel no quería ir a su casa, pero sabía que quedarse en el refugio no sería tan malo después de todo.

—Oliver estuvo meses en cama. Meses. No creo Lisa este planeando conversar en la única semana en que tiene la habitación para ella sola. Lo mismo con Oliver, digo, ese chico debe tener tan llenas las bo...

—Suficiente —le interrumpió Natasha—. Si crees que tus vacaciones serán tan malas si te quedas aquí, puedes venir conmigo a casa de Celine. Digo, no será lo más divertido del mundo y probablemente te acose ahora que sabe lo de las habilidades pero...

—Eres una heroína —dijo Daniel antes de que Natasha terminara la frase—. Por supuesto que acepto ir. Además, Celine me ama y no puedes negarlo.

—Es un trato entonces —dijo Natasha sonriendo.

—¿Qué? ¡Eso es injusto! Yo también quiero ver a Celine.

—Tienes que visitar a tus padres, ¿recuerdas? Deber de hija... —le recordó Daniel

—Lo sé, lo sé —dijo poniendo los ojos en blanco.

Natasha miró la hora en el reloj del comedor. Era el momento de levantarse e ir a clases. Notó como todos poco a poco se levantaban de sus mesas, incluido Paul. Ahí se va tu oportunidad de hablarle, pensó Natasha resignada.

Búsqueda (la mentalista #2)Where stories live. Discover now