Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dejen su voto y comentario, eso me motiva a subir más contenido para todos ustedes <3 ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
—— Era una noche tibia de primavera en la ciudad. Las luces de la casa de Luis, un viejo amigo de la universidad, iluminaban el jardín donde la fiesta tomaba forma.
Música movida, copas de vino en manos y risas esporádicas llenaban el ambiente.
Kevin Castro, de 29 años, bien vestido y con sonrisa segura, llegó un poco más tarde que los demás. Saludó a algunos conocidos, y entonces, la vio.
Lauren Villegas.
Cabello suelto, mirada curiosa, risa fácil. Estaba parada cerca de la piscina con una copa de vino tinto, conversando con una amiga. Kevin se acercó.
- ¿Te molesta si te interrumpo? Me pareció que no podía irme de esta fiesta sin al menos presentarme - mencionó.
- Dependerá de qué tan buena sea tu presentación - sonreí viéndolo.
- Kevin Castro. Amigo de Luis desde la universidad. Aunque no sé si eso sea algo de lo que uno deba presumir - solté una risa ligera.
- Lauren Villegas. Compañera de trabajo de su esposa, creo… ¿o ex? - fruncí el seño.
- Creo que es mejor no intentar descifrar la vida amorosa de Luis. Pero me alegra conocer a alguien con tan buen gusto en vino - dijo.
La conversación fluyó con naturalidad. Hablaron de música, películas, de viajes y hasta de libros.
Kevin mostraba interés genuino, y yo, aunque era un poco reservada al principio, sentía la intriga de saber más de él.
Horas después, cuando la fiesta ya se había apagado un poco…
- No suelo hacer esto, pero… ¿te gustaría salir a cenar conmigo algún día?
- ¿Eres de los que “no suelen hacer esto” y ya van por su tercera cita en la semana? - pregunté con superioridad.
- Prometo que no. Estoy libre. Completamente libre - dijo seguro de si mismo.
- Entonces… sí. ¿Por qué no? - respondí. Había aceptado su cita, y me pregunté ¿Que podría salir mal?
(…)
Días después, en un restaurante pequeño y acogedor…
Velas, vino blanco, platos compartidos. La noche tenía un aire íntimo.
- ¿Siempre eres así de encantador? - lo miré.
- Solo cuando me interesa de verdad alguien. Y tú… me interesas mucho - sonrió.