CAPÍTULO 12

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Había pasado ya una semana desde aquel día donde surgieron todos esos espantosos rumores sobre Rose, los que decían que ella había estado con Jesse Zeklos y Ralf Sarcozy de un modo comprometedor, y los había dejado que bebiesen de su sangre.

Desde ese día, Rose, había estado hundida. Todos seguían hablando pestes de ella, la miraban con una expresión de asco, y le lanzaban sin descaro comentarios e insinuaciones propios de una puta de sangre. Ella solo se dedicaba a ignorar todo y a todos, pero yo sabía que todo eso le causaba un profundo dolor.

Ese semblante tan brillante que la caracterizaba, se había desvanecido, ahora, la tristeza, pesadumbre, melancolía, y el desconsuelo lo ocupaban por completo. Unas pesadas y negras ojeras acompañaban sus ojos, su sonrisa se había extinguido completamente, y cada vez que venía a sus clases de entrenamiento, evitaba mi mirada y se mantenía en un profundo silencio.

Yo había caído junto con ella, me sentía triste, preocupado, frustrado, enojado, e impotente, todas estas emociones se arremolinaban dentro de mí cada vez que la veía venir para entrenar, era difícil para mí tener que pasearme por el campus escuchando todos esos comentarios, me daban ganas de castigarlos a todos y enseñarles que debían respetar a todas las mujeres por igual ya fuesen Dhampir, Humanas o Moroi.

Lissa sin importar lo que hablaran de ella, se mantenía cerca de Rose, apoyándola, consolándola, y brindándole un cariño incondicional, propiamente de hermanas. Aunque de vez en cuando me la topaba en las zonas comunes que estaban en el edificio Moroi, ella se estaba relacionando con otros miembros de la elite Moroi, parecían íntimos amigos que se conocían de toda la vida. No me sorprendería que Lissa hiciera nuevos amigos, ella era muy amable, carismática, bonita, y lista, pero tampoco dejaba de darle vueltas a lo que había escuchado esa noche cuando me pidió ayuda para ver a Rose:

<< Ya me he cansado de que todos nos estén atacando, ahora, es tu turno de llorar y el mío de pelear, no importa si tengo que utilizar estos estúpidos poderes>>.

FLASHBACK

Estaba almorzando en el comedor, hoy habían preparado pollo horneado acompañado con una salsa de mango, arroz y agua de frutas naturales, tomé mis alimentos, y me fui a sentar en mi sitio favorito, Lissa se encontraba en compañía de una de sus nuevos amigos, porque Rose se reusaba a comer, y mucho menos lo haría en una zona donde se mezclaban los Moroi con los Dhampir para socializar, ahora, ella siempre compraba la comida antes de que todos tomaran el descanso, y subía a su habitación.

Lissa se había sentado hasta la parte de atrás cerca de mi mesa, cosa extraña, por que los miembros de la Elite Moroi siempre ocupaban la mesa del centro, como era de esperarse, estaban hablando del tema debatido durante los últimos días. Además de lo de Jesse y Ralf, todos habían descubierto como se había alimentado Lissa cuando se había escapado con Rose de la academia. En ese momento, Lissa estaba hablando con Camille Conta, yo la conocía por ser hermana de Sara. Iván y Sara habían sido pareja y estaban comprometidos, pero desde aquel ataque de Strigoi, el que sucedió justamente cuando lo había dejado solo, por ir a Rusia a visitar a mi familia, había acabado con la vida de Iván, dejando a Sara hundida en una enorme depresión, ellos se amaban demasiado. Jamás me perdonaría por haberle fallado a los dos, ese era un gran peso en mi conciencia.

En fin, fijando mi atención en las dos Moroi, observé como Camille estaba completamente ida observando directamente los ojos de Lissa, estaba actuando como un robot asintiendo a todo lo que le decía. Agudicé mis sentidos y escuché su conversación.

-Es vulgar- afirmó Camille con resolución. -Si vosotras os dedicasteis a hacerlo, no me sorprende que se volviera una adicta a la mordida y luego lo repitiera con Jesse y Ralf-

ACADEMIA DE VAMPIROS: contada desde la perspectiva de Dimitri BelikovWhere stories live. Discover now