9. PADRE - Parte II

902 89 16
                                    


¡¡Al fin regresé....!! XD y aunque tengo un resfrío terrible (a causa de mi viaje ¬¬), me siento muy feliz porque estos días mi fic ha tenido más visitas, votos y comentarios XD y sobre todo: HAY CARITAS NUEVAS POR AQUÍ!! Y TENGO NUEVOS SEGUIDORES!! >3< Muchísimas gracias, los adoro <3 <3 Pues bien, antes de dejarlos en paz para que sepan cómo sigue esta historia, les envío mis agradecimientos especiales a Lectora1300 (bienvenida a mi mundo XD espero que te pases por aquí también), MeriStgoM (amo tu historia <3), WhiteSsilence y FranTapiaValdes (mil gracias por seguirme, chicas), Mariparis, POK2460, Lolikitsune (muchas gracias por seguirme, espero que te pases por aquí), fionnalp (otra seguidora!! genial T-T ay quiero llorar!! jejejeje gracias por seguirme), crisscross2323 y juvia-hinata (les doy la bienvenida), GabrielaNayarelyGuti, Dani_SH, IngridSweetRouga, ELIUSKAMATA, lanoviadeitachi (bienvenida, gracias por leerme), Sonrisa-de-Clo, lmml11, AlissVettz, pame2003 y Naruhina_Borusara. 

Espero no haberme olvidado de nadie y si así fue, lo siento mucho T-T Bueno, ya me voy, ojalá les guste este capítulo. Nos leemos...

9. PADRE

Siguieron al misterioso Akai hasta un recodo bastante escondido de la ladera donde, debajo de una gruesa capa de ceniza volcánica, encontraron un sello con un símbolo tallado en la superficie formado por dos espadas cruzadas y sujetadas al medio por una mano esquelética.

— Aquí está — oyeron la satisfacción de su guía que observaba fijamente el tenebroso símbolo. — ¡Alto! — el rubio, que había estado unos pasos más adelante del grupo, se detuvo en seco. — No des un paso más.

— ¿Qué... qué sucede? — preguntó Hinata sorprendida por la reacción del encapuchado.

— No se muevan o los atrapará la barrera del volcán y no vivirán para contarlo porque les absorberá toda la sangre — finalmente explicó el Akai. — No se aparten de mí, vamos a entrar.

— Sí — respondieron los shinobis y la princesa a coro y se ubicaron junto a él.

El guía extrajo un puñal de entre sus ropas y sin dudar, se lo clavó en la palma de la mano. Enseguida, la sangre empezó a brotar pero a diferencia de la de Sayuri, la sangre de aquel hombre era de un intenso color negro. Entonces, Sayuri recordó que según la leyenda de los Antiguos Juglares, sólo los Akai con ese tipo de sangre podrían inhabilitar la barrera que protegía el valioso talismán oculto dentro del volcán. De repente, un temblor se hizo sentir sacando a la princesa de sus pensamientos y se percató de que el sello se había partido justo por el medio.

— Bien, vamos — ordenó el encapuchado.

El grupo de dirigió hacia una estrecha grieta y se deslizó por ella para ingresar a la montaña. Adentro el calor era insoportable y todo tenía un color rojizo ardiente debido a la presencia de la lava incandescente corriendo en largos e innumerables riachuelos por todo el lugar. Era algo hermoso pero aterrorizante al mismo tiempo porque un paso en falso significaría una muerte segura o al menos una horrible quemadura de por vida.

Avanzaron por los enredados y estrechos pasillos labrados directamente de la roca volcánica. Los shinobis y la princesa observaban asombrados todo aquello, aunque a ella eso le producía un extraño sentimiento de familiaridad. Por su parte, el guía se mantenía en silencio y caminaba como un autómata.

— Ya estamos cerca — afirmó el Akai al cabo de varios minutos de caminata silenciosa.

— Aquí voy — pensó Sayuri en su fuero interno mientras inhalaba y exhalaba profundamente para calmar su ansiedad. – Todo estará bien, los protegeré hasta el final — se juró a sí misma en tanto los rostros de sus seres queridos aparecían en su mente y apretó la mano de Kiba que no había dejado de tomar la suya desde que entraron al volcán.

SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora