—— Hoy decidimos dormir temprano, ya que había sido un día algo pesado, entre música, citas al doctor, despensa, limpiar la casa y otras cosas más.
Estaba demasiado concentrado en mi sueño, pues, aunque tuviera a mi mujer para mantenernos, el frío era insoportable, trataba de dormir. Eran alrededor de las 3:20 de la madrugada, en eso siento como Yatzity se mueve de un lado a otro, así que rápido la atiendo.
- ¿Que pasa, amor? ¿Todo bien? - dije con esa voz ronca que tiene uno cuando se acaba de despertar.
- Si, tú duerme - respondió rápido.
- ¿Entonces por qué te mueves mucho? - pregunté otra vez.
- No es nada, Tito - se quedó callada. - Tengo antojo de un pastel de chocolate - dijo llorando.
No pude evitar abrir los ojos rápido, osea, ¿Quiere un pastel de chocolate, a estás horas y con este frío? No me queda de otra, más que complacerla.
- No llores, mami, ahorita te traigo tu pastel - dije parandome de la cama.
Me puse un abrigo porque realmente hacía demasiado frío afuera, me subí a la camioneta y fui en busca de ese pastel, pero ¿Cuál fue mi sorpresa? Que si la digo, todos se harán los sorprendidos por no dejarme abajo, no había ninguna pastelería abierta.
Era obvio, ¿Quién en su sano juicio va a tener abierto ahorita a estas horas? Nadie, pero bueno, encontré una tienda abierta y compré lo indispensable para hacer un pastel.
Porque si no hay pastel, pues vamos a hacer el pastel que quiere mi mujer.
Agarre la harina de chocolate y el betún, lo demás estaba en casa, pagué y me fui rápido, pero así como llegue a la casa, rápido me metí.
Comencé a preparar las cosas, y para esto ya había puesto a pre-calentar el horno, hice la mezcla y ya la eche al molde, para posteriormente pasarlo al horno.
Tardo 20 minutos en estar, esperé a que se enfríe un poquito y ahora sí, le eche el betún de chocolate. Serví un poco y se lo lleve, junto con un vaso de leche.
