Capítulo 38

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Me encontraba acurrucadita en los brazos de Matthew. Era la 01:44 AM y aún no había pegado ojo.

—Eh, peque, ¿estás bien?

—Quiero perder eso contigo antes de irme de aquí —solté rápida y aliviada.

Matthew se quedó en silencio durante quince segundos. Su corazón latía muy fuerte, podía sentirlo. Finalmente, saltó, aún más nervioso que yo:

—¿Q-qué?

Esta vez me quedé yo en silencio durante otros quince segundos. Finalmente, me giré y susurré un ''da igual, buenas noches''.

—No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, n... —decía rápidamente hasta que le corté y me volví a girar.

—¿Qué pasa?

—No te entiendo.

—¿Cómo que no me entiendes?

—No entiendo lo que has querido decir.

—He dicho buenas noches —me volví a girar, pero el me volvió a girar hacia su lado—. ¿Pero qué quieres?

—Eso.

—¿Eso qué es?

—Lo que tú has dicho.

—¿Qué he dicho?

—No jodas...

—Buenas noches —y de nuevo, me giré.

Matthew se levantó de la cama y fue al baño. Regresó con un condón en su mano.

—P-pero... —era lo único que me salía—. Dios... Ven aquí.

Y se acercó, y le besé salvajemente mientras nos desvestíamos.

En menos de un minuto ya estábamos completamente desnudos, y mis nervios habían disminuido.

—¿Estás lista? —me preguntó, dulcemente.

—Sí... supongo...

—Seré lo más suave posible, ¿sí?

Me dio un corto beso y se preparó para entrar. Rodeé su cintura con mis pies y agarré su mano. Y ahí, todo comenzó... La mejor noche de mi vida, sin duda alguna. Era la chica más feliz del mundo, os puedo jurar que sí. Matthew me había hecho sentir única y especial, y eso era algo que no tenía precio.

*A la mañana siguiente*

Me había levantado mucho más temprano de lo normal: pusimos el reloj a las 06:20 AM, pero yo decidí levantarme a las 05:50 AM.

Lo hice porque... la verdad es que no quería que Matthew viniera conmigo al aeropuerto, y tuviera que despedirse de mí. Eso sería lo peor, y la verdad es que aún no asimilo que no le vaya a volver a ver en sabe Dios cuánto.

Él le dio color a mis días grises, me protegió, estuvo conmigo cuando le necesitaba, me sacó miles de sonrisas, me cambió la vida, literalmente. Todos ellos lo hicieron. Sin duda, esa fue la mejor decisión que tomaron mis padres, la de volver aquí.

Todavía recuerdo, aquél día en el que me lo dijeron. Estaban mis padres en casa cuando llegamos del instituto, y nos lo comentaron. Me sentó muy mal, y al día siguiente no paraba de llorar y de abrazar a Andrea y a Brent.

En fin, lo que quiero decir es que, a pesar de todo lo mal que me sentó este cambio al principio, las cosas mejoran si te esfuerzas. Yo tenía miedo el primer día, pero me abrí, y confié en mí misma. Y gracias a ello, todo cambió: conocí al mejor novio del mundo, hice grandes amigos, estuve en un instituto el doble mejor que el mío, en una ciudad maravillosa que a penas recordaba, y lo mejor, es que ahora tengo fans, por así decirlo. Comencé ayudando a los chicos y a Matthew con los Vines, y ahora yo me he convertido en uno de ellos. Fue una gran sorpresa y un gran cambio para mí.

Me vestí, me aseé y me acerqué a Matthew. Dormía como un tronco, y como un angelito. Le di un beso en la frente, le cogí la mano, le susurré en la oreja un ''te quiero... Nunca podré olvidar todo lo que has hecho por mí'' y salté por la ventana de su habitación para montarme en el árbol y entrar en la mía.

Mis padres estaban listos, esperándome. Cogí las maletas y nos dirigimos al aeropuerto, y esa fue, la última vez que vi a Matthew por aquí.

Continuará...

¿Quién más ha llorado? :'( Ahr mentira no lloré. Es más, me hizo gracia escribir la parte ''hot'' xddd. Al final decidí continuar un poco más con la novela, pero acabará pronto. ¡Votad y comentad!

Viner Por Sorpresa (Matt Espinosa y tú) ||EDITANDO||Where stories live. Discover now