Dark Shadows

1x03 - "Road to hell" (Camino al infierno)

Giro violentamente la cabeza hacia ella, sobresaltado, olvidándome de su presencia por completo. Estoy tan cegado por la ira que apenas puedo reconocerla. De inmediato coloca los ojos en blanco y veo el temor asomándose por sus ojos. ¡No lo puedo creer! he perdido el control por completo, me deje llevar por mis instintos, lo que soy, por mi naturaleza mortífera. Bajo la mirada hacia el joven que estoy sosteniendo con mis manos. Su cabeza cuelga y lo deposito con cuidado brevemente en el piso. No puedo entender cómo ha podido pasar esto, hace tiempo que no reccionaba de esta manera tan violenta. Fijo otra vez la mirada en la chica, entonces camina rápidamente hacia nosotros. Soy un depredador ante mi presa y esta chica es ahora mi potencial amenaza.

-¡Oh por Dios, Logan! -Exclama con gran preocupación.

Me aparto rápidamente, él chico se coloca de rodillas, y se resbala a lo largo de su superficie, sus ojos se abren, bueno al menos el derecho lo hace, el izquierdo empieza a hincharse hasta convertirse en una rendija.

-¡Gracias a Dios estas bien!

La observo detenidamente, empieza a correrle lagrimas por sus pálidas mejillas, conmocionada se arrodilla al lado del chico. Analizo la situación por un momento, no puedo dar crédito a lo que acaba de suceder.

-¿Qué ocurrió aquí? -Escucho a Alaric detrás de mí.

Maldición.

La chica sube los ojos y se encuentra con los míos. El temor ha desaparecido de su mirada, sigue sollozando de conmoción por lo ocurrido hace unos minutos. Me quedo en silencio, observo al joven que acabo de golpear, esto fue más fuerte que yo, ¡He perdido completamente el control dos veces en una noche! Cuando olí su sangre sentí tantas ganas de... desecho ese pensamiento lo más rápido que puedo, no sé si podría controlarme ahora. No puedo, no puedo hacer esto Alaric esta aquí, tengo que controlarme.

Aunque Rick esta aquí no podrías, esta en nuestra lista de posible interferencia a el objetivo principal, ella. Me acobardo ante la idea de lo que se avecina, jamás he matado inocentes. Bueno, no al menos en el último siglo. Y ahora planeo masacrar a tres personas de una vez. El rostro del monstruo que llevo adentro se burla de mí.

Aunque un parte de mí, intenta apartarse de aquella horripilante idea, la otra parte planea como perpétrala. En caso de que mates a la chica primero, lo harías dentro de 10 a 15 segundos antes de que Alaric se diera cuenta. Tal vez algo más teniendo en cuenta que está concentrado en el muchacho que esta golpeado. No tendría tiempo de gritar o sentir algún tipo de dolor y no la matarías con crueldad. No puedo hacer más, su sangre es tan horriblemente deseada, no puedo resistirme más, seria un insulto, además tengo la garganta seca.

También tengo que impedir que Alaric me inyecte verbena, lo sé porque leí sus pensamientos de camino acá, no lo pude evitar. Es solo por prevención lo escuche decir mientras guardaba la inyectadora en el bolsillo de su chaqueta. El único peligro es él, él otro está débil, apenas está funcionando su cerebro y dándose cuenta de las cosas a su alrededor.

No puedo parar. El recuerdo de su olor me castiga la garganta, seca y adolorida. Si mato a Rick y al muchacho primero me resultaria mejor, así podría disfrutar sin interrupciones de su sangre, no se enfriaría mientras me encargo de ellos. Sí, es mejor que me encargue de ellos primero. Empiezo a trazar mi esquema mental, me encargo primero de Alaric que está del lado izquierdo. Tardaría menos de cinco minutos en romperle el cuello, después me lanzo encima del muchacho, tiene suerte de no darse cuenta en que momento habré acabado con su insignificante vida. Sin embargo, es el tiempo suficiente para que la chica vea con claridad lo que se le viene encima. Suficiente para que tenga miedo y grite, si es que el susto no la deja moverse, ya lo vi hace unos segundos cuando golpeaba al muchacho, se quedó petrificada viendo la violenta escena. No tendría tiempo de correr, en menos de un segundo estaría enfrente de ella, y sería su fin. Quizás la hipnosis sirva para que no sienta dolor y se me facilite hacerlo. Aspiro una bocanada de aire, su olor se convierte en fuego, fuego que quema mi garganta, estoy listo para llevar a cabo mi descabellado plan. El monstruo en mí mente sonríe ante la expectativa.