Contrarreloj [Y.M]

69

Mientras estaba sumido en sus pensamientos, su teléfono vibró en su mano. Era un mensaje de un número desconocido. Al abrirlo, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. 

"Si realmente te importa Jimin, déjalo en paz. Ya tiene a alguien que lo cuida como merece."

Yoongi apretó el teléfono con fuerza, sintiendo que la ira volvía a arder en su interior. No había dudas de quién había enviado ese mensaje: el tío de Woozi o incluso Woozi mismo. 

Pero en lugar de responder, guardó el teléfono y se levantó del banco. No sabía exactamente qué iba a hacer, pero una cosa era segura: necesitaba tiempo para aclarar su mente. No podía enfrentar a Jimin otra vez sin estar seguro de sus verdaderas intenciones. 

Mientras salía del centro comercial, el aire frío de la noche lo golpeó, dándole una sensación de claridad momentánea. Si realmente quería ser parte de la vida de su hijo, tendría que demostrarlo con acciones, no con palabras. Y eso significaba cambiar, empezando por aceptar sus propios errores y aprender a respetar las decisiones de Jimin, por mucho que le dolieran. 

Sin embargo, algo en su interior le decía que esta historia entre ellos estaba lejos de terminar. Sabía lo que tenía que hacer o al menos eso pensaba, cuando llegó a su destino mordió su labio inferior nervioso.

***

—¿Qué te trae por aquí Yoongi? —preguntó una mujer.

—Quería hablar sobre algo importante. —la vio.

—¿Y qué es? —le dijo. —Es raro verte aquí, ya que usualmente evitas a Jimin.

—Es sobre el del que quería hablar. —jugó con sus dedos.

Cuando la mujer iba a hablar vio cómo su hijo apareció por la puerta y lo llamó de manera amable, Jimin al ver a Yoongi frunció su ceño.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó Jimin a Yoongi.

—Ya no podemos ocultarlo. —le dijo.

—¿Ocultar qué? —preguntó la mujer.

—Jimin está embarazado. —respondió. —espera a mi hijo.

Jimin lo vio furioso y le dio un leve empujón, ¿Cómo se atrevía?

—¿Eso es verdad Jimin? —preguntó la mujer.

—Sí. —respondió frío.

—¿Y cuándo pensabas decírmelo? —le pregunto molesta.

—Está noche el padre de mi bebé y su tío iban a venir. —miro a Yoongi. —Porque este bebé no es de Yoongi.

—Jimin. —le dijo Yoongi. —Tú y yo sabemos la verdad.

La mujer los vio con desconcierto, pues no entendía lo que pasaba, antes su hijo le decía que se casaría con el pálido chico, pero ahora se miraba frío y cortante.