L

7.6K 299 243
                                    

Carter.

— Vámonos a la habitación, cielo. Ya llevamos horas aquí metidos. — reprochó Harry.

— ¿Ya es noche? — asintió — Tan entretenida que estaba viendo cosas de bodas.

— Ya luego vemos más cosas, deberíamos descansar — bostezó, notablemente cansado — Mañana desayunaremos en un restaurante muy elegante, así que durmamos para no despertar con las ojeras muy marcadas.

— ¿Cuándo hiciste la reservación? — sonreí, alzando una ceja.

— Ayer, tú estabas dormida — sonrió también, se levantó de la silla y se agachó tantito para darme un corto beso. — ¿Vienes?

— En un ratito subo, ¿sí?. Me quedaré una media hora más en la sala de computo.

Él arqueó una ceja, para luego hacer un puchero con sus labios. Harry quería que yo lo acompañara a la habitación, no solo porque quería que descansara, sino para follar, lo conozco. Reí un poco, negando con mi cabeza, volviendo mi vista a la pantalla de la computadora.

— Eres mala Carter — se quejó como un niño pequeño.

— Ahorita subo, Harry. Tan solo déjame ver un rato vestidos para novia.

— ¿Solo un rato?.

— Solo un rato — me giré a verle — Luego ya podemos hacer lo que queramos en la habitación.

— Me gusta esa idea — chasqueó la lengua, se acercó a mí y tomó mis mejillas para besarme durante unos cuantos segundos. — No tardes, por favor.

Salió de la sala de computo, dándome un guiño antes de dejarme sola. Seguí viendo vestidos de novia, todos estaban hermosos y me daba tanta ilusión ver cada uno de esos vestidos. Cuando me casé con Liam usé un vestido bastante sencillo, no parecía tanto un vestido de novia, ya que en esos tiempos no tenía mucho dinero y Taylor me ayudó en ahorrar para poder comprar aquel vestido. Pero ahora con el dinero que gano con el modelaje estoy muy ansiosa para comprar un vestido de novia real, uno grande y hermoso, no quiero algo tan exagerado pero si un vestido bastante bello. Aún no tenemos la fecha de la boda, pero ya quiero que ese día llegue.

Se escuchó el ruido de la puerta abrirse, rodeé los ojos, suponiendo que Harry entró para rogarme a que suba de nuevo. Despego la vista de la computadora, veo hacía la puerta y no veo a nadie. Un escalofrió me recorrió toda la espalda, estaba sola en la sala de computo, y estaba algo oscuro. Quito esos pensamientos de mi mente y vuelvo a seguir viendo los vestidos, hasta que de nuevo se escucha la puerta. Volteo de inmediato, y me sorprendo tanto que casi caigo de la silla.

— Hola, ¿interrumpo? — veo a Candy parada a unos cuantos metros de mi, mi corazón bombeaba demasiado rápido.

— C-Candy.. ¿Qué haces aquí? — mi voz tiembla, pero no dejo que me intimide.

— Mmm... vengo de vacaciones, querida.

— No es cierto, no es cierto.. — me levanto de la silla muy molesta y camino hacía ella — ¡Vienes a jodernos, eso es a lo que vienes!, ¿pero sabes qué?, no podrás hacernos nada. No creas que me tragué tus actuaciones de la otra vez, si tanto quieres a Harry... pues mira — le mostré mi anillo — Nos casaremos y ya no podrán hacer nada que nos detenga. Ya no te tengo miedo, perra.

— ¿Estás segura? — cruzó sus brazos, con una sonrisa — Yo que tu, iría por Harry.

— Maldita — la empujo y salgo corriendo de ahí.

Empecé a correr como nunca, no había nadie por los pasillos, así que corrí tanto que el aire me faltaba, pero no me importaba eso ahora. Mis piernas temblaban, casi caigo al suelo, pero seguía corriendo pasillo por pasillo y escalera a escalera. Lágrimas comenzaron a resbalarse por mis mejillas, nublando mi vista, ¿Cómo sabía en donde estábamos?, ¿Cómo es que la felicidad puede ser arrebatada en cuestión de segundos?.

Fearless | Harry StylesWhere stories live. Discover now