Capítulo 29

17K 1.4K 14
                                    

Mushka

Una nuevo comienzo, crear una vida, ser padres.

Pasados unos días, me había logrado tranquilizar y aceptar el hecho de que una vida crecía dentro de mí y que yo era su madre. Todavía no podía sentirlo, pero la idea de saber que allí se encontraba, revolucionaba mis emociones.

Duncan se había portado como un rey, pero uno muy controlador desde que había asumido su rol de padre. Se la pasaba leyendo libros de bebes y mamas embarazadas, para dame consejos de que frutas eran buenas, que deberíamos inscribirnos en el grupo de preparto y tal vez hacer algo de yoga.

Baje a la cocina a buscarme algo dulce, cuando lo vi sentado en una de las sillas, leyendo un libro sobre el parto. Puse los ojos en blanco y me empecé a reír, yo no quería ni pensar en el parto, me daba miedo de solo imaginarlo.

Él al escuchar mi risa, levanto la vista hacia mí y me sonrió haciéndome temblar. Se acercó abrazándome y dándome un beso en la sien -buenos días preciosa ¿como te encuentras hoy?

-Mejor, hoy no me han dado ganas de vomitar-dije victoriosa.

-Todo un logro cariño.

-La verdad que si, vamos a ver cuanto dura-hice una mueca.

El rio entre dientes y me tapó los ojos con sus manos - te tengo una sorpresa.

-¿Que es?-dije entusiasmada.

-Ya veras impaciente-rio.

Me llevó caminando hacia a un lado y me dejo ver. La heladera estaba llena de muffin de chocolate con chispas, mis preferidos.

Mi boca se hizo agua -No lo puedo creer, tu si quieres que yo engorde -achine mis ojos.

Él se rio y me volvió a abrazar -tus antojos han sido siempre sobre ellos, se me hace que los quieres mas a ellos que a mi- Dijo haciendo un mohín.

Me di vuelta y le planté un beso en la boca que el me devolvió con más fervor, transformándolo en algo más. Sin darme cuenta terminamos muy pegados, yo sentada en la mesa, abierta de piernas y el metido entre ellas apretándose a mi cuerpo.

Si antes estaba loca por este hombre, con el embarazo estaba mil veces peor, mis hormonas estaban totalmente revolucionadas y lo pedían a él a gritos a todas horas.

El freno el beso y dijo - tenemos que apurar el casamiento, quiero que seas oficialmente la señora Macleod.

Puse los ojos en blanco y me reí. El volvió a besarme pero esta vez empezó por mi cuello.

-Di que si, vamos cariño hazme feliz con esto.

No podía pensar con claridad dentro de la burbuja de placer en la que estaba metida.

- Mmm.

-No te daré lo que quieres hasta que me digas que si - dejó de tocarme. Me estaba frustrando a propósito y eso me puso de muy mal humor.

- Eso se llama manipulación-me cruce de brazos.

-Nunca dije que iba jugar limpio, vamos dime que si- puso cara de cachorrito.

Acaricio el interior de mi muslo, pero cuando iba a llegar a mi centro, se detuvo.

-¡Duncan!

-Esa no es la respuesta que quiero escuchar amor-rio entre dientes el muy maldito.

Siguió su camino y una vez mas cuando pensé que me tocaría, alejo sus dedos.

-¡Esta bien! , tu ganas-dije frustrada.

-¿Que dices cariño? No te escuche bien - me miro con picardía.

-¡Que si! , casémonos mañana si quieres, pero no me dejes así.

Él sonrió mostrando dos atractivos hoyuelos y esta vez no se detuvo. Me saqueo la boca hasta que nos separamos jadeando para respirar.

-Mañana entonces serás totalmente mía-dijo agitado y con una gran sonrisa en su cara.

¿Mañana? ¿Que había hecho? Me rei, todo estaba pasando demasiado rápido, sin darme lugar a parar a asimilarlo. Lo mas cómico de todo, es que pesar de esta locura, era feliz, Duncan me hacia feliz.

Me tomo en sus brazos y me llevo a nuestra habitación.

Me deposito con amor en la cama y me desnudo con premura. Acaricio mi cuerpo desnudo lentamente, subiendo y bajando, no toco nada específico y así y todo logro volverme loca.

Su boca se dirigió a uno de mis pechos, chupando y mordiendo. Mientras su mano atendía al otro que se encontraba listo para recibir su atención. Luego levanto su mirada oscurecida por el deseo y la clavo en la mía mientras su mano se colaba en mis partes bajas, abriendo los pliegues de mi sexo, para jugar con el.

En el momento que empezó a mover sus dedos dentro de mi, todo sentido común se desvaneció. Solo era consciente de sus caricias que me enloquecían las palabras que me decía mientras me acercaba a un orgasmo arrollador.

Luego su boca se poso sobre mi centro y empezó un juego perverso de seducción. Lamio y succiono hasta que un orgasmo me partió en dos, dejándome exhausta. No se en que momento se desnudo, pero cuando se cernió sobre mi, aprecie la vista y mis dedos rastrillaron sus abdominales, en busca de mas.

Lo sentí entrar lentamente, tomándose su tiempo, absorbiendo el placer que nos provocaba a los dos. Su mandíbula se tenso y tomándome mis caderas con fuerza, comenzó un vaivén peligroso, en donde cada embestida nos acercaba a esa anhelante explosión.

Uno dos y tres. Mi orgasmo me llego, haciendo temblar y dejándome en una nube de excitación y relajación. Duncan se vino unos segundos después, tras un gruñido, cayendo sobre mi cuerpo sin aplastarme.

Apoye mi mejilla sobre su pecho desnudo y lo abrase con fuerza. El me dijo algo, pero no logre escucharlo bien, ya que el sueño me invadió y no pude combatir contra el.

Highlander en las Sombras © (editando) 1 Libro De La Saga "Un Escoces Enamorado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora