~CAPÍTULO 24~el dulce de los besos

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El suave sabor de sus labios, el calor que emanaban y su aliento mesclando la dulzura de su boca y el fresco de pasta dental. Sus manos estaban en mi cintura, haciendo que me arqueara contra él mientras presionaba sus labios contra los míos. Mis ojos abiertos de par en par y mis manos en sus hombros, temblando.

Me empujé de él, con toda la fuerza que pude y al ver que él se había aferrado a mí tan fuerte como se le era posible, levanté mi mano y golpeé su mejilla, haciéndole girar el rostro hacia un lado.

Me aparté como pude siendo incapaz de mirar hacia atrás... Suga... Suga...

Me volteé tratando de buscar alguna explicación a lo que acababa de ocurrir.

-Suga no es lo que...--

-Suga—se levantó la voz de Jimin con cierta vacilación—Un placer conocerte.

Giré para mirar a Jimin con los ojos desorbitados y el pulso golpeando mi pecho con demasiada fuerza—

-Ahh... Jim... Su...-- Me trabé con mis propias palabras sin quitar los ojos de Jimin, quien al parecer, ni siquiera le importaba la bofetada que le había propiciado, haciéndome pensar que no le había dolido—

-Soy Jimin—Le extendió la mano a Suga, y este le correspondió el saludo con tranquilidad. Parpadeé ante la idea de estar en un sueño... podía sentirme invisible, o eso era lo que quería en este instante. Ser invisible para estar fuera del alcance de los ojos de todos—

-Me llamo, Suga—respondió él—el novio de (TN)—

-Mucho gusto—Noté que su mano le apretó con fuerza a la de Suga—Yo estoy enamorado de tu novia—sonrió de costado sin quitar los ojos de los de Suga. ¡¿Qué?! ¡No! Idiota. Maldito estúpido. ¿Cómo le puedes decir eso?—Espero y podamos ser buenos amigos—

Suga se quedó en silencio, con la expresión tranquila, pero al mismo tiempo, inquieta. La tensión llenó el lugar, pero no sabía reconocer si esa tención solo la estaba alucinando yo o también se había formado entre ellos dos—

-Excelente rival—Sonrió Suga sin ningún gesto de estar incómodo—Espero también llegar a ser buenos amigos—

Jimin le sonrió de lado, formando una sonrisa pícara que la dirigió hacia mí.

-Nos vemos luego, muñeca—me guiñó y soltó la mano de Suga, estando más que satisfecho.

Espera... no, no te vayas. ¡Jimin! No te vayas... ¿Por qué mierda me has metido en un lio y ahora me dejas sola? Dios... Suga... yo... yo

Mordí mi labio estando con el corazón acelerado sin tener el valor de mirar a Suga—

-Suga—empecé—yo te juro que él es solo...—

-Hablaremos en la tarde—Me interrumpió. Levanté los ojos y los clavé en él, teniéndolos levemente entrecerrados. Suga caminó hacia mí, hasta convertir la distancia entre nosotros en nada-- ¿Está bien?—Se inclinó reposó un beso en mi mejilla—Te recogeré para ir a comer y poder hablar con calma. ¿Te parece?—

Asentí mirándolo tímida, con vergüenza. ¿Cómo había podido enterarse de este modo? ¿Es que no pudiste contarle antes? Maldito Jimin... ¿Cómo te atreviste a decirle tal cosa? ¿Cómo te atreves a entrometerte en mi vida?—

-Entonces hasta luego—Sonrió y me dio la espalda para subir al auto y marcharse.

Apreté los puños a mis costados y mi sangre empezó a encenderse. Giré con rapidez y comencé con mis pasos en rápidas zancadas, cruzando la puerta, el patio y pasillos, dirigiéndome al aula de Jimin; Sin embargo, no era necesario de entrar a su aula, ya que, él se hallaba en uno de los pasadizos, cercanos a su aula en donde se ubicaba su casillero. Estaba de espaldas, buscando algo que no tomé interés—

War of hormone- Boy in luvWhere stories live. Discover now