Capítulo 4º

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- Te dije que no te excedieras en el trabajo, Dylan, ¿qué demonios es eso entonces? – señaló el libreto de la siguiente película mientras trataba de ponerse algo más cómodo para soportar el peso del otro sin problemas.

Los vidriosos ojos de Dylan se movieron hasta donde su dedo señalaba.

- Tenía curiosidad.

- ¿Curiosidad, Dylan?

Calló un segundo antes de responder, pensando en lo que quería decir. Le costaba muchísimo hilar un pensamiento con otro, ¿ese era el resultado de que no le hubiera llegado suficiente oxígeno al cerebro por un rato? Seguro que ahora sí se quedaba tonto.

- Vale – respondió profundamente aspirando el olor del perfume de Thomas.- Necesitaba saber algo – admitió, sintiendo calor en sus mejillas.

- ¿No podías simplemente esperar a superar todas las tensiones que te está ocasionando este rodaje antes de sumergirte en el otro? Te recuerdo que también estás rodando Teen Wolf...

Entonces, notó que el peso de Dylan se alejaba de su cuerpo para sentarse delante de él y mirarlo fijamente.

- No, Thomas, lo necesitaba. De verdad.

- Pues ya ves de qué te ha servido, pingajo – le dio un leve golpe en la frente con el dedo.

Thomas era un chico tan educado y correcto que escucharle decir los insultos y palabrotas propias de El Claro era, sin duda, sexy. Aunque Dylan era consciente que, cuando las usaba, las usaba con seriedad... lo que lo hacía más jodidamente sexy.

- ¿Cenamos? – murmuró el rubio, levantándose para recoger las bolsas de comida del suelo.

A pesar de todo, Dylan notó que Thomas se veía mucho más cansado y apagado que cuando lo había despedido hace un par de horas. Incluso podría atreverse a decir que estaba triste...

- Oye – lo llamó de pronto.- ¿Está todo bien?

El rubio que había estado intentando calmar los latidos de su corazón por todas las emociones recibidas en apenas cinco minutos, asintió suavemente, pero sin llegar a mirarlo. En realidad, todo lo que deseaba era acostarse en la cama y olvidarse del mundo hasta el día siguiente.

Un momento.

La cama.

Se pasó la mano por la cara, al final había olvidado pedir una explicación en recepción. No para él, sino para Dylan. Evocó la desilusión que le había provocado ver a su amigo tan afectado porque tendrían que dormir juntos.

"Aunque supongo que, para empezar, a mí no tendría que hacerme ilusión".

- ¡Thomas!

Dio un brinco en el sitio y casi se le cae la pizza que estaba cortando de las manos cuando se dio la vuelta para ver qué quería su amigo y notó que Dylan se había acercado demasiado. Los colores amenazaron con subir a sus mejillas.

- ¿Q-qué?

Dylan observó las mejillas de Thomas colorearse poco a poco hasta que adquirieron un adorable tono rojizo, sintió una leve presión en la zona baja de su estómago.

- Te he llamado varias veces – colocó ambos brazos a los costados de Thomas, en la encimera, deteniendo de esa forma cualquier movimiento. La excitación aumentó cuando se dio cuenta de que, a pesar de ser menor, tenía mucho más cuerpo que Thomas y que podía inmovilizarlo sin problemas. Se excitó aún más. Si quisiera podría dominarlo.

- ¿Dy-Dylan? – tartamudeó, más nervioso de lo que quería demostrar. Sentía la respiración de Dylan en su cuello, por lo que tenía la piel de gallina.

- ¿Hmmm? – reaccionó quitando la vista de la más que apetecible piel pálida del cuello de Thomas.

- Ibas... i-ibas a decirme algo.

¿Por qué intentaba hacerse el valiente? ¿El maduro? ¿El mayor? En ese momento se sentía increíblemente pequeño entre los brazos de Dylan. Mientras sus ojos volvían a establecer contacto visual con los contrarios se descubrió imaginando cómo sería que lo abrazara, cómo sería que aquellos fuertes brazos levemente bronceados lo rodearan porque no quieren dejarlo ir...

- ¿Has podido hacer algo con eso? – señaló detrás de ellos con la cabeza.

La cama.

Thomas sintió que su corazón se encogía. Estaba harto, cansado. Siempre dando todos por los demás, siempre intentando que todos estuvieran contentos... incluso cuando era su propia felicidad la que estaba en juego. Como había sucedido con Isabella.

- No he querido hacer nada con eso – masculló, molesto.

El corazón de Dylan saltó de pura alegría al escucharlo.

"Para, estúpido, eso no significa nada".

- Comprendo – sonrió, agarrando la muñeca que Thomas tenía en suspensión y mordiendo el pedazo de pizza que estaba sosteniendo.- Vaya, está buena – se sorprendió, alejándose por fin del cuerpo de Thomas, pero llevándose consigo la pizza.

Thomas tragó saliva, cuando Dylan dio el primer mordisco lo había mirado directamente a los ojos mientras masticaba y luego se había relamido los labios antes de quitarle el trozo de pizza y separarse de su cuerpo.

"La santa madre que..."

Se dio la vuelta. Tenía el cuerpo alborotado, las hormonas completamente revolucionadas. Respiraba agitado. Cerró los ojos, necesitaba calmarse. Después comer algo, ducharse y... dormir. Realmente quería dormir.

Continuará...

n/a: *risa pervertida* la cosa comienza a ponerse interesante, ¿no creen?

Entre líneas #DylmasNewtmasAwardsHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin