Capitulo 34

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Narra Elsa

Tiana me había dicho que casi toda la universidad sabía que nos iban a enviar a la cabaña del terror, el director les había dicho a los estudiantes que era una cabaña llena de telarañas, vidrios rotos, sucia, etc..., supongo que era para que dejaran de causar problemas.

En estos últimos meses, las chicas y yo hemos hecho muchas amigas, algunas son obsesionadas a la moda, otras a los libros, pero aun así nos caen bien.

Veo que Punzie viene corriendo hacia mí con nuestras amigas tratando de seguirle el paso. Punzie era muy rápida.

—¡Elsa vamos a tomarnos un selfie! —chilló emocionada, su voz no me molestaba en absoluto, en cambio la de May...

—Si las chicas están de acuerdo, no hay problema.

Las chicas asintieron y todas nos pusimos en la posición.

—Uno, dos, tres —dijo Punzie entre dientes, sonriendo.

Nos pusimos a ver la foto y nos encantó, así que le pedimos a Punzie que enviara la foto a todas.

Por curiosidad de la vida, me dio ganas de ver a Jack. Lo busqué con la mirada y me di cuenta que estaba con sus tres amigos de siempre. Me le quedé viendo, de repente, voltio la mirada hacia mí, me sonroje como loca, él sonrió y me saludó con la mano, yo le imité.

Él director, ya había llegado, él estaba hablando con algunos maestros, supongo que dándoles la noticia, me quedé viendo la reacción de los profesores, algunos cuando supieron, gritaron y festejaron otros se abrazaron y comenzaron a saltar. Cuando ellos vieron que yo los estaba mirando, se echaron a llorar. Rodé los ojos, ¡que fingidores! Pero tengo que reconocer que fingen muy bien.

—¡Mira Elsa! ¡Están llorando porqué nos vamos! ¡Nos van a extrañar!—dijo entusiasmada Anna.

Puse los ojos en blanco.

—No sabes cuánto...

Cuando llegamos a la cabaña, nos quedamos en shock...

—¡¿Esta es la cabaña del terror!? —preguntó Hiccup riéndose.

El director sonrió.

—Chicos, háganme el favor de comentar esto a nadie ¿sí? Me cuesta mucho que dejen de causar problemas y ustedes... —nos miró—. Ustedes, son caso perdido.

Nos echamos a reír.

—Ok, no diremos nada —dijo Anna.

—Gracias, bueno, por favor no destruyan la casa.

—Coof coof no prometemos nada coof coof —fingió toser Eugene.

—Director, ¿qué pasa si por causalidad de la vida, alguien sale lastimado? —preguntó Mer.

—Sé que eso no va a ocurrir, ustedes son muy problemáticos, pero sé que no serían capaces de hacerle daño a sus compañeros. Y por favor díganme Norte.

—Ok Norte —dijimos todos.

Luego que el direc... Norte se fuera, entramos a la cabaña, y nos dirigimos a nuestras habitaciones. La cabaña era de dos pisos, era muy bonita por dentro y por fuera, era de un color chocolate claro.

La cocina era muy espaciosa, tenía un gran vidrio de cristal, supongo que era para tener una vista de lo que pasaba en el jardín.

Las chicas y yo acordamos que teníamos que poner ciertas reglas, así que todos nos reunimos en la sala.

—Bueno, dado que la cabaña es muy bonita, no queremos destruirla ¿verdad? —habló Punzie, parándose del sofá donde estaba sentada. Todos asentimos—. Bien, hay que poner reglas, reglas para que TODOS obedezcamos —dijo alzando el tono de voz en todos.

Jelsa en la universidad.Where stories live. Discover now