Capitulo 42: "Fuiste un polvo buenísimo"

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Pov's Alex:

Vamos, contesta. Era la quinta vez que la llamaba, no había respuesta, ninguna de las veces, me parecía muy extraño.

Me preocupaba que le hubiera pasado algo, bueno mañana la vería, dije cortando con la llamada numero 7, de todas formas le envié un mensaje.

"Emma, ¿Todo bien?, te fuiste sin despedirte, envíame un mensaje o llámame cuando leas esto, me preocupo por ti, te amo."

Pov's Emma:

Desperté a las 3 de la mañana y el cuarto estaba a oscuras, lo que me pareció raro ya que yo no las había apagado.

-Emma- escuche su voz, y sentí como mi corazón se rompía un poco más. Voltee buscándolo y no conseguí a nadie.

-¿Creías que yo te podía querer? ¿Por qué te querría? Eres una niña con problemas, una niña que cree que es bella cuando es tan horrible, eras tan dura que por eso quise el reto, pero terminaste siendo una ingenua niña- dijo el apareciendo en frente de mi, sentía como las lagrimas bajaban por mis mejillas. –Mírate, ya vasa llorar, ¿Por qué querría a una chica sin padres que la abandonaron y ahora le vienen a decir una mentira para que la ingenua les devuelva los miles de millones que no pueden conseguir ellos?-

-Eso... eso no es ci... erto- dije con mi voz entrecortada.

-¿Qué no es cierto?-

-Ellos...ellos me quie...ren- otra vez la estúpida voz entrecortada.

-¡¿Quién te querría a ti?!- me grito en la cara y sentí como mis lagrimas caian, y él empezó a reír.

-No...

-Fuiste un polvo buenísimo, no lo dudes, pero como toda zorra, eres solo un polvo ahora vamos, llora, que es lo único que sabes hacer, ingenua- dijo acercándose más a mí y sobando mi mejilla. Empecé a gritar.

-¡SUELTAME!- dije levantándome de nuevo.

Todo había sido un maldito sueño. De nuevo mis lagrimas empezaron a salir, era una maldita cobarde.

Me aferre a mis piernas y enterré mi cabeza en medio de ellas. Después de un rato llorando, me levante y fui a la ducha, me metí y coloque el agua caliente. Sentía como mi cabeza me palpitaba, sentía el dolor en toda mi frente.

Salí del baño y me coloque la misma ropa, agarre las llaves de mi auto y la cartera, salí de la habitación y me coloque unos lentes.

Baje por el ascensor privado. Salí del hotel y me monte en mi auto, lo encendí y fui hasta una farmacia y compre unas pastillas para el dolor de cabeza, salí.

Arranque y me tome la pastilla, empecé a manejar por toda la ciudad, encontré un lugar donde vendían comida abierto y compre una hamburguesa y una bebida y obviamente papitas.

Seguí manejando hasta que llegue a la playa en donde le había dado mi virginidad a Alex, dolía tanto recordar esos momentos, comí y luego me quite los zapatos y la ropa, quería ser libre, quede en bragas y sostenes, baje del auto y empecé a correr por toda la playa, corrí, sintiéndome libre, sintiendo mis pies en la arena, la suave arena.

Ya iba lejos, había dejado mi auto y la casa de Alex muy atrás, segui corriendo hasta que me senté y mire como el sol salía.

Me acosté sintiendo como toda mi espalda se llenaba de arena, era totalmente relajante, me levante y metí mis pies en el agua, fui adentrándome más hasta que solo mi cabeza estaba afuera del agua.

Empecé a nadar, sintiendo la fría agua por todo mi cuerpo eliminando todo rastro de dolor, era la mejor sensación, sonreí débilmente

-¿No te han dicho que estar en un playa desnuda a las cinco de la mañana está mal?- sentí otra vez esa arrogante voz. Mire sorprendida al chico que era abogado de Alicia y Travis, ¿Qué mierda hacia el aquí?

No soy como creesWhere stories live. Discover now