La esclava

Capítulo 30 Lágrimas de Tom

Desperté un poco tarde desde que llegué de la estación, miré el reloj y ya eran las 4:30 de la tarde, rápidamente me puse de pie y corrí a la habitación de Tom, no lo había visto en todo el día y ya estaba atardeciendo, me sentí un poco triste al recordar que le habían dado la quimioterapia y por mi melancolía no quise ir a verlo.

Abrí la puerta despacio y lo vi acostado, se le veía muy débil

_¡Tom! _llamé. _me miró y esbozó una sonrisa débil

_Pasa Anita. _dice

_lo siento Tom. _digo mientras me acerco a su cama. _tuve que salir esta mañana por eso no pude venir a verte hasta ahora...

_shhhh! Tranquila, está bien. _me interrumpió. _Claudia vino esta mañana y me explicó lo que pasó, está bien. _sonreí

_¿cómo estas campeón? _tomé su mano

_luchando. _sonríe débilmente

Tomé una silla y me senté a su lado, estaba muy débil tuve deseos de llorar al verlo así pero me contuve porque no quería contagiarle mi tristeza, necesitaba ser fuerte por Tom.

_llévame afuera. _dijo

_No puedo Tom, aún estas débil necesitas reposo.

_Por favor ya está atardeciendo necesito verlo. _ruega

_ayy!. _suspiro. _de acuerdo espera.

Tomé una silla de ruedas que se encontraba en la habitación, la abrí y lo ayudé a sentarse, cubrí sus piernas con una sábana y antes de salir Tom me pidió sacar un tapabocas de la gaveta, obedecí y se lo coloqué en la boca.

De camino al jardín nos topamos con Claudia quién al vernos se acercó con una sonrisa

_¿A dónde van? _preguntó sonriente

_Al jardín. _respondo

_Tom, ¿cómo te sientes mi amor? _pregunta Claudia

_bien. _logra decir

_de acuerdo, vayan con cuidado, _dice Claudia y siguió

Una vez afuera coloqué a Tom como me pidió y me senté en la grama a su lado. Permanecimos en silencio mirando el acostumbrado espectáculo, de la nada vi una lágrima correr la mejilla de Tom

_Tom! ¿Qué pasa?. _pregunté preocupada pero no dijo nada

Me agaché frente a él y una vez más le pregunté qué le sucedía, en esta ocasión Tom comenzó a llorar más fuerte

_Ni siquiera han venido a verme, _dice entre llanto y de inmediato mi corazón se quebró

Pude sentir el dolor en sus palabras, y en cada una de sus lágrimas, qué podía decirle para consolarlo, para contradecir lo que él pensaba sí yo estaba viendo que él tenía razón, quedé en silencio y traté de ser fuerte por él, lo dejé desahogarse

_Mi teléfono no suena, siquiera el del hospital, tenía novia ¿sabes?, pero la última vez que vino, fue para darme una maldita carta donde me decía que no podría seguir conmigo que esto era demasiado para ella!!_gritó entre lágrimas

No pude evitarlo comencé a llorar también.

_¡¡PERO Y YO QUÉ!! _grita. _si esto es duro para ella, sí esto es duro para mi familia, ¡¿QUÉ DIABLOS HAY DE MI?! Me han dejado sólo, no me gusta pensarlo, en serio hago de todo para no tenerles rencor, pero es que no puedo. _dijo sin fuerzas rompiendo en llanto._no pude más y lo abracé.

_¡¡Ni siquiera. _se quedó sin aire. _ni siquiera tuvo el valor de decírmelo en la cara, sólo me dio una carta, UNA MALDITA CARTA!!. _siguió llorando