Mamá, ¡quiero ser escritora!

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¿Y si la vida es un sueño y la muerte nos despierta?

Pues,
Que el oro siga siendo oro.
Que la plata siga siendo plata.
Que el blanco siga siendo blanco.
Que el negro siga siendo negro.
Que el sol siga siendo sol.
Que la luna siga siendo luna.
Que las estrellas sigan siendo estrellas.
Que la materia siga siendo materia.
Que la muerte siga siendo muerte.

Pero,
Que la tierra no siga siendo tierra y sea caos.
Que el aire y el agua dejen de ser aire y agua y sean veneno.
Que el fuego deje de ser fuego y sea hielo.
Que el cielo ya no siga siendo cielo y sea infierno.
Que el bien ya no siga siendo bien y sea mal.
Que Dios ya no siga siendo Dios y sea Satán.
Que el Edén ya no siga siendo Edén y sea tierra maldita.
Que la verdad ya no siga siendo verdad y sea mentira.
Que la vida ya no siga siendo vida y sea una fantasía.

Por lo que,
Que la locura y la barbaridad nos controlen.
No te resistas, déjate llevar, te perderás igual, todos los caminos nos conducen al mismo sitio, podremos tomar atajos, podremos rezagarnos, podremos sentir, podremos negarnos, podremos aceptarlo... Pero nuestro destino es el mismo.
Las casualidades de nuestro sueño nos llevaran a la realidad, porque el azar nos engañará para quitarnos la felicidad y podremos cerrar los ojos para abrir unos nuevos.
La vida no es más que algo que debemos gastar de la manera que buenamente podamos, sufre o disfruta, porque en el juicio que pasas cuando la dulce muerte llega hará su mejor trabajo para presentarnos un mundo paralelo donde la nada se apodera de nosotros, ni siquiera añoraremos ser humano, volvemos a nuestros orígenes; y ni el polvo se siente como lo inexistente.

Entonces,
Quizás la realidad es lo que pasa después de lo que no sabemos, no conocemos.
Quizás la ficción es nuestro día a día. La ilusión que nos atrapa en un cúmulo de estúpidas emociones.
Y quizás, mis pensamientos sin sentido puedan cobrarlo, conviertiendose en algo más que estupideces mundanas.

Quizás sí,
Quizás no....