Capitulo 16

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—Zack..—susurré y justo en ese momento el unió sus labios con los míos, al principio fue un beso algo torpe ya que el alcohol estaba haciendo cosas en ambos, sentía como se aceleraba su respiración a medida que el beso se volvía mas pasional, sentía como su lengua entraba en mi boca y como sus manos me atraían más hacia él, cada vez sentía como la temperatura entre ambos aumentaba y a su vez su erección también.

Nos separamos por falta de aire, y sentí como mi cara tomaba un color rojo muy intenso.

—Zack.— gritó una voz chillona tras de mi, haciendo que él se tensara.

—Laura.—dijo cortante y entrelazando su mano con la mía.

Mis ojos visualizaron a una rubia de estatura promedio y grandes pechos, básicamente los estaba exhibiendo pero los ojos de Zack se fijaron en los de la rubia.

—¡Cuanto tiempo Zack!— dijo sonriendo.— ¡Te extrañe!—vi como se acercaba demasiado, a lo que yo intente soltarme de el agarre de Zack pero el me lo impidió.

—Lástima, yo no te extrañe.— dijo cortante

Auch, eso me dolió.

La rubia hizo una mueca y finalmente habló: —¿Vamos a beber algo Zack?

¿Acaso yo era invisible? Esta chica era realmente grosera.

—No Laura, estoy con mi chica, así que por favor vete.—dijo y la chica por primera vez me miró hizo una mueca y se fue contoneando su trasero y exhibiendo sus pechos.

Sentí como su agarre se aflojaba pero no me soltaba, de repente sentí como su mirada buscaba la mía, pero estaba demasiado avergonzada por el beso y no podía dejar de mirar el suelo.

—Leah- susurró.—¿estas bien?— dijo y yo asentí.— Mírame— dijo tomando mi barbilla y haciendo que lo mirase.

—¿Si?

—Ignora a Laura, esta algo demente.— dijo como si nada.

—No importa.

—¿Segura?— dijo y yo asentí— El beso, estuvo increíble.— dijo y sentí como mi cuerpo tomaba color otra vez— Realmente increíble.— dijo dándome un beso en la frente.

—Quizás deberíamos volver a la casa.— dije.

—¿Quieres continuar en casa eh?—dijo alzando una ceja.

—Eres muy tonto.— dije relajándome por primera vez.

—Bien, bien.— dijo alzando las manos en señal de paz.— Vamos a casa— dijo tomando mi mano.

La casa donde nos hospedábamos no quedaba cerca, ni tampoco lejos, nos demoraríamos unos diez minutos caminando, lo cual me daría tiempo para preguntar sobre aquella chica.

—Zack,¿te puedo preguntar algo?— dije

—Claro nena, lo que quieras.— dijo sonriendo.

—¿Quien era esa chica del bar?.

—Nadie importante.— dijo cortante.

—Pero, te pusiste nervioso cuando ella apareció.—dije en un susurro.

—Déjalo ya Leah.— dijo molesto y soltando mi mano.

¡Que bien! No se por que creía que el era diferente, justo cuando yo creía que íbamos mejorando, el decide comportarse como un completo patán,  estaba dispuesta a sincerarme con el, pero el arruino todo, al fin y al cabo el era el playboy de la secundaria y yo una simple chica con la cual el se había liado.

Por fin habíamos llegado a la casa, quería encerrarme, quería gritar, quería llorar, quería muchas cosas y entre esas no estaba estar con Zack.

Abrí con fuerza la puerta, llamando la atención del señor Hemmings el cual se encontraba en la sala de estar.

—¿Que tal la fiesta Leah?— dijo el señor Hemmings.

—Bien, interesante, ¿Verdad zack?.—el asintió.

—Bueno, me alegra.—dijo sonriente.

—Me voy a dormir, que tengan buena noche.— dije retirándome.

Subí las escaleras lentamente, esperando que Zack dijera algo, pero el siguió con su vida tal y como si nada, como si yo fuese un simple ligue de fin de semana, y aunque me doliera admitirlo eso era yo.

Una más de su lista.


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¡Viviendo con el Playboy!Where stories live. Discover now