Cap 33

338 16 0
                                    

—¿Tienes auto? —le pregunté asombrada cuando llegamos a un lujoso mustang estacionado en frente del edificio.

—No, mi novio salió de la ciudad y me dejó el suyo —quitó los seguros y nos metimos —¿Al Big Ben, entonces?

—Sí, hay una cafetería ahí, también es restaurante —le expliqué.

—Sí, creo que ya sé cuál es —arrancó y me agarré con los dedos del asiento para no salir volando de lo fuerte que manejaba esa loca —¿De qué revista hablabas?

—Cuando Harry me llevó a ver el Big Ben, una mujer nos tomó una foto juntos y nos dijo que la publicaría en una revista que venden ahí. Además quiero ir porque me gustó mucho el lugar, oh, y el pastel de chocolate sabe a gloria.

—Estoy segura que sí, pero yo no puedo comer pastel —suspiró resignada— estoy haciendo una dieta.

—Qué triste, ¿sabes qué es lo genial de saber que voy a morir? —le pregunté. Ella río y negó con la cabeza. Si le hubiera hecho esa pregunta a Harry, él probablemente se amargaría de la peor manera.

—¿Que no tienes que hacer dieta? —adivinó.

—Exacto —le di la razón con una sonrisa— últimamente eh estado comiendo como loca y sé que no importa.

—Eso es genial y un poco deprimente, chica. Pero cambiando de tema… ¿Crees que no noté ese “oh, beso inocente en la mejilla” que te dio Harry? —hizo comillas en el aire con una sola mano. Yo sonreí como tonta al recordarlo.

—Annie, no tienes ni idea… Nosotros ya nos hemos besado —le dije en un casi-grito de la emoción. Ella me volteó a ver con los ojos bien abiertos un segundo para después devolver su vista a la calle —varias veces.

—¡No te creo! ¡Oh Dios mío! Esto es emocionante. ¿Cómo besa? —Preguntó mas emocionada que yo —¡Ahora están totalmente saliendo!

—No estamos exactamente saliendo, de hecho sólo fueron unos cuantos besos un poco calientes y…

Bueno, ahora me siento extremadamente tonta por no haberlo hecho con él. Digo, ¿qué tan difícil podría ser?

—¡OH-POR-DIOS! ¡Lo hicieron! —Paró el auto de manera brusca haciéndome saltar hacia delante y justo entonces me di cuenta de que ya habíamos llegado a la cafetería —entremos y me cuentas. ¡Necesito saber todos esos detalles sucios!

—Bueno… —murmuré, sin ganas.

Nos bajamos del maravilloso auto lujoso del novio de Annie y ella me arrastró prácticamente hasta dentro, tiraba de mi pobre brazo con impaciencia. Nos tocó sentarnos en la misma mesa donde me senté con Harry la última vez que fuimos.

—De acuerdo. ¡Cuéntame! ¿Cómo fue la primera vez que se besaron? —exigió en el mismo instante en que nos sentamos en la mesa.

Y me hizo contarle todo con sumo detalle. Hasta me pedía que le contara las caras que hacía él y todo, para ver si había “señales” de algo. Le empecé a contar desde que llegamos a la fiesta, cómo bailamos, lo que me dijo antes del beso, el maravilloso primer beso entre nosotros, todo lo que él hizo. Y se comportó como toda una madre preocupada cuando le conté lo del dolor del pecho. Creo que se nos fue más de una hora discutiendo eso. Cuando le dije que Harry llamó a nuestro beso “maldito e insignificante” —y , seguiré repitiendo eso para siempre, no lo voy a superar— me dijo lo mismo que Abby y me hizo sentir un poco mejor acerca de eso; gritamos juntas de la emoción cuando le dije de el momento romántico y su cara cambio a una de decepción cuando le dije que no pude hacerlo.

The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora