Capítulo 5

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JACK POV

Desperté con la respiración agitada, el sudor resbalaba por mi frente y humedecía mi ropa. Muy pocas veces me había sentido acalorado, y esto solo lo producían los nervios.

La hija del Sol, la niña que había estado desaparecida por tanto tiempo era la única que había creído en mí, que me había salvado. Y había estado al alcance de mis manos todo este tiempo. 

Me puse de pie y salí volando por la ventana, no quería perder tiempo en despedirme, Rapunzel estaba cerca.

Atravesé el reino de Corona con rapidez, observando lo apagado que se veía todo. A esas horas de la noche no debía haber ni un alma despierta, a excepción de mí. Cuando divisé el bosque, disminuí la altura y la velocidad para buscar la torre. 

No se cuánto tiempo estuve tratando de encontrar esa cueva que me llevaría al hogar de Rapunzel, hasta que el ruido de pasos y de hojas y ramas quebrarse, me alertó. Rápidamente me subí a un árbol y me escondí entre la espesura del follaje. Busqué con la mirada de dónde podrían ser esos ruidos y entonces vi, a una corta distancia, la dichosa cueva. Casi pego un grito de felicidad, pero de repente las enredaderas que cubrían la entrada se movieron, dando paso a una mujer.

Casi me caigo del árbol al ver quién era ella.

Gothel.

O mejor dicho, Madre Gothel, como le gustaba que la llamaran. Era una mortal que se dedicaba a secuestrar niños y a usarlos para su propio beneficio. A algunos los mataba para confeccionar ropa  y tapizar muebles con sus pieles y cabellos, y a otros se los comía. Si el día en que te secuestraba estaba de buen humor, tal vez no te mataba. Si tenías suerte podías ser su esclavo, pero por los abusos lo más probable era que terminaras muriéndote. Gothel era la crueldad en persona y hasta Pitch Black le tenía miedo. Si sos un niño y la ves cerca, lo más recomendable es que huyas, aunque si la mujer se fija en vos, tarde o temprano terminarás en sus brazos. 

Y Madre Gothel salía de lo que era el hogar de Rapunzel.


RAPUNZEL POV

Cuando desperté, mi pecho subía y bajaba rápidamente, como si me costara respirar. Me incorporé lentamente en la cama y me refregué los ojos sin cuidado, recordando lo que había soñado.

Había sido un recuerdo del pasado, cuando aún era muy pequeña. Un joven de pelo blanco al que había visto muy cerca de mi torre, y me había saludado. Luego se había ido sin siquiera voltear atrás, pero me había saludado. Y eso era algo que recordaría por siempre.

Me levanté sin ganas de mi cama y salí de mi habitación. Cuando me asomé por la escalera vi a mamá, sentada en una silla, leyendo. Al levantar la vista, me vio y me hizo un gesto para que bajara. Lo hice con timidez hasta quedar a unos pasos de ella.

-¿Pensaste en lo que hiciste?-Preguntó con seriedad.

Asentí enérgicamente. Aunque la verdad no había pensado en nada, prefería mentirle antes que me retara de nuevo.

-Me alegro.-Dijo ella sonriendo.-Y como recompensa por eso, iré a comprarte nuevas pinturas para tu cumpleaños.

Abrí mucho los ojos, sorprendida.

-¿¡En serio!?

-Sí.-Se puso de pie.-En el reino vecino de Raimenna se venden unas pinturas de muy buena calidad, son de conchas marinas o algo así. 

-¡Ay, gracias mamá!-Exclamé y la abracé con fuerza.

-Ya ya, tranquila.-Ella se soltó de mi agarre.-¿Sabes que va a ser un viaje largo, no?

Asentí.

-Solo serán tres días ¿Crees que estarás bien?

-Sí, madre, acá nada malo me puede pasar.

Cuando mi madre se fue, pegué un salto de felicidad y grité:

-¡Pascal, somos libres por tres días!

De repente el animalito apareció por la ventana y saltó sobre mi hombro.

-Tres días en los que haremos lo que queramos.

Pascal señaló la ventana con su cola, y yo, negando con la cabeza, dije:

-Todo menos salir al exterior.

El camaleón soltó un bufido, frustrado.

-Vamos, podemos hacer cosas divertidas acá.-Dije mientras lo acariciaba.- ¡Ya sé! ¡Voy a hacer una tarta de manzana!

Y me lancé de cabeza a la cocina. Mientras que preparaba la torta, bailaba y cantaba, emocionada. Entonces, Pascal me empezó a golpear el rostro con su cola.

-¿Qué pasa...

Pero no terminé la frase, porque al voltearme vi que nevaba dentro de la torre.

Deje el recipiente donde estaba cocinado sobre la mesada, y corrí al centro de la habitación, donde caía la nieve. La miré asombrada y puse mis manos en jarra para que los copos cayeran sobre éstas. Me estremecí al sentir el frío que transmitía la nieve, y recordé que siempre había deseado sentirla, aunque solo fuese agua congelada.

Di varios giros, sintiendo la frialdad de los copos sobre mí, mientras reía como una niña pequeña.

Y entonces sentí algo sobre mi espalda. Abrí los ojos y me volteé bruscamente para encontrarme cara a cara con un chico.


Mmm Gothel salvaje.

¡Hola a todos! Hace un montón que no nos leíamos, como suele ser común en mí. Supongo que alguuuuun día voy a cumplir mi promesa de actualizar rápido, y más ahora que estoy de vacaciones :D

¿Quién será el chico que está en la torre de Rapunzel? Re que ya lo sabemos todos, pero bueno, hagamos suspenso.

Bueno, gracias por la paciencia que me tienen! Ni mi mamá me banca tanto. 

Gracias por todo chicos, los quieroooo

Voten y comenten :DDDD


The Daughter Of Sun (Jackunzel)Where stories live. Discover now