SANGRE

11. BATALLA - Parte II

Hola, hola mi gente :3 Lo sé, lo sé... T-T me tardé bastante en actualizar (otra vez ¬¬) pero es que... Ok, no les daré mis excusas, no creo que ninguna valga jejejeje

Así que sólo quiero agradecerles a los que se pasaron por aquí para leer, votar y comentar, MIL GRACIAS <3 ¡¡Ya vamos para las 2000 visitas!! XD XD Y también quiero agradecer de manera especial a AnghelaBohorquez e IssaBella8 (bienvenidas <3 muchas gracias por sus votos y espero que se pasen por aquí), Dani_SH, ShiroOOtakuuYuki (te doy la bienvenida XD gracias por sumarte a esta historia), Alissvettz, Shoenstand (awwww....¡eres un amor! >3< espero que actualices pronto), Florencya-Ngl_0110 y MariangelVsquez (gracias por votar en mi one-shot :3 espero que disfruten esta historia también), Lectora1300, Danii_Nigg, katpa1992, gricelda27, GabrielaNayarelyGuti, ELIUSKAMATA, catadroguett, fionnalp, lmml11, neirangeluzumaki, Mariparis y lanoviadeitachi <3 <3 Muchísimas gracias, sobre todo por darme la alegría de ver cómo crece la lista de agradecimientos ^.^

Ok, no tengo más que agregar, así que los dejo para que lean este nuevo capítulo... :-S Aunque me quedo intranquila porque seguro me matarán T-T porque está corto, ¡¡LO SIENTO!! Pero pronto volveré con más, así que atentos, saludos :-)

11. BATALLA

"Una explosión se desató inmediatamente y antes de salir despedido por el fuerte impacto, fui alcanzado por una potente descarga eléctrica que salió de su cuerpo. ¡Maldición! Caí con fuerza unos metros más allá pero sonreí levemente al notar que el rey estaba de rodillas respirando con dificultad mientras Kiba se encargaba de alejarse de allí con Sayuri junto a él.

De la nada, mi adversario empezó a mover los hombros de arriba hacia abajo, algo que me intrigó sobremanera pues estaba de espaldas hacia mí. ¿Acaso se estaba riendo? Entonces, se volteó y una histérica carcajada resonó en el aire. Avanzó unos pasos hacia mí y al fin habló:

— ¿Así que el jinchuriki del Kyubi peleará contra mí? — dijo fingiendo sorpresa. — ¿Y a qué le debo este honor? — su tono burlón hizo que frunciera el ceño aún más.

— A que eres un maldito psicópata a quien mandaré al infierno para impedir que jodas al mundo — escupí sin el más mínimo deje de duda en la voz.

— Ten cuidado, niño — oí la voz de Kurama resonando en mi interior. — Este tipo es peligroso.

— Mejor escuchas al zorro, mocoso — afirmó el padre de Sayuri. ¿Pero cómo rayos...? — También puedo oírlo — sonrió muy pagado de sí mismo adivinando la pregunta que rondaba mi cabeza. — Digamos que es uno de los beneficios de ser un rey tan poderoso. Disfrutaré tanto beber tu sangre — se relamió los labios.

— ¿Qué?

— Los bijuus hemos sido usados como armas por muchos siglos — comenzó a explicarme Kurama, — de la misma forma que los Akai — abrí los ojos como platos, ¿esa raza de "humanos" era tan antigua? — Si ambas líneas sanguíneas se fusionan, se obtiene el Arma Definitiva, que es capaz de borrarlo todo de la faz de la Tierra.

— Maldición — bufé en mi fuero interno. — ¡¿Y esperaste hasta ahora para decírmelo?! — le reclamé al zorro.

— Pues estaba completamente seguro de que la princesa jamás te haría daño pero este tipo... — un gruñido se filtró por entre sus palabras. — Fue capaz de esconder su presencia por mucho tiempo, incluso cuando nos encontrábamos a unos veinte metros del volcán. Ten cuidado cuando te acerques a él, su cuerpo está recubierto por una especie de campo de fuerza eléctrico.

— Haré que pague por todo el sufrimiento que ha ocasionado — sentencié antes de arremeter contra el rey de los Akai."

Naruto atacaba desde todos los ángulos imaginables, su velocidad era increíble e igualaba sin problemas a la del enemigo. No obstante, cada vez que se aproximaba a unos pocos centímetros del rey, recibía una debilitante descarga eléctrica que absorbía su chakra. Además, el malvado hombre, a diferencia de todos los Akai contra los que había luchado el rubio, tenía la capacidad de transformar las armas que utilizaba a su antojo y el momento que deseara, incluso si estaban en pleno vuelo en dirección al shinobi para golpearlo de la forma más "conveniente". De esta manera, se le estaba haciendo cada vez más difícil acercarse al malvado monarca.

— Mierda... — refunfuñó la princesa observando el combate mientras trataba de incorporarse a duras penas pero una terrible punzada en el estómago la detuvo. — Tengo que ayudar a Naruto — dijo entre los jadeos que le produjo aquel insoportable dolor.

— Recuéstate, Sayuri — le pidió Kiba, quien se sostenía el brazo roto tratando de disimular una mueca de sufrimiento. — Hinata se encargará de ti — esbozó una sonrisa buscando tranquilizarla.

— No sé cómo vayan a reaccionar tus células de autocuración en contacto con mi chakra, porque estás bastante débil, pero haré todo lo que pueda — le aseguró la chica de los ojos perlados acercando sus manos a la enorme herida.

Mientras la Hyuga emanaba chakra curativo, Kiba se enfocaba en proteger al pequeño príncipe que seguí sin despertar. Al parecer, el trauma de haber visto a su madre morir a manos de su amada hermana había sido tan fuerte que lo dejó en estado de coma. En cuanto a la princesa, ésta alternaba su atención entre su hermano, Hinata, Kiba y sobre todo, el Uzumaki que peleaba sin dar tregua, aunque se encontraba sumamente debilitado a causa de las habilidades de su condenado padre. Estaba tan desesperada por ayudar al rubio, que no le importaba en lo absoluto lo que pudiera pasarle. Lo único importante para ella era proteger a Ryku y a sus amigos.

De repente, un fuerte temblor la apartó de sus pensamientos y vio con horror cómo el suelo bajo los pies del Inuzuka se abría. Sin dudarlo ni un segundo, se incorporó a toda velocidad para apartar a su hermano y a los shinobis de Konoha de ese lugar. Ya casi no sentía dolor en la zona de su estómago pero no pudo experimentar ningún alivio porque lo supo en seguida: su padre utilizaría su poder sobre el volcán para destruirlo todo.

— ¡¿Pero qué...?! — exclamó Naruto justo antes de esquivar una enorme fuga de lava que salió disparada de suelo que pisaba.

— Ya estarás contento, mocoso — rugió el rey mientras sus ojos escarlata destellaban amenazadoramente. — Me obligaste a despertar el volcán para destrozarte — los temblores se incrementaron con cada palabra, — ¡pero tu sangre lo vale! — sentenció antes de lanzar una potente carcajada que le provocó un escalofrío a la princesa a pesar del aumento tan repentino de la temperatura.

Los soldados que aún permanecían en la zona echaron a correr en busca de una salida pero para Sayuri y sus amigos no sería tan fácil. El rubio, por su parte, sintió cómo le hervía la sangre al no poder socorrer a sus compañeros en el acto ya que el rey lo atacaba sin piedad. Era como si su poder se hubiera intensificado con la presencia del fuego.

"¡Maldita sea! Mis amigos estaban en peligro, todo se desmoronaba a su alrededor. ¡Hinata! Si algo llegaba a pasarle, jamás me lo perdonaría. Tenía que hacer algo, tenía que..."

Una roca gigantesca que salió de la nada golpeó al Uzumaki y se lo llevó consigo varios metros lejos de su contrincante. El rubio salió del modo Sabio, se encontraba demasiado débil para seguir manteniéndolo activo, intentó incorporarse pero cayó quedando al borde de la inconsciencia.

— ¡Naruto! — el grito de su amada no tardó en oírse.