Capitulo 7: "La venganza: Parte 2"

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Estaba buscando a Celeste y la veo con Alex, me acercó muy amigablemente

-Hola Alex- dije sonriendo

-Hola Emma- dijo el sin ninguna expresión, no le tome importancia en este momento sólo me importaba la venganza

-¿Celeste podrías venir un momento?- le dije sonriendo a Celeste lo más falsa posible, pude ver como Alex sonreía porque estaba "entablando una conversación y llevandome bien con su amiga" lo que no sabe es que esto es sólo para mi venganza, jamás sería amiga de Celeste

-¿Para qué?- dijo insegura

-te presentare a unos chicos que desean conocerte- dije yo inventando una excusa rápidamente

-esta bien- dijo ruborizándose un poco, la verdad si me sentía culpable pero por su culpa no fui al centro comercial ese día del castigo

Fuimos caminando hasta la mesita en donde estaba y ella se veía un poco confundida

-tranquila sólo bailáremos un poco aquí arriba, llamaras la atención de muchos chicos- dije haciéndole un guiño, ella sólo asintió

La obligue a que subiera ella sola y en menos de 5 minutos tenía pintura roja por todo su cuerpo, hasta el vestido y era blanco, su cabello, COMPLETAMENTE todo estaba lleno de pintura y fue lo más gracioso que había visto en mi vida.

Todos empezaron a reír y ella salió corriendo llorando, pobre creia que ella sería mi amiga por favor, ni en sus mejores sueños.

Vi a Alex corriendo hacia mi y me arrastró hasta el jardin donde no había tanta gente

-¿¡Qué demonios te ocurre!?- dijo el gritando y rojo de la rabia

-¿yo? ¿Que hice?- dije finjiendo que no habia hecho nada

-no te hagas la desentendida, se muy bien que tus clones y tu planearon todo esto- dijo al borde

-la verdad es que si, ¿no fue divertido? Le dije que iba a llamar la atención de varios chicos y lo logró, fue la diversión de la fiesta, debería de agradecerme, ahora la conocerán como la chica roja o tal vez la sangrienta Celeste- dije riendome, ya no podía más me dolía el estómago de tanto reirme

-eres una...- dijo el sin terminar su oración

-¿Una qué?- dije retándolo

-no te lo digo porque me enseñaron a ser educado con las personas, no como a ti- dijo el mirándome fijamente a los ojos con una rabia nada normal

-¡ups! Lo siento, no quería causarle daño a tu novia- dije haciendo un puchero

-¿como puedes hacerle daño?- dijo el suavizado su mirada

-fácil, compre la pintura y le pedi ayuda a mis amigas- dije yo sonriendole

-¿tus amigas? Yo no las consideraría de esa forma- dijo el mirándome fijamente -Te dire esto una sola vez, te arrepentirás de todo esto- dijo el mirándome fijamente y desapareció por la puerta

Quede pensando en lo que me dijo pero la verdad no le tomaría importancia, sólo era una amenaza sin importancia

Estuve bailando un rato en la fiesta y bebiendo un poco, no me haría nada mal festejar porque "mate a dos pájaros de un tiro", eran las 4 y decidí irme a mi casa, todavía la fiesta estaba buena, pero ya estaba muy cansada, estaba conduciendo cuando el auto se apaga en el medio de la carretera

-Maldita sea, exactamente hoy, cuando todo iba bien, maldito carro- dije yo bajandome y mirando que era lo que tenía había mucho humo así que sólo agarre mis llaves y empece a caminar, ya había pasado una hora caminando y vi una casa, era la única que estaba por estos lados asi que decidí tocar la puerta para ver si me daban hospedaje por esta noche, pero la verdad no creo que aceptarían a una chica borracha que va llegando de una fiesta pero estaría dispuesta a pagar para que me dejaran quedar esta noche, camine por el recorrido de piedras que habían, cuando ya llegue a la puerta toque el timbre y espere un momento y volví a tocar, me daba mucha pena ya que eran las 5 de la mañana y era sábado todos estaban durmiendo a esta hora en sus casas y yo vengo a molestar en esta.

No soy como creesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora