No Todas las Princesas Viven en Castillos

Capítulo 2

Quiero que sepan que esto no está editado por si ven algún error. Besos.

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Phoebe

Pues bueno, ahora sin WiFi, que malvados son aquí, espero que sea sólo por estos días, porque si no que fastidio.

Aunque no creo, porque supongo que en algún momento, algo que supongo, ellos deben entender, deberé trasnocharme para hacer algún trabajo por internet o algo. Tal vez conozca a alguien que me pueda ayudar con eso.

Ya mañana es un nuevo día, espero que no sea tan loco ni nada así, según lo que dijo la mujer que entró hace un rato haremos un compartir, tal vez sea el momento en el conozca a alguien o que sé yo.

Me arropo hasta la cabeza, no me adapto muy bien a este lugar, extraño mi cuarto y más que nada a Marco acompañándome en las noches.

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Alguien toca mi puerta, miro el reloj de la mesita, son las 3:28 de la mañana, ¿quién podría estar tocando a esta hora? Si son fastidiosos.

Abro la puerta y no lo puedo creer, Marco estaba ahí con un enorme ramo de flores azules y moradas.

-Hola Princesa.

-Marco... ¿Cómo...? - lo toco - ¿eres real?

-Claro que soy real - me da un beso - toma - me pone las flores al frente - son para ti, cada una tan hermosa como tú, aunque me quedo corto, para poder describirlo al menos necesitaré unas, infinitas <tal vez>, flores.

Agarro el ramo. Cada flor es tan bonita y huelen tan rico, que perfecto es él. Es un conjunto de diferentes flores, por mi poca experiencia en cuanto a eso, podría atreverme a decir que hay margaritas, orquídeas, hortensias y tal vez iris, pero no sé si esté en lo cierto o que, lo que sé es que hay muchas y son muy muy bonitas.

-Me encantan Marco, están hermosas - lo beso.

-¿Sí te gustan?

Asiento - muchísimo, gracias. Dime algo, ¿cómo hiciste para entrar?

Sonríe - no fue tan complicado, en la entrada había una muchacha que estuvo conmigo hace un par de años...

Eso no me agrada mucho... si en algún otro momento vuelve a entrar tendrá que verla de nuevo, espero que por acá sea fácil ocultar un cuerpo...

-Si... continúa - digo

-Pues bueno, debería decirte esto porque no me gusta tener secretos contigo, el motivo por el que llegué a esta hora es porque...

-¡Dime! - grito. Esto me está matando, espero que no sea nada malo, pero los nervios, mi corazón, todo. - dime - digo más calmada - disculpa.

-Bueeeno... me quedé un rato con ella y me dijo que la única forma en la que podría pasar era si yo hacía de sustituto del café.

¿Del café?

-No entiendo, ¿qué quieres decir con eso?

-Bueno, antes... ¿cómo te digo?... antes... cuando estaba con ella, como siempre quedaba con mucha energía, después de ya sabes... tener sexo, me decía que yo era como la cafeína...

No, no puede ser lo que estoy pensando, tal vez él se resistió y ella lo entendió no lo sé, o se fue y buscó una manera loca de entrar, o tal vez se tardó mucho porque buscó cloroformo y la durmió.

-Ajaaa... sigue - digo muy irritada.

-Bueno comenzamos a besarnos...

-¡¿Qué comenzaron a qué?! - grito interrumpiéndole.