CAPÍTULO 23

4.1K 156 26
                                    

Enfrentar la situación. ¿Cómo enfrentar aquello lo cual ansiaba con todo mí ser? Todo esto: sentimientos de anhelo y deseo que me quemaban el alma, jamás los había experimentado tan intensamente. Afrontar o evadir. Hacer lo correcto o lo que tus impulsos demandan... pero... pensándolo bien... ¿Qué era lo correcto en este momento? ¿Cómo escapar ante aquella situación? ¿Sería capaz de hacerlo?, esa era la pregunta del millón.

Alguien llamó con suavidad a la puerta, y de un instante a otro, Roza y yo nos separamos enseguida. Al estudiar sus ojos brevemente observé una mirada llena de ansia, y cierto nerviosismo que le hacía temblar todo el cuerpo. Enseguida la doctora Olendzki asomó la cabeza.

-Me dio la impresión de haberte oído hablar. ¿Qué tal te encuentras?- preguntó con suma amabilidad, lo cual era un hábito en ella al tratar con cada uno de sus pacientes.

-Deberías seguir descansando- enseguida, se adentró a la habitación y obligó a Rose a tenderse de nuevo en la cama. Le palpó el tobillo y lo dobló hacia uno y otro lado para calibrar los daños antes de sacudir la cabeza y dar por terminada la exploración.

-Eres afortunada. Cuando te trajeron aquí armaste un alboroto tan grande que llegué a pensar que te habías amputado el pie. Debió de ser cosa de la sorpresa- después de esto, la doctora se hecho hacia atrás con una mirada aprobadora.

-Me sentiría más a gusto si mañana no realizaras entrenamiento alguno, pero por lo demás, estas en condiciones de marcharte- Rose soltó un suspiro de alivio algo sonrojada por lo mencionado. Seguramente más tarde se enteraría del tremendo alboroto que había armado.

Después de haber Concluido su informe y recomendaciones para los cuidados del tobillo de Rose, la doctora Olendzki abandonó la habitación volviendo a dejarnos completamente a solas.

Sin duda este momento se tornó algo vergonzoso y confuso << ¡habría besado a Roza si la doctora Olendzki no hubiese aparecido para interrumpirnos!>> sin saber que más decir o cómo reaccionar ante la noticia de su alta, me acerqué hacia el otro extremo de la habitación y tomé sus zapatos y abrigo para dárselos. Rose deslizó suavemente su pie en cada zapato algo sofocada ante la situación, evitando mi mirada.

Sin embargo, yo no podía dejar de observarla y preguntarme, ¿cómo es que se había salvado de esta? Había estado presente cuando ocurrió el accidente con el banco de madera. Escuché como un chasquido se producía a la altura de su tobillo. Enfrenté sus ocurrentes delirios, y ahora, al cabo de unas horas ¡estaba perfectamente bien! Este milagroso suceso solo se podía comparar con uno en especial.

FLASHBACK

-Guardianes- Saludó la guardiana Petrov con su distinguida autoridad. Manteniendo la cabeza en alto, con una postura firme, haciendo frente ante todo el público.

-Como ustedes ya sabrán, después de todas las pruebas ejecutadas y la demostración de su capacidad para proteger. Se les ha convocado hoy para darles la enhorabuena. Ustedes han sido seleccionados para conformar la cuadrilla de rescate hacia la Princesa Vasilissa Dragomir. No será una tarea fácil, pero confío en sus extraordinarias capacidades para llegar al éxito- La guardiana Alberta Petrov era una mujer honorable, justa y con bastante pulcritud. Además de su experiencia en disciplina, ella había participado en las batallas más reconocidas contra Strigois. Sin duda, todo un modelo a seguir.

-Reconocido ante todo por su experiencia, disciplina, méritos y fortaleza. Me enorgullece presentarles formalmente al honorable guardián Dimitri Belikov como dirigente de la brigada de rescate- en ese momento, me levanté de mi asiento para agradecer por las cordiales palabras.

ACADEMIA DE VAMPIROS: contada desde la perspectiva de Dimitri BelikovWhere stories live. Discover now