Jelsa en la universidad.

Capítulo 37

Narra Jack

Al ver que no respondía fruncí los labios.

—¿Qué haces aquí? —repetí con un tono más alto.

Pitch rió, me acerqué corriendo mientras él se daba la vuelta, dándome la espalda y una ventaja para golpearlo, cuando estuve apunto de golpearlo en la espalda, desapareció entre las sombras, como siempre.

Fruncí el ceño.

—Aún no has cambiado ¿eh?, sigues escondiéndote entre tus sombras como el cobarde que eres, ¿cierto Pitch?.

—Oh Jack, algún día de estos te arrepentirás de lo que estás diciendo —dijo riendo mientras reaparecía en las escaleras para ir hacia las habitaciones.

—Jamás me arrepentiré de lo que digo sobre ti —respondí gruñendo mientras salía corriendo hacía él viendo donde le podía dar un golpe, ya que mi cayado estaba en mi habitación con... ¡Elsa!

Cuando alcé el puño para darle un puñetazo, desapareció y reapareció atrás mío.

—¿Le has echo algo a Elsa? —pregunté con rabia.

Él puso una mano sobre su mentón e hizo una pose pensativa.

-—Elsa? No, no conozco a ninguna Elsa... o espera, no será... —una expresión de preocupación se adueño de su cara como si tuviera miedo de algo, pero inmediatamente borró esa expresión y sonrió maliciosamente.

Oh Elsa...

—¿Acaso tienes miedo que le haga algo a tu pequeña princesa? —dijo con tono burlón.

Cerré los ojos por un momento y cuando los abrí, él ya no estaba.

¡Elsa!

Fue lo primero que pensé antes de salir corriendo escaleras arribas hacia nuestra habitación.

Abrí de un portazo la puerta y como me lo temía... Pitch estaba ahí.

Miré a Elsa que dormía plácidamente, con el cabello suelto y encima de su cabeza, flotando, estaba ¿una escena de ella con su hermana, cuando eran pequeñas con un muñeco de nieve, con un polvo amarillo...?

Espera... normalmente eso no pasa, una escena de tus sueños no aparece flotando encima tuyo con polvo amarillo, al menos, que... ¡Meme! ¿Qué hace Meme aquí? Si él está aquí significa que...

—¡Pero que linda es tu novia! —exclamó Pitch mientras descendía su mano hacia el cabello de ella.  

—No la toques —gruñí posesivamente, mientras agarraba mi cayado, que estaba a mi lado.

Él sonrió con malicia y quitó su mano de donde estaba para acariciarle el mentón.

—Bueno, hagamos un trato...

—No haré ningún trato contigo, Pitch —espeté apretando mi puño izquierdo, ya que en el derecho tenía mi cayado.

Se encogió de hombros.

—Si tu lo dices, entonces no haré ningún trato, no la tocaré, pero ¿qué tal si acaricio sus sueños...

—¡No! —grité lanzándome sobre él, pero él ya había calculado mis movimientos, me esquivó y tocó los sueños de Elsa, convirtiéndolos en pesadillas.      

Elsa frunció el ceño y comenzó a moverse inquietamente en su cama, mientras agarraba con fuerza la sábana.

Su pesadilla era Anna y ella pequeñas, como en el sueño, ella estaba haciendo unas colinas de nieve para que Anna saltara, pero Anna iba muy rápido, Elsa trataba de seguirle el ritmo , pero resbaló y cayó, haciendo que su nieve se desviara hacia la cabeza de Anna, luego las escenas eran confusas...