Capítulo 3

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  Jack POV

Cuando pude acostumbrarme a la luz, abrí los ojos lentamente. Frente a mí había una mesa pequeña, cubierta por un mantel color violeta oscuro y dos sillas, una de ellas ocupada por una mujer. Yo realmente esperaba encontrarme a una anciana decrépita, por eso me llevé una gran sorpresa al ver a una esbelta y hermosa mujer.

-Jack Frost.- Sonrió ella y se puso de pie. Era alta y vestía un largo y delgado vestido color rojo oscuro, su piel llevaba alguna que otra arruga y llevaba el cabello largo y canoso.-Es un gusto conocerte.

-Eh... gracias, igualmente.-Balbuceé.

-Yo soy Marlene.-Volvió a sonreír, clavando en mí unos encendidos ojos verdes.

-Necesito tu ayuda.-Solté de repente, algo nervioso por la felina mirada de la mujer sobre mí.

-Lo sé.-Se sentó en su silla nuevamente.-Vamos, querido, sentáte.

Titubeé un instante, pero finalmente hice lo que me ordenaba.

-¿Qué es lo que querés?-Preguntó Marlene.

-Estoy buscando a Rapunzel, la hija del Sol.

-Mmm.-Ella cerró los ojos.- ¿Y por qué venís a buscarla acá?

-No sé.-Me sorprendí al escuchar la pregunta.-Tenía el reino de Corona de paso... y bueno.

-Ya veo.-Volvió a sonreír, lo que hizo que me estremeciera.-Y supongamos que yo te digo dónde está la niña ¿Qué me vas a dar a cambio?

Me quedé duro ¿Darle algo a cambio? Pero si ya había pagado ¿Por qué tenía que hacerlo de nuevo?

-Pero si yo ya le pagué a tu hijo...

-Ah, ese estúpido.-Me interrumpió.-Yo no quiero dinero.

-¿Y qué querés?-Pregunté confundido.

-Algo que valga más, Jack.-Dijo con tono irritado.

-Ah, bueno.-Asentí lentamente.- Puedo darte...-Y la respuesta llegó a mí al instante.- ¡El Sol te recompensará!

-¿El Sol?-Frunció el ceño.-Dudo que lo haga.

-¡Lo hará! ¡Te lo juro!-Exclamé.

-¿Lo jurás?

Asentí rápidamente

-Bien, confío en vos.-Dicho eso, tomó mi mano. Al instante de haberlo hecho, solté un quejido. Sentí una corriente dolorosa recorrer mi extremidad, y traté de apartarla.

-¿Qué me hiciste?-Le increpé cuando por fin me soltó.

-Hicimos un juramento mágico, que no podrá romperse hasta que cumplas tu promesa.

-¿Hacía falta que doliera tanto?-Volví a preguntar mientras me sobaba el brazo.

-Dejá de ser tan llorón.-Me cortó Marlene.-Y vamos a lo importante.

La mujer apartó el mantel y sacó de debajo de la mesa una bola de cristal. La miré sorprendido y acerqué la mano para tocarla, sin embargo, Marlene fue más rápida y me apartó.

-Solo yo la puedo tocar.

-Pero ¿Qué es eso?-Señalé la esfera y el humo blanco que flotaba en su interior.

-¡No te importa!-Exclamó enojada.- Si hubiese sabido que eras tan irritante, nunca te habría dejado entrar.

Solté un resoplido y me quedé callado, mirándola. Marlene cerró los ojos y comenzó a murmurar palabras ininteligibles mientras movía las manos alrededor de la bola. Y de repente, el humo se tornó de un rojo sangre y la adivina abrió los ojos. Clavó la vista en la esfera, como si estuviera viendo algo y susurró:

The Daughter Of Sun (Jackunzel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora