¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐌𝐀𝐃𝐃𝐘
𝗟𝗔 𝗠𝗨𝗦𝗖𝗜𝗔 𝗦𝗢𝗡𝗔𝗕𝗔 𝗙𝗨𝗘𝗥𝗧𝗘𝗠𝗘𝗡𝗧𝗘 𝗣𝗢𝗥 los altavoces del DJ quien se encontraba hablando con un par de chicas mientras yo me paseaba por la multitud con una bebida en cada mano en busca de mi mejor amiga, a quien encontré bailando a su bola súper contenta. Le di su bebida antes de poder darle por primera vez un sorbo a mi querido vodka limón para comenzar a bailar pegada a la morocha. La gente iba y venía de un lado a otro, personas trataban de separarnos para coquetear o ligar con alguna aunque no tardó mucho en llegar el chico que Helena llevaba toda la noche así que ella se fue rápidamente con él.
Me quedé sola en el centro de la multitud por lo que comencé a bailar tomando aún más tragos notando como algunas miradas iban y venían. Cuando comenzó a sonar tremendo culón comencé arebotar mi culo, que le voy a hacer el alcohol tiene efecto en todo el mundo y yo no soy excepción y más con este temazo. Unas manos fueron a parar a mi cintura logrando que me paralizará así que me gire para encarar a quien fuera aunque no tardé mucho en bufar cansada al ver el rostro de mi exnovio.
— ¿Qué palabra de déjame en paz ya no estamos juntos no entiendes? — Crucé mis brazos sobre mi pecho notando la mirada intensa del alto en mi.
— Estás preciosa Mads. — La voz del moreno hizo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.
— Antes de volver a joderme otra noche, ¿qué quieres Hector? — Conecté nuestras miradas en una pequeña batalla por quien la aparta antes.
— Estás muy a la defensiva amor. — Ese apodo. Ese apodo que lo rompió todo.