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“¿Y dónde estás tú?, aún tengo el tattoo Mientras tú tapaste con un "fuck you" el mío” ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
—— Últimamente he tenido demasiado trabajo, esto me está matando, así que, decidí hacer un espacio en mi agenda, pues quería tener unos días libres para mí sola.
Ya era un poco tarde, pero aún así, decidí meterme a bañar, para relajarme un poco, me puse una pijama cómoda, para luego hacer mi rutina de skincare.
Prepare algo de comer, para ver alguna película o serie, lo que me encontrará, pero antes de eso, puse música.
En eso me salió una que no conocía y cuando volteé me lleve grata sorpresa, era una canción de Tito Double P, mi ex pareja, llamada “Tattoo” pero ¿Que era esa canción? ¿Acaso me la está dedicado?
No le tome importancia, bueno, la termine de escuchar y vaya que creo que era para mí, en fin, termine de hacer mi comida y me fui al sofá.
Escuchaste unos golpes en tu puerta, era extraño, ya eran las 2 de la mañana. Te asustó un poco que llamaran a tu puerta a esta hora, miraste por la ventanilla de la puerta y abriste al instante.
- Roberto? - pregunté extrañada.
Hace casi un mes que termine con él, habían sido semanas dificiles , ¿Porqué terminamos nuestra relación de años? Éramos demasiado unidos en muchas cosas, tanto como en lo personal, como en lo laboral, pero como dicen a veces querer demás, es demasiado, ya no estábamos en la misma sintonía, al grado nuestros encuentros ya no eran emocionantes y decidimos terminar, Roberto solo quería tomarse un tiempo, pero yo no creías en eso y preferí terminar.
- Hola, pre... pre... Preciosa - estaba un poco confundida, Tito no podía ni siquiera hablar.
- Roberto Laija ¿Estas borracho? - sonreí al ver esa escena, pues era raro verlo de esta forma.
- Nooooo - la forma en la que arrastraba las palabras era tu respuesta, junto con las caras que hacia.
No pude evitar reír, pues como dije, era muy raro que Tito estuviera en estas condiciones y no pensé que lo fuera ver tan pronto por aquí.
- Entra antes de que alguien pueda escucharte - tomé su brazo y lo hice pasar a la casa.
- Bestia, que hermoso se mira todo esto - miraba con detalle la casa.
- Esta igual como la última vez que lo viste Roberto - reí.
- ¿En serio? - frunce el seño.
- Aja - lo tome nuevamente del brazo y lo encamine al sofá para que tomara asiento y me senté aún lado de él - ¿Qué haces aquí? -
